Características del Fascismo Italiano y el Nazismo Alemán
- Apoyo de las masas: Lograron el apoyo de diversas clases sociales, convirtiéndose en movimientos de masas.
- Estado centralizado y unipartidista: Implementaron un Estado centralizado con un único partido que controlaba todos los aspectos de la vida.
- Oposición a la democracia liberal: Consideraban la democracia liberal ineficaz para resolver la crisis económica y social.
- Antisocialismo, anticomunismo y anti-movimiento obrero: Se oponían a las ideologías de izquierda y al movimiento obrero.
- Terror y propaganda: Utilizaron técnicas de terror contra la oposición y estrategias de propaganda para atraer a las masas.
- Culto al líder: Se basaban en la figura de un líder carismático con poder absoluto que representaba a la nación. Mussolini se inspiraba en los emperadores romanos, mientras que Hitler en los mitos románticos alemanes y la obra de Wagner.
- Desigualdad y corporativismo: Defendían la desigualdad social y la organización de la sociedad en corporaciones basadas en el trabajo.
- Militarismo: Exaltaban el militarismo en la sociedad.
- Revanchismo y expansionismo: Promovieron el revanchismo y justificaron la guerra como medio de expansión territorial.
- Nacionalismo y racismo: Impulsaron el nacionalismo extremo, que derivó en racismo y la creencia en una raza superior.
- Irracionalismo y fanatismo: Rechazaron el racionalismo y exaltaron los sentimientos irracionales y el fanatismo.
La Segunda Guerra Mundial: Un Conflicto Global
Introducción
La Segunda Guerra Mundial es uno de los eventos más estudiados de la historia, considerada la guerra más devastadora y mortífera, con más de 55 millones de muertos. El conflicto enfrentó a dos bandos: el Eje (Alemania, Italia y Japón) y los Aliados (Gran Bretaña, Francia y, posteriormente, Estados Unidos). Inicialmente, la superioridad militar alemana era indiscutible.
Desarrollo del Conflicto
Primera Fase: Las Ofensivas Alemanas (1939-1941)
La invasión de Polonia por parte de Alemania marcó el inicio de la guerra, provocando la declaración de guerra de Francia y Gran Bretaña. Hitler ocupó Noruega para asegurar el suministro de acero sueco. Posteriormente, invadió Bélgica y Holanda para avanzar hacia Francia. Los británicos resistieron en Dunkerque, pero finalmente se retiraron. Francia fue ocupada y su gobierno se trasladó a Vichy. Esta fase culminó con el éxito alemán.
En Gran Bretaña, Winston Churchill asumió como Primer Ministro y se preparó para la resistencia. La Batalla de Inglaterra, un intento de invasión aérea alemana, fracasó. Se abrieron nuevos frentes en el norte de África y los Balcanes.
Segunda Fase: La Invasión de Rusia (1941)
Hitler lanzó la Operación Barbarroja, invadiendo la URSS para obtener recursos, especialmente petróleo. El invierno ruso y la resistencia soviética frenaron el avance alemán. La invasión de Rusia fue una decisión estratégica imprudente.
Tercera Fase: La Entrada de Estados Unidos en la Guerra (1942)
Estados Unidos, inicialmente neutral, se involucró en el conflicto tras el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941. Japón ya había utilizado tácticas similares en el pasado, iniciando hostilidades sin una declaración formal de guerra.
Cuarta Fase: Cambio de Signo en la Guerra (1942-1945)
La entrada de Estados Unidos en la guerra y la apertura del frente del Pacífico inclinaron la balanza a favor de los Aliados. El Eje comenzó a retroceder. Batallas clave como El Alamein y Stalingrado marcaron el declive del Eje. En el Pacífico, las batallas de Midway y Guadalcanal fueron cruciales para el avance aliado.
Desde 1943, las victorias aliadas se sucedieron. Las tropas del Eje fueron acorraladas en varios frentes. El avance aliado en Italia se ralentizó tras el rescate de Mussolini por los alemanes. Los Aliados se enfocaron en destruir la infraestructura bélica alemana. Finalmente, los Aliados entraron en Berlín. Alemania capituló y Hitler se suicidó. En el Pacífico, el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki forzó la rendición de Japón.