Los Felices Años 20
1.1 EEUU: La Primera Potencia Mundial
Mientras los países europeos sufrieron una grave crisis, EEUU salió muy beneficiado. La venta y la supremacía comercial americana al terminar la guerra, dieron la hegemonía a EEUU, que se había convertido en la primera potencia económica y financiera mundial. Además, EEUU era el principal acreedor del mundo como consecuencia de los préstamos de guerra. Por otro lado, el trabajo en cadena (Taylorismo) contribuyó a incrementar la productividad y a reducir costes. El aumento de los salarios obreros, comportó la aparición de la sociedad de consumo. Los hogares de la clase media empezaron a disfrutar de comodidades reservadas a las clases más privilegiadas. Las campañas publicitarias, la compra a plazos y los préstamos bancarios abrieron el camino a la era del consumo de masas.
1.3 Las Dificultades Europeas
Los países europeos tuvieron que reconstruir sus economías y hacer frente a un elevado número de parados y unos precios en ascenso. Además, debían afrontar el pago de los empréstitos de guerra. Los problemas económicos fueron especialmente graves para Alemania, que no pudo pagar las reparaciones de guerra exigidas por el Tratado de Versalles. Esta situación desató una gran inflación, un gran aumento del paro y un descenso del nivel de vida alemán.
2. La Crisis de 1929 y la Gran Depresión
2.1 El Crack Bursátil de 1929
La prosperidad de la economía americana llegó a su fin en 1929 cuando se hundió la bolsa de Nueva York, arrastrando tras de sí a toda la economía americana.
Causas del Hundimiento de la Bolsa
- La Superproducción: La producción creció más rápidamente que la demanda y las fábricas producían más de lo que podían vender. La acumulación de stocks hizo bajar los precios y muchas empresas quebraron y cerraron sus puertas. El paro obrero se extendió y, como la población tenía menos capacidad de compra, el consumo disminuyó aún más, agravando la situación.
- La Especulación Bursátil: Durante los años de prosperidad económica, muchos americanos intervinieron en la bolsa. El aumento de la demanda de acciones subió mucho su precio y generó grandes expectativas de ganancias que no respondían a un crecimiento de los beneficios de las industrias (Burbuja especulativa).
2.2 La Gran Depresión
El crack de la bolsa precipitó una crisis bancaria porque la banca no pudo atender a todos los clientes que querían retirar su dinero. Muchos bancos cerraron por falta de liquidez, ya que no cobraron los préstamos realizados a particulares y a empresas arruinadas. En poco tiempo, la crisis se extendió a todos los sectores de la economía y provocó una recesión económica generalizada. Ante el incremento del paro y el convencimiento de que se avecinaban tiempos difíciles, el consumo disminuyó y muchas fábricas cerraron al no poder vender su producción. El número de parados aumentó a 13 millones en 1932 y multitud de familias cayeron en la miseria y tuvieron que recurrir a las ayudas públicas. Desde EEUU, la crisis se extendió al resto del mundo, pues los bancos estadounidenses retiraron los capitales depositados en Europa y las empresas americanas disminuyeron sus inversiones en estos países.
2.3 Lucha Contra la Crisis: New Deal Americano
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3. El Fascismo Italiano
3.1 Italia en la Posguerra
El fin de la guerra dejó en Italia graves secuelas humanas y económicas: murieron 700.000 hombres, muchas industrias quedaron inutilizadas y la elevada deuda exterior provocó un aumento de la inflación. Para muchos italianos, el coste de la vida se incrementó, mientras los salarios reales disminuyeron y el número de parados no dejaba de crecer. Asimismo, los acuerdos de paz supusieron una gran decepción, ya que los aliados no otorgaron a Italia una serie de territorios vecinos que reivindicaba como propios (Fiume y Dalmacia). De este modo, empezó a extenderse la idea de que la participación italiana en la guerra había sido un engaño y el irredentismo fue ganando adeptos. A esta situación se le sumó la inestabilidad política: los gobiernos de la monarquía de Víctor Manuel III no conseguían una mayoría suficiente y, entre los años 1919 y 1922, se sucedieron cinco ejecutivos diferentes. Por otro lado, la crisis económica generó una fuerte tensión social. En el norte de Italia se desarrolló un movimiento huelguístico que, a menudo, presentó objetivos revolucionarios. Algunos campesinos ocuparon las tierras de los grandes propietarios y los obreros se incautaron de numerosas fábricas. Todos estos movimientos fueron reprimidos, pero el miedo al estallido de una revolución social como la ocurrida en Rusia empezó a preocupar a las clases más conservadoras.
3.2 El Ascenso del Fascismo
En esta situación de crisis y agitación social, apareció Benito Mussolini, quien, en 1919, creó los Fasci de Combate, conocidos por sus camisas negras. Eran grupos paramilitares con los que pretendía frenar el auge del movimiento obrero, oponiéndose violentamente a los sindicatos obreros y a sus líderes. En 1921, los Fasci se transformaron en el Partido Nacional Fascista, que se presentaba como el recurso más eficaz para detener los movimientos revolucionarios en Italia. Con un discurso populista, su programa se basaba en la construcción de un estado fuerte, que garantizase el orden social y la propiedad privada, e impulsase una política exterior expansionista. El partido contó con el apoyo de la pequeña burguesía, con la financiación de los grandes propietarios agrícolas e industriales y con la tolerancia de la Iglesia Católica y del mismo monarca. En las elecciones de 1922, el partido fascista solamente consiguió 22 diputados en un parlamento de 500. Pero ese mismo año, denunciando la incapacidad del gobierno para mantener el orden ante las huelgas propiciadas por las fuerzas de la izquierda, Mussolini exigió al rey que le entregara el gobierno. Para mostrar su fuerza, organizó una marcha sobre Roma acompañado por 300.000 camisas negras. En octubre, el monarca, presionado por las fuerzas conservadoras y aconsejado por los altos cargos militares, nombró a Mussolini jefe del gobierno.
3.3 La Dictadura Fascista
Mussolini convirtió el sistema político italiano en una dictadura de dos fases sucesivas:
- Entre 1922 y 1924, desarrolló un proceso de restricción de las libertades y persecución de sus adversarios (socialistas, comunistas y democristianos), pero mantuvo la ficción de un régimen parlamentario.
- Tras las elecciones de 1924, ganadas por la coalición de Mussolini gracias a la violencia ejercida contra sus oponentes, anunció la instauración de un régimen autoritario.
El nuevo régimen fascista otorgaba prioridad al estado sobre los individuos, que debían aceptar el gobierno de las élites mejor preparadas y renunciar a las libertades y derechos individuales si estos perjudicaban los intereses colectivos del estado. Rechazaba la democracia y el marxismo y defendía un estado totalitario organizado por el partido fascista y en el que Mussolini gozaba de plenos poderes. Los partidos políticos fueron ilegalizados y sus líderes, perseguidos y encarcelados. Las huelgas fueron prohibidas y los sindicatos, agrupaban a representantes de los obreros, de los patronos y del estado. Las elecciones fueron suprimidas y el parlamento fue sustituido por la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones. El estado ejercía un fuerte control de la sociedad a través del partido, que dirigía la vida social y dominaba los medios de comunicación. También controlaba la economía y defendía una política económica autárquica que aspiraba a la autosuficiencia económica.
4. La Instauración del Nazismo en Alemania
4.1 La República de Weimar
Tras la derrota de Guillermo II, este abdicó y se proclamó la llamada República de Weimar, con una constitución democrática, y aceptó las duras condiciones de paz (Tratado de Versalles). Los años de posguerra fueron para Alemania de crisis económica y el paro llegó a su punto culminante cuando Alemania no pudo pagar las reparaciones y los franceses ocuparon el Ruhr como garantía de cobro. La República se enfrentó a la oposición de los movimientos revolucionarios de izquierda (Liga Espartaquista o comunista) y los grupos de la extrema derecha, que pretendían conseguir el poder por la fuerza (Putsch de Múnich nazi).
4.2 Hitler y el Partido Nazi
Hitler escribió desde la prisión Mi Lucha (Mein Kampf), donde defendía el antisemitismo, la superioridad de la raza aria y la necesidad de forjar un gran imperio (Reich) que uniese a todos los pueblos de habla alemana. El partido nazi escogió como emblema la bandera roja con la cruz gamada y se dotó de organizaciones paramilitares, las Secciones de Asalto (SA) y las Secciones de Protección (SS). Estas milicias protagonizaron insurrecciones y se enfrentaron a las organizaciones de izquierda, presentándose como una garantía de orden social frente a la agitación revolucionaria.
4.3 El Nazismo al Poder
El malestar social inclinó a una buena parte de la población hacia las propuestas de los partidos extremistas. En las elecciones de 1932, para frenar el ascenso comunista, las fuerzas conservadoras presionaron al presidente Hindenburg para que nombrase a Hitler canciller de Alemania. Para poder contar con la mayoría parlamentaria, Hitler convocó nuevas elecciones para marzo de 1933. En plena campaña electoral, se produjo un incendio en el Reichstag y los nazis acusaron falsamente a los comunistas de haberlo provocado. Este accidente sirvió de pretexto a Hitler para proclamar el estado de emergencia, perseguir a sus adversarios y recortar las libertades civiles. En este estado excepcional, el partido nazi obtuvo el 44% de los sufragios. En 1934, tras la muerte de Hindenburg, Hitler se proclamó Führer y canciller del III Reich. El camino hacia la dictadura en Alemania había comenzado.
5. El III Reich Alemán
5.1 El Totalitarismo Nazi
Los nazis transformaron Alemania en una dictadura. El partido nazi monopolizó todo el poder, mientras se prohibían todos los partidos, se clausuraba el parlamento y se suprimían las libertades individuales. Alemania se convirtió en un estado policial con un régimen de terror. Las SS y la GESTAPO se encargaron de perseguir a toda la oposición. Se crearon campos de concentración para recluir a los opositores y enemigos del Reich. Además, la administración pública fue depurada con una ley que autorizaba el despido por razones políticas y raciales, a la vez que la judicatura quedó sometida a la voluntad del partido. Los poderes locales de los diferentes estados (Länder) fueron suprimidos y transferidos al Reich.
5.2 La Homogeneización Social
Desde el punto de vista social, el estado nazi aspiraba a una cohesión de la sociedad alemana, basada en la superioridad de la raza aria y la ideología nacionalista. El sistema educativo, la cultura y el arte debían seguir las consignas nazis, por lo que muchos artistas e intelectuales fueron perseguidos. También se censuró toda la producción literaria y artística. El mantenimiento de la pureza racial de la sociedad alemana comportó la persecución de los judíos. En 1933, se promulgó el boicot de los negocios judíos y, en 1935, se dictaron las Leyes de Núremberg, que impedían los matrimonios mixtos y excluían a los judíos de la ciudadanía alemana.
5.3 Autarquía y Rearme
El estado nacionalista planteó un proyecto expansionista que uniese a todos los alemanes en un único estado y dominase nuevos territorios que asegurasen el sustento de la población alemana (Espacio vital). Con este fin, se diseñó una política económica que preparase sus proyectos expansionistas y militares. El III Reich se propuso un relanzamiento económico que preparase a Alemania para la guerra. El estado ejerció un fuerte dirigismo económico, cuyo objetivo era conseguir la autarquía económica (producir dentro del país todo lo necesario). Así, se dio prioridad a la industria pesada, sobre todo la de armamento, que tuvo un gran desarrollo. Para frenar la inflación y el paro, se ejerció un fuerte control sobre los precios y los salarios y se llevó a cabo un programa de obras públicas con la construcción de autopistas y otras infraestructuras. Las ambiciones expansionistas necesitaban también un ejército poderoso y Hitler inició una política militarista: reforzó las fuerzas armadas con la institución del servicio militar y la creación de un nuevo ejército, la Wehrmacht, y de una aviación moderna, la Luftwaffe. Con una economía orientada hacia la guerra y un fuerte ejército, Hitler se sintió preparado para lanzarse a la construcción de un gran imperio. El camino hacia la Segunda Guerra Mundial estaba preparado.