I. LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
1.1. Las diferentes etapas de Al-Andalus. Evolución política
Existen dos grandes periodos:
- Del 711 al 1000: Los musulmanes fueron los más fuertes militarmente. Dominaron hasta el valle del Ebro y el norte del Sistema Central.
- Del 1000 a 1492: Los reinos cristianos serán más fuertes. Es el periodo de las grandes conquistas de Fernando III de Castilla y Jaime I de Aragón. Al-Andalus se redujo al reino de Granada.
Las etapas dentro de estos periodos serán:
A) Emirato dependiente
Dependiente del Califa Omeya de Damasco (711-756). Es el momento de la invasión y la conquista musulmana y su expansión por España y Francia. Al-Andalus era una provincia con gobernadores árabes, muy relacionada con el centro político de Kairuán, en el norte de África. Era una etapa muy inestable, con continuos cambios de gobernadores, nombrados y destituidos desde Damasco. En Francia son detenidos en Poitiers por Carlos Martel (732) y a orillas del Ródano (738). Se producen levantamientos de bereberes contra árabes.
B) Emirato independiente
Independiente del Califato de Bagdad (Abbasíes) (756-929). Obra de Abd-ar-Rahman I, de los Omeyas, que llega desde el Magreb a Hispania, quien se proclama emir con el apoyo de bereberes y yemeníes, consolidando un estado Omeya independiente de Bagdad. El emirato de Córdoba tiene constantes tensiones con sus descendientes (Hisham I, Al-Hakam I, Abd-ar-Rahman II, Mohamed I, Al-Mundir y Abd-Allah), por la presencia de los francos de Carlomagno al norte del Ebro (que sufre el desastre de Roncesvalles tras su retirada al no poder tomar Zaragoza), la resistencia de los grupos musulmanes a obedecer al poder Omeya y la resistencia de familias de muladíes notable, que realizan frecuentes rebeliones.
C) Califato de Córdoba
Es instaurado en 929 (929-1031) por Abd-ar-Rahman III. Máximo apogeo económico, cultural y político de Al-Andalus, con un programa político de carácter centralizador, uniendo en el califa la jefatura política y religiosa de Abd-ar-Rahman III. Dominaban la ruta del oro del Sudán y eran mucho más fuertes que los reinos cristianos del norte. Controlan las fronteras con los reinos cristianos incipientes, conquista Ceuta y Melilla a los Fatimíes y organiza una gran flota para controlar sus territorios. Al-Hakam II, organizó una importante biblioteca y toma San Esteban de Gormaz. Su hijo Hisham II gobierna bajo la tutela de Al-Mansur (Almanzor, quien organiza razzias contra los cristianos, arrasando Barcelona (985) y Santiago de Compostela (997), Pamplona (999) y otras ciudades. Abd-al-Malik y Abd-al-Rahman Sanchuelo son nombrados califas sucesivamente, lo que provoca enfrentamientos entre diversos sectores étnico-tribales que derriban el califato en 1031.
D) Reinos de Taifas (1031-1250)
Los diversos sectores étnico-tribales destruyen el califato e implantan un sistema de reinos independientes de taifas. Estados fraccionados e independientes que dependían del norte de África. Existen las 1ª Taifas, luego son dominados por los Almorávides, tras ellos de nuevo las 2º Taifas, y después el Imperio Almohade.
Ante la llamada de los reinos de taifas llegan los Almorávides, cuyo imperio está en el norte de África, con capital en Marrakech, derrotan a los cristianos en Sagrajas o Zalaca (1086) y Uclés (1108) y absorben el conjunto de reinos de taifas.
La decadencia almorávide ante la emergencia de una nueva hegemonía tribal y religiosa representada por la pureza islamista de los Almohades, agrupados en torno a Muhammad Ibn Tumart. En 1170 cruzan el estrecho para eliminar a los almorávides y controlar las taifas españolas a los reinos cristianos tras la batalla de Alarcos (1195). Tras su derrota en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) ante la coalición cristiana y expulsión de Córdoba por Fernando III en 1236 es el preludio de su hundimiento en el Magreb frente a los benimerines.
E) Reino Nazarí de Granada (1250-1492)
Estas derrotas reducen Al-Andalus al territorio del reino de Granada, que sobrevive con la dinastía Nazarí.
1.2. La organización del Estado
El Estado andalusí se organizó de manera centralizada a partir del poder autocrático de los califas.
El poder político del emir era absoluto y de base militar, y el del califa, era también un poder religioso. Era también juez supremo y jefe del Ejército.
La administración estaba centralizada y existía un primer ministro (hachib), los visires o ministros y grandes funcionarios de la Cancillería y del Tesoro. Al-Andalus se dividió en 22 coras o provincias a cuyo frente estaba un gobernador o wali (noble local) y existían los jueces locales (cadíes).
Para sostener el poder estatal se utilizaba la limosna y se cobraban fuertes impuestos: el diezmo para los musulmanes y éste más el impuesto personal para los no musulmanes, la gabala (alcabala en Castilla) sobre los productos comprados y vendidos.
Existía un fuerte Ejército, acampado principalmente en los alrededores de Córdoba y las fronteras (la frontera superior, con centro en Zaragoza; la media, con centro en Toledo o Medinaceli; y la inferior, con centro en Coimbra o Mérida). Eran las 3 provincias militares.
II. EL MUNDO ISLÁMICO
2.1. La religión
La religión predicada por Mahoma (el Profeta). Un sólo Dios (Alá) es el dueño del mundo. La fe y la sumisión son la base de esta religión (islam = sumisión, y musulmán = sometido). Sus raíces están en el judaísmo y el cristianismo. Para ellos, Mahoma es un profeta como Jesús, Abraham o Moisés.
La doctrina está recogida en el Corán, libro sagrado del Islam, que contiene las creencias y las normas de vida de los creyentes. Junto a él está la Sunna, que contiene las vivencias y los pensamientos del Profeta. Así aparecieron dos sectas: los Sunitas y los Chiitas, que apoyaron respectivamente a los Omeyas y a los Abbasidas.
Tiene 5 obligaciones: La profesión de fe (no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta), la plegaria en común varias veces al día, la peregrinación a la Meca, la limosna y el ayuno en el Ramadán (comer sólo por la noche). A partir de Saladino, también se incluye la guerra santa (Yihad).
2.2. La cultura. Esplendor cultural
Su apogeo fue entre los siglos IX y XI, vinculada a las ciudades. Los palacios y las mezquitas disponían de bibliotecas donde maestros y discípulos buscaban, leían, traducían al árabe y copiaban los manuscritos de la antigüedad clásica. Los sabios musulmanes hicieron avanzar los conocimientos de todas las ciencias: astronomía, medicina, etc. Destacan Avicena y Averroes, entre otros. Utilizaron el sistema decimal con el número cero, aprendido de los hindúes. Toda esta cultura se transmitió a Europa Occidental a través de Sicilia y Al-Andalus.
La Hispania musulmana tuvo un elevado desarrollo cultural y científico. Se creó una importante red de escuelas y universidades que reforzó la atracción de la cultura andalusí en los reinos cristianos. El desarrollo científico se orientó hacia ciencias prácticas (medicina, astronomía, matemáticas y agronomía), pero también se cultivó la filosofía (Averroes), la historia, la geografía (Al-Idrisi), la música y la literatura. La lengua árabe también dejó su impronta en la lengua castellana.
En el arte dejó importante huella: la mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada, etc.
2.3. Las ciudades
Las ciudades musulmanas, amuralladas, donde estaba lo principal de la misma, llamado medina. Fuera de la medina, la ciudad se extendía en arrabales o barrios donde vivían los grupos de artesanos, y los distintos grupos étnicos (bereberes, judíos, mozárabes…). Córdoba, el núcleo económico y cultural más importante, llegó a superar los 100.000 habitantes en el siglo X y se convirtió en la mayor ciudad de Europa occidental.
Y de estrechas calles, estaban organizadas en torno a la mezquita y el palacio. Eran centros de comercio y de producción artesanal. El comercio se hacía en el mercado o zoco (en el centro de la ciudad). Los artesanos estaban agrupados por oficios en barrios o calles especiales.
Se convirtieron en:
- Mercados de los productos agrícolas (que llevó a una agricultura especializada de las huertas cercanas).
- Centros de producción manufacturera para el mercado local y regional.
- Centros de comercio a larga distancia de manufacturas (seda, armamento…), madera, esclavos en las ciudades más importantes (Córdoba, Sevilla, Zaragoza, Almería, Granada…).
- Centros de la burocracia y el ejército.
2.4. El arte
Es una síntesis de elementos persas, bizantinos, egipcios y cristianos. La pintura y escultura no se desarrollaron porque tenían prohibido la realización de imágenes de animales y personas (aunque a veces, en el arte profano los encontremos). Es en la arquitectura donde alcanza sus mejores creaciones. El monumento típico es la mezquita. Predomina la columna, el arco de herradura normal, apuntado y lobulado, la bóveda de arista y la nervada; la cúpula y la cubierta de madera con yeserías. Destacan la mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada.
III. LA ECONOMÍA DEL MUNDO ISLÁMICO
3.1. Las fuentes de riqueza
Una agricultura de trigo y olivos, de secano, en los grandes latifundios; y una agricultura de regadío en las huertas cercanas a las ciudades. Introdujeron nuevos cultivos (arroz, algodón, lino, caña de azúcar, azafrán…) y desarrollaron mucho los frutales y la vid.
Una industria de pequeña producción mercantil-artesanal y algunas grandes manufacturas del Estado (para la exportación), base económica de las ciudades musulmanas (plata, oro, tejidos y pieles…). Se impulsó también la minería (plomo, hierro, mármol y oro).
Un comercio dinámico, desarrollado sobre todo en el zoco o mercado. Los comerciantes eran principalmente árabes, sirios y judíos.
3.2. Los grandes latifundios
Con la conquista árabe los grandes latifundios hispano-romano-visigodos no desaparecieron. Los grandes dueños se sometieron al poder musulmán y conservaron sus propiedades. Un quinto de las tierras conquistadas (de los partidarios del Rey Rodrigo), pasaron a propiedad del Estado, que las arrendaba o cultivaba directamente; las otras cuatro partes pasaron a los jefes y fueron explotadas por aparcería.
3.3. La economía monetaria en el circuito económico del islam
En Alejandría, Córdoba, El Cairo, Bagdad, etc., se podían comprar especias, papel y sedas de China e India; esclavos, marfil y oro del Sudán; maderas, tejidos y hierro de Europa. Este comercio estaba respaldado por una moneda fuerte, el dinar de oro y el dirham de plata, que circulaba por todos los países.
Al-Andalus estaba en el extremo de los circuitos de las rutas de caravanas hacia China (ruta de la seda) y las rutas marítimas al Golfo Pérsico y la India), y en el centro de la ruta de oro del Sudán (lo que justificó la política exterior de Córdoba en el norte de África y explica las etapas de esplendor de Al-Andalus, y luego cayó en manos de los imperios Almorávide y Almohade, que conquistaron también Al-Andalus) y de las rutas hacia Europa.
Existía un sólido sistema monetario basado en el dinar de oro y el dirhem de plata. La crisis monetaria de Al-Andalus se produjo en el siglo XIII, cuando el oro del Sudán se desvió hacia El Cairo o cayó dentro del mercado de los catalanes y genoveses, primero, y de los portugueses, después, en el siglo XV.
IV. LA ESTRUCTURA SOCIAL DEL MUNDO ISLÁMICO
4.1. La estructura social. Pluralidad étnica.
4.1.1. El desarrollo demográfico
Parece que hubo un crecimiento de la población en las ciudades. El elemento invasor debió ser muy pequeño (50.000 ó 60.000 hombres), inmersos en una población hispano-romano-visigoda de unos 5 ó 6.000.000, de los cuales apenas medio millón vivía en los reinos cristianos del norte.
4.1.2. Los grupos étnicos
- La minoría árabe, (baladíes) organizada tribalmente y con grandes latifundios en el Guadalquivir.
- Los bereberes, grupo mayoritario del ejército invasor. Estaban en la Meseta, donde practicaron la ganadería itinerante.
- Los judíos, en todas las ciudades. Ejercía ciertos oficios (comercio, artesanía de plata y oro, usura…).
- Los esclavos, de Europa central y oriental. Ocupaban importantes cargos en el Ejército y la administración.
- Los hispano-visigodos, la mayoría. Unos se integraron cultural y religiosamente en el Islam (los muladíes); y otros que se mantuvieron cristianos (los mozárabes).
4.1.3. La estructura social
Existían 4 grupos:
- La nobleza, formada por los árabes conquistadores (nobleza de sangre y la de servicio, formada por militares y funcionarios).
- La «Burguesía» urbana, formada por pequeños funcionarios, artesanos, comerciantes, oficios liberales…
- La plebe urbana, con todos los tipos étnicos. Muchos eran campesinos emigrados a las ciudades.
- Muladíes campesinos y esclavos.