Europa en la Primera Guerra Mundial: Causas, Desarrollo y Consecuencias

1. Causas de la Primera Guerra Mundial

Las rivalidades económicas y territoriales entre los países europeos, así como el nacionalismo que se extendió por Europa, fueron creando un ambiente belicista. Esto se veía reforzado por la creación de alianzas contrapuestas entre las grandes potencias y por el aumento progresivo de la fabricación de armamentos.

Las rivalidades europeas

El enfrentamiento territorial entre Alemania y Francia, las diferencias económicas entre Reino Unido y Alemania, y los intereses contrapuestos de Austria-Hungría y Rusia eran los grandes problemas internacionales que contribuían al estado prebélico. Alemania se convirtió en la primera potencia del continente, reafirmándose en 1882 al crear la Triple Alianza con Austria-Hungría e Italia. Francia encontró en Rusia, enfrentada a Austria-Hungría, un aliado estratégico. El equilibrio europeo dependía de los británicos. Alemania comenzó una política de construcciones navales que le permitía competir en los mercados exteriores. Francia, Reino Unido y Rusia firmaron un acuerdo, la Triple Entente, que se convirtió en una alianza militar.

El conflicto balcánico

El conflicto en la región de los Balcanes estaba causado por el choque de intereses entre Austria-Hungría y Rusia. Austria-Hungría proclamó la anexión de Bosnia y Herzegovina. Rusia animó a los pequeños estados a formar una coalición con el objetivo de enfrentarse al Imperio Turco. Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro formaron la Liga Balcánica. La Primera Guerra Balcánica (1912-1913), entre la Liga y el Imperio Otomano, terminó con la victoria de la primera y la ampliación de las fronteras de sus miembros. La Segunda Guerra Balcánica (1913) surgió por las diferencias en el reparto del territorio otomano entre los miembros de la Liga Balcánica. Bulgaria atacó a Serbia y Grecia con la intención de ganar territorios, pero fue derrotada.

La marcha hacia la guerra

El detonante del conflicto bélico fue el asesinato del heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro, el archiduque Francisco Fernando, en Sarajevo el 28 de junio de 1914. El asesino era un nacionalista bosnio. Este hecho llevó al gobierno austríaco a decidir aplastar a Serbia. Los austriacos mandaron a Serbia un ultimátum inaceptable, tras el cual Austria declaró la guerra a Serbia. Rusia movilizó sus tropas contra Austria y Alemania, lo que provocó que Alemania declarara la guerra a Rusia y a Francia. Más tarde, las tropas alemanas invadieron Bélgica y, al día siguiente, Reino Unido declaraba la guerra a Alemania.

2. Desarrollo de la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial se desarrolló en varias fases:

La guerra rápida: 1914

Alemania tomó la iniciativa en la guerra. Su plan de ataque, el Plan Schlieffen, consistía en lanzar al ejército sobre Francia a través de dos países neutrales, Bélgica y Luxemburgo. El ejército austro-húngaro y una parte del alemán frenarían a los rusos, aprovechando la lentitud de su movilización. Una vez derrotada Francia, todas las fuerzas alemanas se lanzarían sobre Rusia. La campaña contra Francia tuvo dos fases. La primera fue la llamada batalla de las fronteras. Los alemanes entraron en territorio francés a través de Bélgica y Luxemburgo. La segunda fase fue la contraofensiva aliada. La resistencia de los aliados fue facilitada por los ataques rusos en el frente oriental, aunque estos fueron derrotados. El temor alemán de tener que luchar en dos frentes al mismo tiempo se hizo realidad. Se abría una guerra larga.

La guerra de posiciones: 1915

La guerra adoptó nuevas formas de lucha en el frente occidental. Es la llamada guerra de posiciones, en la que los ejércitos defendían posiciones fijas. Ambos bandos intentaron vencer en una batalla decisiva, pero estos esfuerzos fracasaron ante las nuevas estrategias que ayudaron a la defensa de los combatientes. El elemento fundamental de la guerra de posiciones fue la trinchera. Este sistema demostró ser muy eficaz y el frente se mantuvo estable durante cuatro años. La nueva forma de guerra requirió nuevas armas. La aviación adquirió un mayor protagonismo, llegando a convertirse en un arma de ataque y de bombardeo. Otra nueva arma fue el tanque. El submarino fue empleado como nueva arma naval por la marina alemana.

La guerra de desgaste: 1916

Este año fue testigo de intentos de victoria por parte de ambos bandos. En el frente occidental, hubo una nueva estrategia que fue empleada: la guerra de desgaste. Con esta clase de lucha se trataba de conseguir el agotamiento total del ejército enemigo. La primera de estas actuaciones fue la batalla de Verdún. El objetivo alemán era desangrar al ejército francés. Los aliados lanzaron otro ataque, la batalla del Somme. Después de varios meses de luchas y de grandes pérdidas, el ataque se detuvo. El bloqueo naval que padecía Alemania forzó su intento de atacar a la flota británica. Ambas se enfrentaron en la batalla de Jutlandia, la única batalla naval importante de la guerra. Los alemanes se retiraron y la flota alemana de superficie no volvió a desafiar a la británica.

El año decisivo: 1917

La retirada de Rusia y la intervención de Estados Unidos en la guerra rompieron el equilibrio entre los dos bloques. La Revolución Rusa estalló en febrero de 1917 y su triunfo afectó a la continuidad de su participación en la guerra. Alemania había iniciado una guerra submarina indiscriminada con el fin de impedir el abastecimiento de Reino Unido. Esta estrategia provocó la entrada de Estados Unidos en la guerra del lado de los aliados en abril de 1917. El desabastecimiento, el encarecimiento de los productos y el endurecimiento de las condiciones de vida debilitaron el apoyo popular a la guerra en Alemania y Austria-Hungría.

El fin del conflicto: 1918

La primera decisión del gobierno bolchevique ruso, presidido por Lenin, fue la firma de un armisticio con Alemania que se convirtió en el Tratado de Brest-Litovsk en marzo de 1918. La salida de Rusia de la guerra permitió al mando alemán concentrar en el frente occidental a sus tropas con la esperanza de iniciar la ofensiva definitiva antes de que Estados Unidos pudiera desplegar todo su potencial militar. Sin embargo, Alemania fue perdiendo apoyos. Se había quedado sola. La situación militar era tan clara que el alto mando alemán comunicó al gobierno la incapacidad del ejército para mantener la lucha y la necesidad de entablar conversaciones para acordar un armisticio. El mismo día que en Alemania obligaron al emperador Guillermo II a abdicar, se proclamó la república. Días más tarde, el 11 de noviembre de 1918, se firmó el armisticio y la Gran Guerra había terminado.

3. Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

El balance de la guerra fue desastroso para todos, salvo para Estados Unidos. Las pérdidas humanas fueron asombrosas: se calcula que murieron más de 16 millones de personas. El balance económico fue desastroso también. Las zonas de combate sufrieron enormes destrucciones. El coste de la guerra llevó al endeudamiento de todos los beligerantes, menos Estados Unidos, que se convirtió en el gran prestamista de los países europeos. Las dificultades cotidianas continuaron después de la paz.

Las propuestas de paz

Las ideas para la paz fueron las presentadas por el presidente estadounidense, Woodrow Wilson. Sus «Catorce Puntos» fueron la base de la firma del armisticio. Sus principales propuestas eran el derecho de los pueblos a la autodeterminación y la defensa de un desarme general. Proponía la creación de una organización política internacional para evitar la guerra: una Sociedad de Naciones permanente en la que todos los pueblos se reunieran para discutir y resolver sus disputas con la promesa de no recurrir a la guerra.

Una paz equivocada

El Tratado de Versalles (1919) fue la parte más importante de la organización de la paz, y Alemania fue tratada con dureza. Se declaró la culpabilidad moral de Alemania y se la declaró responsable del inicio de la contienda. Su potencial militar fue reducido y la orilla izquierda del Rin quedó ocupada por las tropas aliadas. Se condenó a Alemania a pagar reparaciones de guerra. También se la excluyó de la Sociedad de Naciones. En Alemania, el tratado fue rechazado por considerar que imponía una paz injusta y humillante. El Tratado de Versalles, en lugar de sentar las bases para una paz duradera, contribuyó a crear un clima de resentimiento y revanchismo en Alemania que sería uno de los factores que llevarían al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

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