La Guerra Fría y la Descolonización: Un Mundo Dividido

La Posguerra en España: El Régimen Franquista (1939-1975)

La Dictadura Franquista (1939-1950)

Tras la Guerra Civil Española, Francisco Franco estableció una dictadura militar con una ideología basada en el anticomunismo y la defensa de los valores tradicionales. Franco se autoproclamó Jefe de Estado, asumiendo el poder ejecutivo, judicial y legislativo. Todos los partidos políticos fueron declarados ilegales, excepto la Falange Española y su sindicato, JONS. Las Cortes y las elecciones fueron suprimidas, manteniéndose únicamente unas cortes consultivas con procuradores elegidos por el propio Franco. Se establecieron leyes que restringían los derechos civiles y la oposición fue duramente reprimida, especialmente durante los primeros años del régimen.

En el ámbito internacional, Franco se alió con las potencias fascistas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Tras la derrota del Eje, España sufrió un aislamiento internacional y un boicot económico. Sin embargo, el estallido de la Guerra Fría y el interés estratégico de Estados Unidos en la Península Ibérica llevaron a un acercamiento entre Franco y EEUU a partir de 1953.

La posguerra española estuvo marcada por la devastación económica. La industria, la agricultura y las infraestructuras estaban destruidas, provocando una grave escasez de alimentos. El estado intentó paliar la situación mediante la fijación de precios, el establecimiento de cartillas de racionamiento y una política de autarquía económica.

El Desarrollismo y la Apertura (1950-1973)

A partir de la década de 1950, el régimen franquista experimentó una serie de cambios significativos. La llegada de tecnócratas al gobierno, con formación universitaria y una visión más aperturista de la economía, impulsó un proceso de desarrollo económico y acercamiento a Europa. Se promulgaron nuevas leyes, como la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento y la Ley Orgánica del Estado, que definían al régimen como una democracia orgánica.

El Plan de Estabilización de 1959 liberalizó la economía española y sentó las bases para la apertura al exterior. Los sucesivos Planes de Desarrollo fomentaron la industrialización y la modernización del país. Estas medidas, junto con la llegada de divisas gracias a la emigración y al turismo, impulsaron un importante crecimiento económico conocido como el «boom» económico español. El aumento del nivel de vida, el acceso a la sociedad de consumo y la apertura de fronteras propiciaron una mayor libertad social.

En el ámbito político, se introdujeron algunas reformas, como la Ley de Prensa que eliminó la censura previa y la Ley de Libertad Religiosa. A pesar de estas reformas, la oposición al régimen se reorganizó, con partidos como el PSOE, el PCE y el PNV operando en la clandestinidad. En 1959 surgió la banda terrorista ETA, que inició una campaña de atentados contra el régimen franquista.

Los Últimos Años del Franquismo (1973-1975)

La crisis del petróleo de 1973 impactó fuertemente en la economía española, provocando un aumento de la inflación y el desempleo. En este contexto de crisis económica y social, el dictador Francisco Franco, gravemente enfermo, delegó sus poderes en el almirante Luis Carrero Blanco, quien fue asesinado por ETA en diciembre de 1973.

La muerte de Carrero Blanco agudizó las divisiones internas dentro del régimen franquista entre los «inmovilistas», que defendían la continuidad del régimen, y los «aperturistas», que abogaban por una reforma controlada hacia la democracia. En 1974, Carlos Arias Navarro fue nombrado Presidente del Gobierno.

En los últimos años del franquismo, la sociedad española, impulsada por los partidos de la oposición clandestina, se movilizó cada vez con mayor fuerza para exigir la democratización del régimen. La crisis del Sahara español en 1975, con la Marcha Verde marroquí, debilitó aún más al régimen. Finalmente, Francisco Franco murió el 20 de noviembre de 1975, dando paso a una nueva etapa en la historia de España.

El Mundo Dividido: La Guerra Fría (1945-1991)

El Deterioro de las Relaciones entre Aliados y el Telón de Acero

La Segunda Guerra Mundial, a pesar de la alianza entre los países occidentales y la Unión Soviética para derrotar al Eje, sentó las bases para un nuevo conflicto global: la Guerra Fría. El antagonismo entre el bloque occidental, liderado por Estados Unidos, y el bloque soviético se hizo evidente tras la conferencia de Yalta y Potsdam (1945), donde se dividió Europa en dos zonas de influencia.

La Unión Soviética, temerosa del poderío militar de Estados Unidos y su posesión de la bomba atómica, buscó consolidar su control sobre Europa del Este. Por su parte, Estados Unidos, bajo la doctrina Truman (1947), se propuso contener la expansión del comunismo en el mundo. La desconfianza mutua, las diferencias ideológicas y la lucha por la hegemonía mundial dieron lugar a un enfrentamiento geopolítico y militar que se prolongaría durante décadas.

En 1947, con el discurso de Winston Churchill en Fulton (Missouri), se popularizó la expresión «telón de acero» para referirse a la división de Europa en dos bloques. La Unión Soviética impuso regímenes comunistas en los países de Europa del Este bajo su control, mientras que Estados Unidos promovió la creación de la OTAN (1949) como alianza militar para contener el avance soviético. En respuesta, la URSS creó el Pacto de Varsovia (1955).

La Guerra Fría: Conflictos y Tensiones

La Guerra Fría se caracterizó por una constante tensión internacional y una carrera armamentística entre las dos superpotencias. A pesar de que nunca llegó a producirse un enfrentamiento bélico directo entre Estados Unidos y la Unión Soviética, sí que se produjeron numerosos conflictos regionales en los que ambos países apoyaron a bandos enfrentados. Algunos de los conflictos más destacados de la Guerra Fría fueron:

  • Guerra de Corea (1950-1953): Tras la Segunda Guerra Mundial, Corea fue dividida en dos estados: Corea del Norte, comunista y apoyado por la URSS, y Corea del Sur, capitalista y apoyado por EEUU. En 1950, Corea del Norte invadió Corea del Sur, desencadenando una guerra que terminó en 1953 con un armisticio que mantuvo la división de la península.
  • Guerra de Vietnam (1955-1975): Tras la derrota francesa en Indochina, Vietnam quedó dividido en dos estados: Vietnam del Norte, comunista, y Vietnam del Sur, prooccidental. La guerra estalló en 1955 cuando el Norte, con apoyo de la URSS y China, intentó unificar el país bajo su control. Estados Unidos intervino en el conflicto en apoyo de Vietnam del Sur, pero finalmente se retiró en 1973. En 1975, Vietnam del Norte logró la victoria final, unificando el país bajo un régimen comunista.
  • Crisis de los Misiles de Cuba (1962): En 1962, la Unión Soviética instaló misiles nucleares en Cuba, a solo 145 km de Florida. La respuesta de Estados Unidos fue inmediata, estableciendo un bloqueo naval a la isla y amenazando con una intervención militar. La crisis, que llevó al mundo al borde de una guerra nuclear, se resolvió tras una semana de intensas negociaciones entre Kennedy y Khrushchev. La URSS retiró los misiles de Cuba a cambio de la promesa de Estados Unidos de no invadir la isla y de retirar sus misiles de Turquía.

La Descolonización: El Fin de los Imperios

Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo un proceso de descolonización a nivel global, impulsado por diversos factores:

  • El deseo de independencia de los pueblos colonizados y el auge de los movimientos nacionalistas.
  • La disminución del prestigio de las potencias coloniales tras la guerra.
  • La presión de la opinión pública internacional, plasmada en la Carta del Atlántico (1941) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948).
  • El apoyo a la descolonización por parte de las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, aunque con intereses geopolíticos diferentes.

La descolonización se desarrolló en diferentes etapas:

  • Asia (1945-1954): Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo la independencia de India (1947), Indonesia (1949) e Indochina (1954).
  • Norte de África (1951-1962): Libia se independizó de Italia en 1951, seguida de Marruecos y Túnez, que obtuvieron la independencia de Francia en 1956. Argelia, tras una larga y sangrienta guerra, logró la independencia en 1962.
  • África Subsahariana (1955-1965): La mayoría de las colonias británicas en África subsahariana obtuvieron la independencia entre 1955 y 1965.
  • Última Fase (1975-1990): Las colonias portuguesas de Angola y Mozambique se independizaron en 1975, tras la Revolución de los Claveles en Portugal. Namibia, antigua colonia alemana bajo administración sudafricana, logró la independencia en 1990.

La descolonización supuso el fin de los imperios coloniales europeos y el nacimiento de nuevos estados independientes en Asia, África y el Caribe. Sin embargo, el proceso de descolonización no estuvo exento de dificultades y conflictos, y muchos de los nuevos estados independientes se enfrentaron a importantes desafíos políticos, económicos y sociales.

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