Causas y Fases de la Independencia de las Colonias Americanas
Causas de la Independencia
El malestar de las colonias españolas en América estalló en forma de guerra de independencia debido a diversos factores:
Factores Externos
- La difusión de los principios de libertad e igualdad de la Revolución Francesa.
- La proclamación de la independencia de Estados Unidos (1776).
Factores Internos
- El descontento de la burguesía criolla, que veía a España como un freno para su economía. España imponía cargas fiscales, dificultaba el comercio y no permitía a los criollos acceder a los cargos de la administración, que se encontraban en manos de españoles peninsulares.
- La debilidad de la monarquía española, que había perdido parte de su armada en la batalla de Trafalgar (1805) y había sufrido la invasión napoleónica (1808).
Fases de la Independencia
Los levantamientos a favor de la independencia fueron apoyados por criollos, indígenas y mestizos.
1ª Fase (1808-1814)
Las autoridades americanas crearon las Juntas de Gobierno para sustituir a las autoridades españolas y autogobernarse. En 1809 se fundaron Juntas en Buenos Aires y Caracas, y en 1811 se independizó Paraguay. Este movimiento emancipador fue liderado por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre en Venezuela, y por José de San Martín en Argentina. Cuando Fernando VII regresó al poder en 1814, las Juntas fueron disueltas y se impuso de nuevo el dominio español en todo el territorio, excepto en Venezuela y el Río de la Plata.
2ª Fase (1816-1826)
La etapa definitiva comenzó en 1816, cuando Argentina proclamó su independencia, que se generalizó a todo el continente:
- En Argentina, el general San Martín dirigió una expedición a través de los Andes, derrotando a los españoles en 1817 y logrando la independencia de Chile.
- Simón Bolívar derrotó a los españoles y fundó la Gran Colombia en 1821, mientras Fernando VII vendía Florida a Estados Unidos.
- Agustín de Iturbide logró la independencia de México en 1821, que fue seguida por Centroamérica.
- Antonio José de Sucre derrotó a los españoles en 1824 y logró la independencia de Perú y Bolivia.
Cuba, Puerto Rico y Filipinas se independizaron en 1898.
La Primera Guerra Carlista (1833-1839)
La muerte de Fernando VII en 1833 inició una guerra civil que enfrentó a liberales y absolutistas. El conflicto surgió porque Fernando VII no tenía hijos varones, por lo que se tuvo que cambiar la Ley Sálica para que pudiera gobernar su hija Isabel II. Como Isabel II tenía solo tres años, su madre, María Cristina de Borbón, se convirtió en regente.
Los partidarios de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, formaban los grupos más tradicionales de la sociedad. Defendían el mantenimiento de la monarquía absoluta, el Antiguo Régimen, la propiedad señorial y el dominio social de la Iglesia Católica.
Para defender los derechos de Isabel II, María Cristina buscó el apoyo de los liberales. A Isabel II se unieron la monarquía, altos cargos liberales, la administración del Estado, la burguesía, las clases populares urbanas, parte del ejército, campesinos del centro y sur, y la nobleza cortesana.
Los sectores tradicionales vieron en la unión con los liberales la única forma de frenar el carlismo, mientras que los liberales protegían la monarquía constitucional.
Los focos más importantes de la insurrección carlista surgieron en el País Vasco, Navarra, Aragón y Valencia, donde contaron con el apoyo de los campesinos. Los carlistas no consiguieron ocupar grandes ciudades, que estuvieron bajo el control de los isabelinos.
La guerra duró siete años (1833-1839). El carlismo se mantuvo como una fuerza antiliberal a lo largo del siglo XIX. El Convenio de Vergara (1839) puso fin a la guerra con la victoria de los isabelinos.
Las Reformas Liberales
Los gobiernos liberales se hallaban divididos en dos bandos: progresistas y moderados. María Cristina, al comenzar su regencia, impuso un gobierno liberal con moderados. Sin embargo, en 1836 se produjeron levantamientos militares y motines populares que la obligaron a ceder el poder a los progresistas.
Entre 1833 y 1837, los progresistas implantaron el liberalismo político y económico. Su líder, Juan Álvarez Mendizábal, tomó medidas que no consiguieron efectos inmediatos para mejorar la situación económica.
La creación de un régimen liberal se inició con la Constitución de 1837, basada en principios progresistas:
- Soberanía nacional, que no aceptaba la intervención de la Corona.
- División de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
- Sistema electoral masculino censitario.
- Parlamento bicameral, formado por la Cámara de Próceres (Senado) y el Congreso de los Diputados.
- Derechos individuales de prensa, religión, expresión y opinión.
- Estado aconfesional, sin religión oficial.
- Se aceptaba el poder moderador de la Corona, que le concedía el poder de disolver las Cortes y el derecho a veto.
En economía, se establecieron leyes como la disolución del régimen señorial y la desamortización de los bienes de la Iglesia, que dio lugar a la liberalización de la propiedad agraria. La desvinculación de la propiedad, la supresión del diezmo y de los privilegios de la Mesta, la abolición de las aduanas interiores, la extinción de los gremios y la implantación de la libertad de industria y comercio dieron lugar a una economía capitalista y de libre mercado.
Cuando los moderados accedieron al poder en 1837, intentaron dar un giro conservador a la revolución liberal. Los progresistas querían deshacerse del gobierno moderado y, si era posible, también de María Cristina. El apoyo de María Cristina a la política moderada provocó un movimiento de oposición progresista contra ella, y en 1840 se vio obligada a renunciar a su cargo, confiando la custodia del trono y de su hija Isabel al general Espartero.