El Reinado de Fernando VII
La Restauración del Absolutismo
Desconfianza de los liberales sobre el monarca y de la predisposición para que aceptara el nuevo orden constitucional. Dispusieron que viajara a Madrid para jurar la Constitución. Pero los absolutistas sabían que era su mejor oportunidad para volver al Antiguo Régimen, así que se organizaron rápidamente para demandar la restauración del absolutismo (Manifiesto de los Persas). Fernando, mediante el Real Decreto del 4 de mayo de 1814, anuló la Constitución y anunció la vuelta al absolutismo. El gobierno de Fernando intentó hacer algo prácticamente imposible: rehacer un país destrozado por la guerra, con una agricultura deshecha y el comercio paralizado, las finanzas en bancarrota… Pronunciamientos militares liberales evidenciaron la quiebra de la monarquía absoluta.
El Trienio Liberal
El 1 de enero de 1820 el coronel Rafael de Riego se sublevó y recorrió Andalucía proclamando la Constitución de 1812. Fernando acepta la Constitución el 10 de marzo, y se formó un nuevo gobierno que proclamó una amnistía y convocó elecciones en las Cortes. Los resultados electorales dieron la mayoría a los diputados liberales que iniciaron una importante obra legislativa: libertad de industria, la abolición de los gremios, disminución del diezmo, impulsaron la liberalización de la industria y el comercio. Estas reformas suscitaron rápidamente la oposición de la monarquía. Fernando conspiró contra el gobierno intentando recuperar su poder mediante la intervención de las potencias absolutistas. La nobleza y la iglesia, perjudicadas por la supresión del diezmo y la venta de bienes monacales, impulsaron la revuelta contra los gobernantes del Trienio, y en 1822 se alzaron partidas absolutistas. Entre los propios liberales se produjeron tensiones, que se acabaron dividiendo en los moderados, partidarios de reformas limitadas, y los exaltados, que planteaban la necesidad de reformas radicales.
La Década Ominosa
El fin del régimen liberal lo causó la Santa Alianza, cuando los cien mil hijos de San Luis (100.000 soldados), irrumpieron en territorio español y repusieron a Fernando como monarca absoluto. Las dificultades de la Hacienda, agravadas por la pérdida definitiva de las colonias americanas forzaron a un estricto control del gasto público, lo que causó un aumento de la desconfianza de los realistas, y se levantaron partidas que reclamaban mayor poder para los ultraconservadores y defendían el retorno a las costumbres tradicionales.
El Conflicto Dinástico
El nacimiento de una hija del rey, Isabel, garantizaba la continuidad borbónica, pero creaba un conflicto. La Ley Sálica impedía el acceso al trono a mujeres, por lo que Fernando la derogó mediante la Pragmática Sanción, por lo que su hija ya tenía acceso al trono, y por lo tanto, era la heredera. El sector más ultraconservador de los absolutistas, llamados carlistas, se negaron a aceptar esta situación. María Cristina, mujer de Fernando, durante la enfermedad del rey, formó un nuevo gobierno de carácter reformista, decretó una amnistía que supuso la vuelta de 10.000 exiliados liberales y se preparó para enfrentarse a los carlistas. En 1833 Fernando murió, reafirmando en su testamento a su hija de 3 años, como heredera del trono. Ese mismo día, Don Carlos se proclamó rey, iniciando así un levantamiento absolutista en el norte de España, lo que dio lugar a la Primera Guerra Carlista.
La Independencia de la América Hispana
La América Española a Finales del Siglo XVIII
La preocupación por los territorios de ultramar había dado lugar a una etapa de prosperidad. El crecimiento económico propició el desarrollo de un poderoso grupo burgués criollo, de raza blanca pero nacido en América.
El Proceso de la Independencia
A partir de 1808, en plena Guerra de la Independencia Española, los criollos optaron por no aceptar la autoridad de José Bonaparte y crearon Juntas que asumieron el poder en sus territorios. Las Cortes de Cádiz consideraron las colonias como territorio español y por tanto, reconocieron los derechos de los criollos. Paraguay y Argentina se consideraron ya como naciones independientes.
Los Problemas de las Nuevas Naciones Americanas
- Los intereses de los caudillos locales, de las burguesías comerciales y de los grandes terratenientes, que querían dominar y explotar cada uno de sus territorios, condujeron a innumerables guerras y al fraccionamiento del territorio en múltiples repúblicas.
- La independencia política no supuso la independencia económica. El dominio español fue sustituido por la intromisión de Gran Bretaña y Estados Unidos.
- Los criollos que habían dirigido el movimiento de independencia abandonaron a su suerte a la gran mayoría de la población india, negra o pobre, lo cual daría lugar a profundas convulsiones sociales en los años venideros.