Los Problemas del Reinado de Alfonso XIII
La monarquía alfonsina tuvo una serie de problemas a los que no supieron dar la respuesta adecuada.
Cuestión Constitucional
Se necesitaba adecuar la constitución de 1876 a la nueva realidad política y social de España. Para ello se debía eliminar el caciquismo y la farsa electoral e introducir fuerzas extra-constitucionales como los regionalismos o nacionalismos, el socialismo y el republicanismo.
Cuestión Religiosa
Confrontación entre el anticlericalismo y el clericalismo atizada por el partido liberal que se abrazó al anticlericalismo como bandera política. La polémica acabó centrándose en la libertad de cultos, control de nuevas asociaciones religiosas, reducción de diócesis y cargos eclesiásticos y la cuestión de la enseñanza religiosa en institutos y colegios de enseñanza primaria.
Cuestión Social
La conflictividad social planteó un problema permanente hasta llegar a la crisis de 1917, con la huelga revolucionaria, protagonizada por grupos anarquistas principalmente. El sindicalismo fue ganando posiciones, destacando la UGT. Los gobiernos alfonsinos respondieron a estos problemas con tímidas medidas.
Cuestión Militar
La derrota de 1898 dio lugar al planteamiento de profundas reformas como reducir el excesivo cuadro de mandos, cuyos sueldos reducían el presupuesto para la renovación del material de guerra. Ante las críticas de izquierdas, los militares conservadores reaccionaron con «espíritu de cuerpo» y se aislaron de la sociedad.
La Guerra de Marruecos
España había puesto sus ojos en Marruecos, donde tenía claros intereses: estratégicos, económicos y políticos. España consigue estar presente en Marruecos por la Conferencia de Algeciras desde 1906 y el Tratado Hispano-Francés de 1912. Marruecos quedó dividido en dos protectorados: uno adjudicado a Francia al sur, y otro a España al norte. Se creó la Legión (Millán Astray) y los Regulares (Dámaso Berenguer). Pronto las cabilas rifeñas se rebelaron e iniciaron una guerra de guerrillas al frente de Mohamed Ben Abd el-Karim El-Khattabi, que derrotaron al ejército español (Desastre de Annual, 8000 soldados muertos).
Evolución Política del Reinado de Alfonso XIII
Los primeros gobiernos de regeneración política fueron realizados por Francisco Silvela, aunque se vieron abordados por la incompatibilidad de dos de sus ministros (Valeriano Weyler y Fernández Villaverde), además de la división interna de su propio partido. Defraudado, Silvela presentó la dimisión y se retiró de la política. Tras el gobierno de Fernández Villaverde, surgió el gobierno de Antonio Maura, que inició un programa de renovación interna que consistía en resolver el problema político mediante una reforma del Estado. Así afrontó el caciquismo y los regionalismos. Concibió la Ley de Administración Local. El gobierno de Maura llegó a su fin con la Semana Trágica de Barcelona en julio de 1909, que tuvo su origen en la protesta por la movilización de reservistas catalanes para la guerra de Marruecos, que desembocó en una insurrección social. El partido estaba fragmentado en «mauristas» y «datistas».
El Gobierno Liberal de José Canalejas (1910-1912)
Trató de regenerar el país y salvar a la monarquía mediante un eficaz programa reformador. Para ello estableció un impuesto progresivo sobre rentas y afrontó el problema clerical mediante la Ley del Candado, que prohibía la entrada de nuevas órdenes religiosas en España. Fue asesinado por un anarquista en 1912.
La Crisis de 1917 y la Descomposición del Sistema
Tuvo su origen en la crisis de los partidos y en los efectos de la Primera Guerra Mundial, en la que España era neutral. Se manifestó de dos formas: la Asamblea de Parlamentarios y, a continuación, un gobierno de Concentración Nacional. Se entró en un periodo de gran inestabilidad política en el que se sucedieron hasta trece gobiernos. El sistema de la Restauración entró en una crisis total.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923 con el objetivo de poner «orden» y acabar con la guerra de Marruecos. Tras el mismo, Alfonso XIII le encargó que formara gobierno, constituyéndose así un Directorio Militar. Las primeras medidas fueron la disolución de las Cortes, de los partidos políticos y de la Constitución de 1876.
En la evolución de la dictadura, se distinguen dos fases: la primera, correspondiente al Directorio Militar (1923-1925), que acabó con la guerra de Marruecos mediante el Desembarco de Alhucemas en 1925, y la segunda, el Directorio Civil, que dio paso a personajes como José Calvo Sotelo.
Fue una época de realizaciones:
- Políticas: creación de un partido único «fascistoide»: la Unión Patriótica, que fracasó.
- Sociales: comités paritarios.
- Obras públicas: carreteras asfaltadas, mejora de los ferrocarriles y obras hidráulicas.
- Financieras: la reforma tributaria.
- Otras: Exposición Universal de Barcelona y Exposición Iberoamericana de Sevilla.
Todo se vino abajo con la depresión del 29, con el cambio de coyuntura económica. Primo de Rivera, desmoralizado, dimite en 1930 y un mes y medio después muere en París.
Caída de la Monarquía
El fin de la dictadura precedió a la caída de la Monarquía y a la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931.
El Gobierno del General Berenguer («La Dictablanda»)
Alfonso XIII encargó al general Berenguer el gobierno, con la intención de recuperar la normalidad constitucional sin peligrar la monarquía, lo que significaba volver a la Constitución. Berenguer, inseguro, gobierna por decreto y dilata la convocatoria de las elecciones un año, por lo que muchos políticos empiezan a no ver más salida que la implantación de la República.
- Los políticos republicanos, socialistas y catalanistas toman una resolución de gran calado: firman el Pacto de San Sebastián (1930), con el propósito de acabar con la monarquía.
- Al mismo tiempo se organizaba la Asociación Republicana Militar «Al servicio de la República».