TEMA8. 1. La revolución de 1868
El final de la monarquía isabelina se precipita, tras un prolongado desgaste del sistema político, con la crisis económica de 1866. El descontento social impulsa a la oposición política, formada por progresistas y demócratas, que en Junio de 1866 suscriben el Pacto de Ostende con el objetivo de derrocar a Isabel II. En Septiembre de 1868, la Revolución Gloriosa da inicio al
Sexenio Democrático o
Revolucionario.
Los generales Serrano y Prim y el almirante Topete
dirigen el pronunciamiento en Cádiz. La sublevación se extiende en días por Andalucía y en ciudades como Santander, Zaragoza o Alicante De las manifestaciones populares surgen Juntas locales civiles, sobre todo en Andalucía y Levante. Serrano derrota a las tropas realistas en Alcolea y el pueblo de Madrid se suma a la rebelión. El
gobierno dimite y la reina se exilia en Francia. La revolución ha triunfado y con ella, los principios democráticos. El general Serrano presidirá el gobierno provisional y a primeros de Octubre se constituye la Junta Superior Revolucionaria, que proclama: El sufragio universal. La libertad de culto, enseñanza, imprenta y reuníón y asociación. La descentralización administrativa. El juicio por jurado e inmovilidad de los jueces. La unificación de fueros. Al nombrar Serrano un gobierno provisional, da lugar a una situación de dualidad de poderes, resuelta cuando la Junta Superior Revolucionaria se disuelve a mediados de Octubre. Serrano cuenta con antiguos progresistas y nombra a Prim ministro de la guerra y a Topete de marina. El gabinete dura hasta 1871 y activa el programa revolucionario: orden y regeneración política, garantizar libertades fundamentales y convocar Cortes Constituyentes mediante sufragio universal.
1.1. El gobierno provisional de Serrano
Constitución de 1869 Las elecciones constituyentes se celebran en Enero de 1869 mediante sufragio universal masculino. Progresistas, demócratas y unionistas obtienen una amplia mayoría, irrumpiendo con fuerza los republicanos en el parlamento. La
primera medida del nuevo gobierno es disolver las Juntas Locales Revolucionarias. Algunas de las medidas adoptadas por el nuevo Gobierno son: Economía: su legislación librecambista beneficia los intereses de la burguésía y fomenta las inversiones extranjeras: o Ley de Bases Arancelarias: pone fin al proteccionismo. O Suprime la contribución de consumos e impone una personal y directa según la renta. O Crea la peseta. O Ley de Minas (1871): afronta el problema de la deuda, una “extensión al subsuelo del principio desamortizador” (J. Nadal), que permite la entrada de capitales extranjeros. Libertad de culto y supresión de las órdenes religiosas (jesuitas). Amplios sectores católicos se oponen. Se reanuda la desamortización de bienes eclesiásticos. Sufragio universal masculino. Libertad de imprenta, reuníón y asociación. La Constitución de 1869 es la primera democrática de la historia de España. Se aprueba en Junio: Separación de poderes. Monarquía constitucional democrática. El rey no tiene poder legislativo, limitándose a sancionar las leyes elaboradas por las Cortes. Conserva el poder ejecutivo y la capacidad de elegir gobierno. Los Tribunales son independientes. Se proclamaba la soberanía nacional, y se confirma el sufragio universal masculino para elegir tanto el Congreso como el Senado. Reconocimiento de derechos amplio: libertades individuales (religión, prensa) y derechos colectivos (manifestación, reuníón o asociación).
1.2. El reinado de Amadeo I de Saboyá (1870-1873)
Promulgada la Constitución, España es una monarquía sin rey. La regencia provisional se encarga a Serrano, mientras que Prim se erige en Jefe de Gobierno. Se busca un rey acorde con los valores constitucionales. Prim descarta a Borbones y carlistas y sondea las cancillerías europeas. El elegido es Amadeo, duque de Aosta, de la dinastía Saboyá, protagonista de la unificación italiana. Su elección no fue por consenso, sino por exclusión del resto de candidatos, por lo que sus apoyos fueron débiles. El Parlamento lo acepta en Noviembre de 1870 (191 votos de 311) y reina como Amadeo l. Lo rechazan carlistas, republicanos y católicos tradicionales (los Saboyá habían arrebatado al Papado sus territorios). Internacionalmente, tiene buena acogida, excepto en el Papado. Desde su llegada a España afronta graves problemas, en una situación de permanente inestabilidad: El asesinato de Prim, tres días antes de su desembarco en Cartagena. I Guerra de Cuba o de los Diez Años (1868). El reclutamiento resulta impopular. Insurrecciones federalistas en Cataluña, Levante y Andalucía. Rama del republicanismo que reclama un estado federal. III Guerra Carlista (1872): estalla en el País Vasco y se extiende a Navarra y Cataluña. Menor que la primera, exige la movilización militar. Tensiones generadas por un incipiente movimiento obrero en las zonas más industrializadas, especialmente en Cataluña. La desintegración de la coalición gubernamental (unionistas, progresistas y demócratas) da lugar a seis gobiernos en dos años. Ante tantos problemas, la escasez de apoyos y un atentado frustrado,
Amadeo I abdica en Febrero de 1873. El Congreso y el Senado, en una asamblea conjunta, proclamaron la República (258 votos a favor y 32 en contra).
2. La Primera República y la crisis del Sexenio (1873-1874)
Tras la abdicación del rey, el Congreso y el Senado, reunidos en Asamblea Nacional, proclaman la República por amplia mayoría. Se suceden cuatro presidentes en medio de una gran inestabilidad. Las grandes potencias, dirigidas por la burguésía conservadora, aíslan el régimen. República Federal (Febrero-Julio 1873). Resulta elegido presidente Estanislao Figueras,
republicano de tendencia unitaria. Se enfrenta a la III Guerra Carlista y la guerra de independencia cubana, lidiando con el descontento en el medio rural y entre los obreros industriales, el déficit presupuestario y un escenario de grave crisis mundial. Además, afronta las reivindicaciones de republicanos federalistas y radicales (rama escindida del Partido Progresista). Grupos populares forman Juntas Revolucionarias que reivindican reparto de tierras, reducción de jornada y aumento de salarios. Figueras opta por respetar la legalidad: disuelve las juntas y reprime las revueltas. No obstante, emprende medidas democráticas: suprime las quintas y abole la esclavitud en Puerto Rico. Convoca elecciones a Cortes Constituyentes en Mayo, desbordado por la situación. República Moderada (Julio-Diciembre 1873). En Junio se constituye un nuevo gobierno presidido por Pi y Margall. El nuevo parlamento, elegido con el 70% de abstención, impulsa el Proyecto de Constitución Federal de 1873, que no llega a aprobarse: o Régimen republicano federal aconfesional con 17 Estados federados (Cuba y Puerto Rico), con autonomía económica, política y administrativa y constitución propia. O La soberanía reside en todos los ciudadanos y sus órganos políticos se elegirán por sufragio universal. O Dos cámaras: Congreso elegido por sufragio universal y Senado como cámara de representación territorial. O El poder ejecutivo recae en el Consejo de Ministros, cuyo presidente es nombrado por el presidente de la República. El poder legislativo, en las cortes bicamerales. El poder judicial en el Tribunal Supremo y los jueces son nombrados por oposición. O Amplia declaración de derechos, similar a la de 1869. O Cuarto poder, “de relación”, de equilibrio los estados de la federación, en manos del Presidente de la República. Los sectores federalistas más extremos la consideran insuficiente. La aplicación de las propuestas federalistas es más lenta de lo esperado. Estalla el movimiento cantonal, insurrecciones espontáneas y locales en Levante y Andalucía protagonizadas por artesanos, pequeños comerciantes y asalariados, que no reconocen el poder central y se proclaman independientes. Pi y Margall, opuesto a cualquier vía no legal de llegar al federalismo, y en contra de sofocar la revuelta por las armas, dimite. Le sustituye Nícolás Salmerón, que dura mes y medio. Republicano de tendencia unitaria, intenta restablecer el orden sofocando militarmente los movimientos obreros y cantonalistas, que persiste en Cartagena, bien amurallada, con parte de la flota y un fuerte contingente de soldados. Dimite al negarse a firmar la pena de muerte de la autoridad militar contra dos revolucionarios. Le sustituye Emilio Castelar, republicano unitario de tendencia más conservadora. Somete el cantón de Cartagena. Su política de orden gira a la derecha y le granjea la oposición de los republicanos federalistas más extremos. En Septiembre de 1873 consigue plenos poderes de las Cortes para reorganizar el ejército. Da amplias atribuciones a los militares, y gobierna autoritariamente. Suspende las sesiones parlamentarias. República Unitaria de 1874. Los opositores de Castelar, dirigidos por Figueras, Pi i Margall y Salmerón, promueven una moción de censura para cuando se reabran las Cortes, en la que Castelar es derrotado el 3 de Enero de 1874. Ante el previsible giro federalista del nuevo gobierno, Manuel Pavía, capitán general de Castilla la Nueva, apoyado por la guardia civil, irrumpe en el Parlamento el 4 de Enero y disuelve las Cortes sin resistencia política o popular. Serrano preside el gobierno provisional. Tras publicar el Manifiesto de la Nacíón, disuelve las Cortes, suspende la Constitución (volviendo a la de 1869), derechos y libertades. Restablece el orden público, liquidando definitivamente el Cantón de Cartagena y levantando el sitio carlista a Bilbao. El intento de crear una república conservadora fracasa: la base social que apoyaría ese proyecto opta por la restauración borbónica, liderada por Cánovas del Castillo. En el Manifiesto de Sandhurst, Alfonso promete un régimen constitucional, conservador y católico, garante del orden social y de la estabilidad política. El golpe del general Martínez Campos (Sagunto, Diciembre 874) precipita la restauración de la monarquía.