La consolidación del régimen franquista. Las transformaciones económicas: de la autarquía al desarrollismo. Los cambios sociales.
En 1939 España era un país arruinado demográfica y económicamente y la mayoría de la población padecía hambre. Para afrontar la situación las autoridades optaron por un régimen de autarquía económica y de intervención del Estado, siguiendo el modelo del fascismo italiano. Para ello se fijaron precios y se obligó a entregar al estado cualquier excedente de cosecha. Se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 y se canalizó a través del Estado cualquier permiso de importación o exportación. Esta política autárquica pervivió hasta 1959 y los resultados fueron nefastos.//La llegada al poder de los tecnócratas del Opus Dei en 1957 marca el inicio del desarrollismo. Fruto de este gobierno es el Plan de Estabilización, que trataba ante todo de liberalizar la economía, acabando con el período autárquico e intervencionista. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del estado, a la vez que se abría la economía al exterior, devaluando la peseta y liberalizando las inversiones extranjeras.//Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo. A partir de 1961, tras reducirse el déficit del estado y recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico. Sin embargo, produjo un fuerte parón económico, caída de salarios, de precios y del consumo.//El período 1961-1973 vino marcado por un rápido crecimiento industrial y del sector servicios. La apertura económica al exterior provocó un verdadero aluvión de inversiones extranjeras que llegaron atraídas por los bajos salarios. El desarrollo industrial desencadenó una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y hacia Europa. A la vez que la agricultura se modernizaba, amplias zonas del interior quedaban despobladas. En el terreno comercial, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos. El tradicional déficit de la balanza comercial se vio compensado por los ingresos procedentes del espectacular desarrollo del turismo, las inversiones extranjeras y las remesas enviadas por los emigrantes en Europa.//Para tratar de regular este crecimiento económico, el gobierno aprobó a partir de 1963 los Planes de Desarrollo. Basados en los incentivos fiscales y en las ayudas estatales tuvieron un resultado bastante inferior al previsto. La economía siguió creciendo pero la planificación no funcionó. El mejor ejemplo fue el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país, a pesar del intento de eliminar las diferencias con la política de los polos de promoción y desarrollo, que pretendían promocionar la instalación de nuevas industrias y generar empleo en zonas deprimidas.//En definitiva el período 1961-1973 estuvo marcado por un gran desarrollo económico, inserto en un marco general de expansión europea y mundial. Ese contexto exterior favorable permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva llegada de turistas y el alivio del paro mediante la emigración a Europa. Este desarrollo económico, conocido como desarrollismo, viene acompañado de cambios sociales.//Tras los duros años de la posguerra, en los que la sociedad española había quedado anclada a un tipo de sociedad arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social. Estos fueron algunos de sus principales rasgos:
Masiva emigración rural a las ciudades y a Europa occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos que no querían los nativos. Esto trajo consecuencias positivas como la reducción del paro o el ingreso de las abundantes remesas enviadas por los emigrantes. El éxodo rural provocó un descenso espectacular de la población activa agraria, que perdió más de 2 millones de trabajadores.
La gran novedad de estos años fue la aparición de una clase media, como consecuencia del crecimiento de la renta de las familias. Pese a sus limitaciones, el desarrollo económico propició la aparición de la sociedad de consumo en España. La extensión del uso de electrodomésticos, y del coche, fueron los elementos que mejor ejemplificaron la nueva sociedad.
Entre las novedades más importantes destaca el lento, pero continuo incremento de la población activa femenina, que a finales de los sesenta superaba los dos millones de trabajadores. Esto contribuyó a un importantísimo cambio de mentalidad.
aumentaron los niveles de educación , sobre todo incrementándose los alumnos de bachillerato, Formación Profesional y universitarios. La atención sanitaria también se extendió progresivamente con la Ley de Bases de la Seguridad Social, de 1967.
La sociedad de consumo , caracterizada por el acceso a más información y por una mayor movilidad, trajo, especialmente entre los más jóvenes, una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen. A la vez que la influencia de la Iglesia era cada vez menor, aparecen nuevos hábitos de comportamiento, muy influidos por el turismo. Sin embargo, las clases más conservadores siguieron encasilladas en los valores del franquismo.
En 1939 España era un país arruinado demográfica y económicamente y la mayoría de la población padecía hambre. Para afrontar la situación las autoridades optaron por un régimen de autarquía económica y de intervención del Estado, siguiendo el modelo del fascismo italiano. Para ello se fijaron precios y se obligó a entregar al estado cualquier excedente de cosecha. Se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 y se canalizó a través del Estado cualquier permiso de importación o exportación. Esta política autárquica pervivió hasta 1959 y los resultados fueron nefastos.//La llegada al poder de los tecnócratas del Opus Dei en 1957 marca el inicio del desarrollismo. Fruto de este gobierno es el Plan de Estabilización, que trataba ante todo de liberalizar la economía, acabando con el período autárquico e intervencionista. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del estado, a la vez que se abría la economía al exterior, devaluando la peseta y liberalizando las inversiones extranjeras.//Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo. A partir de 1961, tras reducirse el déficit del estado y recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico. Sin embargo, produjo un fuerte parón económico, caída de salarios, de precios y del consumo.//El período 1961-1973 vino marcado por un rápido crecimiento industrial y del sector servicios. La apertura económica al exterior provocó un verdadero aluvión de inversiones extranjeras que llegaron atraídas por los bajos salarios. El desarrollo industrial desencadenó una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y hacia Europa. A la vez que la agricultura se modernizaba, amplias zonas del interior quedaban despobladas. En el terreno comercial, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos. El tradicional déficit de la balanza comercial se vio compensado por los ingresos procedentes del espectacular desarrollo del turismo, las inversiones extranjeras y las remesas enviadas por los emigrantes en Europa.//Para tratar de regular este crecimiento económico, el gobierno aprobó a partir de 1963 los Planes de Desarrollo. Basados en los incentivos fiscales y en las ayudas estatales tuvieron un resultado bastante inferior al previsto. La economía siguió creciendo pero la planificación no funcionó. El mejor ejemplo fue el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país, a pesar del intento de eliminar las diferencias con la política de los polos de promoción y desarrollo, que pretendían promocionar la instalación de nuevas industrias y generar empleo en zonas deprimidas.//En definitiva el período 1961-1973 estuvo marcado por un gran desarrollo económico, inserto en un marco general de expansión europea y mundial. Ese contexto exterior favorable permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva llegada de turistas y el alivio del paro mediante la emigración a Europa. Este desarrollo económico, conocido como desarrollismo, viene acompañado de cambios sociales.//Tras los duros años de la posguerra, en los que la sociedad española había quedado anclada a un tipo de sociedad arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social. Estos fueron algunos de sus principales rasgos:
Masiva emigración rural a las ciudades y a Europa occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos que no querían los nativos. Esto trajo consecuencias positivas como la reducción del paro o el ingreso de las abundantes remesas enviadas por los emigrantes. El éxodo rural provocó un descenso espectacular de la población activa agraria, que perdió más de 2 millones de trabajadores.
Fuerte incremento de la población
A la vez que se reducía la tasa de mortalidad, la tasa de natalidad se mantuvo en valores muy altos e incluso aumentó.La gran novedad de estos años fue la aparición de una clase media, como consecuencia del crecimiento de la renta de las familias. Pese a sus limitaciones, el desarrollo económico propició la aparición de la sociedad de consumo en España. La extensión del uso de electrodomésticos, y del coche, fueron los elementos que mejor ejemplificaron la nueva sociedad.
Entre las novedades más importantes destaca el lento, pero continuo incremento de la población activa femenina, que a finales de los sesenta superaba los dos millones de trabajadores. Esto contribuyó a un importantísimo cambio de mentalidad.
aumentaron los niveles de educación , sobre todo incrementándose los alumnos de bachillerato, Formación Profesional y universitarios. La atención sanitaria también se extendió progresivamente con la Ley de Bases de la Seguridad Social, de 1967.
La sociedad de consumo , caracterizada por el acceso a más información y por una mayor movilidad, trajo, especialmente entre los más jóvenes, una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen. A la vez que la influencia de la Iglesia era cada vez menor, aparecen nuevos hábitos de comportamiento, muy influidos por el turismo. Sin embargo, las clases más conservadores siguieron encasilladas en los valores del franquismo.