15.2. LA DICTADURA FRANQUISTA: LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN. LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS. DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO. LOS CAMBIOS SOCIALES.
Las transformaciones económicas. De la autarquía al desarrollismo
El gobierno que se hizo cargo del poder en 1957 se encontró con una situación económica insostenible. La economía española se debía modernizar, si no quedaría excluida de Europa Occidental.
Se aplicó una nueva política económica más liberalizadora y la aprobación el 21 de Julio de 1959 de un Decreto-Ley de Nueva Ordenación Económica, conocida como Plan de Estabilización. España necesitaba ayuda exterior y su integración en la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) y en el Fondo Monetario Internacional en 1958 facilitó el interés y la financiación para llevar a cabo dicho Plan.
El Plan de Estabilización se inicio con una serie de medidas restrictivas, para reducir el gasto del Estado se suprimieron organismos burocráticos, se redujo el gasto público, se flexibilizaron los tipos de interés y liberalizaron los precios. Se redujeron las importaciones, se aprobó una amnistía fiscal para que regresaran capitales evadidos y se liberalizo la inversión extranjera. Al mismo tiempo se devaluó la peseta respecto al dólar, fijando un tipo de cambio más realista.
Se consiguieron los objetivos de reducir el déficit y de acumulación de capitales a cambio se produce una caída de salarios, precios y consumo, es decir un estancamiento inicial, a partir de 1961 comienza el proceso de crecimiento.
En 1962 se inician los Planes de Desarrollo, estos pretendían ordenar los recursos económicos para obtener un crecimiento mayor y equilibrado. Se adopto la planificación indicativa que procuraba conjugar los interese estatales y privados. Las empresas privadas eran libres para aceptar las condiciones del plan, las que lo hacían recibían ventajas fiscales, financieras y laborales. Las empresas públicas estaban obligadas a aceptar las condiciones de la planificación.
Se crearon Polos de Desarrollo y Polígonos Industriales, su objetivo era impulsar la industrialización de determinadas zonas geográficas.
Entre 1962 y 1973 el crecimiento económico fue constante, se triplico la producción nacional, la tasa de crecimiento estuvo en torno a un 6%.
El sector industrial es el que más aumento. Se desarrollo mucho la pequeña y mediana empresa, las grandes empresas fueron de capital extranjero. La industria española se modernizo pero es dependiente tanto en tecnología como en el capital, lo que la hace frágil y vulnerable.
La transformación afecto también al sector servicios. Los transportes se modernizaron y el crecimiento más espectacular lo protagonizo el turismo. Aumentan más las importaciones que las exportaciones, nuestra Balanza de Pagos fue más favorable gracias a los ingresos del turismo, el dinero de los emigrantes e inversiones de capital extranjero que actuaron como mecanismos correctores.
La agricultura tradicional entra en crisis, se reduce el espacio cultivado y el porcentaje de la población activa que se dedica a este sector. Se pretende modernizar y aumentar la producción introduciendo maquinaria, uso de abonos, aumento de regadíos.
Las críticas a esta política se basan en que no se redujeron los desequilibrios regionales y también se registraron desequilibrios por sectores, industria y turismo crecieron más que el resto.
Cambios sociales
La sociedad española llevo a cabo cambios significativos.
Se paso de un país agrario a otro urbano, de una economía agrícola a otra industrial y de servicios, este cambio supuso la emigración masiva de la población rural que se dirigíó a las grandes ciudades, Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia…, parte de estos emigrante se dirigieron hacia los países europeos más desarrollados, sobre todo Francia, Alemania, Suiza y Bélgica. Los emigrantes en Europa reducían la demanda de trabajo interno y enviaban remesas de divisas lo que contribuía a mejorar la Balanza de Pagos.
El crecimiento económico también lleva consigo modificaciones de los grupos sociales. Aumentan sobre todo la clase media y los trabajadores industriales, disminuyen los pequeños propietarios agrícolas y los jornaleros.
Los niveles de educación son otro indicador de la modernización de la sociedad. El crecimiento de la población y la necesidad de la formación que exigía el desarrollo económico obligaron a incrementar el número de escuelas e institutos. La Iglesia que había controlado la educación, desarrollando los valores católicos tradicionales, no podía cubrir las necesidades, por lo que la expansión se centro en la enseñanza pública. El proyecto educativo más ambicioso fue la Ley General de Educación de 1970, que pretendía escolarizar a todos los niños y establecer la obligatoriedad hasta los catorce años.
En cuanto a las prestaciones sociales, en 1944 se creo el Seguro Obligatorio de Enfermedad. En 1963 se modifico el sistema de prestaciones sociales, se extendíó la red de hospitales, se cubrían prestaciones por enfermedad, jubilación y desempleo.
El elevado crecimiento urbano hizo que las grandes ciudades crecieran y se intensificaran los planes de construcción de viviendas. Se llevan a cabo grandes negocios especulativos, tanto en zonas del centro de las ciudades como en los suburbios, donde se construía sin infraestructuras ni equipamientos sociales.
Los servicios públicos no crecieron tanto como las necesidades de la población. Se manténía un nivel bajo de vida que contrastaba con el de los trabajadores de otros países europeos.
Inicios de modernización. Cambio de mentalidad
A lo largo de los años sesenta fue variando, paralelamente a los cambios económicos y sociales, el modo de vida y la mentalidad.
La sociedad es más secularizada, contribuyen a este proceso el desarrollo de los medios de comunicación, la televisión inicia sus emisiones en 1958, va a afectar al modo de vida y al comportamiento social pese a la existencia de la censura, así como el turismo.
Hacia 1970 la sociedad cada vez más consumista había contribuido a un cambio de mentalidad, las generaciones más jóvenes evolucionaban hacia posiciones distintas, se introducían nuevos hábitos y se aceptaban modas, costumbres y movimientos culturales que llegaban del exterior.
La institucionalización del régimen.
La vida política.
Se establecieron un conjunto de leyes que aseguraran la continuidad del régimen.
La Ley de Principios del Movimiento 1958, elimina los principios totalitarios del régimen pero mantiene el autoritarismo. Define la forma de gobierno como una monarquía tradicional católica, social y representativa. Se pretendía dar un carácter seudo constitucional que no implicaba el abandono de la Dictadura.
La Ley Orgánica del Estado, 1967, supuso la modificación de las Leyes Fundamentales aprobadas hasta entonces. Establecía el predominio del poder ejecutivo sobre el legislativo. El Jefe del Estado tenía poderes muy amplios. El Gobierno solo respondía ante el Jefe del Estado que representaba la Soberanía Nacional.
En las Cortes se introdujo una aparente representatividad, se elegía de forma directa a un pequeño porcentaje de procuradores, 108, los 432 restantes los designaba el ejecutivo.
En 1969 las Cortes aceptan como sucesor del general Franco, en la Jefatura del Estado, al Príncipe Juan Carlos de Borbón. No se trataba de una restauración de los Bombones, sino de la instauración de la monarquía inspirada el los Principios del Movimiento, la continuidad del régimen parecía asegurada.
En este periodo en que el régimen sigue manteniendo el control político se inicia un proceso de distanciamiento con la Iglesia. El Concilio Vaticano II defiende el principio de tolerancia y libertad. La Iglesia española se aproxima más a los intereses de los trabajadores, defiende reivindicaciones sociales y ayuda a los necesitados.
Comienzan a resurgir las tensiones nacionalistas. En 1959, un grupo de jóvenes, miembros del PNV, se escindíó del partido y fundo Euskadi Ta Askatasuna, ETA, que opto por la lucha armada como táctica para lograr la liberación nacional. En 1960 algunos catalanistas se oponen al sistema y son detenidos.
Los gobiernos en este periodo pretenden normalizar las relaciones exteriores. La política exterior, dirigida en los años sesenta por Fernando Castiella, se centra en las negociaciones para su ingreso en la CEE, iniciadas en el año 1962, negociaciones que no prosperaron por las características del régimen franquista que lo hacían incompatible con el Tratado de Roma, no obstante se consiguió un acuerdo preferencial en 1970.
Una de las reivindicaciones de España en el contexto internacional fue la descolonización de Gibraltar, planteada en la Asamblea General de la ONU cuya resolución fue favorable a España, pero la postura de la población de Gibraltar y la negativa británica contribuyeron para que no se llegase a producir.
Otro foco de atención de la política exterior fueron los problemas derivados de los procesos de descolonización llevados de forma no adecuada, es el caso de Ifni, 1957-58, cedido a Marruecos en 1969 y de Guinea Ecuatorial, que consigue su independencia en 1968 y establece un régimen dictatorial antiespañol.