3.8 Durante el siglo XVII en toda Europa se produce una enorme crisis. En España, tradicionalmente se ha hablado de “decadencia” para este tiempo, pero este concepto debe matizarse. Para empezar la dimensión más importante de esta crisis es económica y los autores de la época y los historiadores más recientes nos hablan de un inicio muy temprano sobre todo en Castilla. Así pues “decadencia” es un término que cuando menos no puede utilizarse para todo el periodo.
Crisis demográfica
Durante el Siglo XVII la población española se estancó en 8 millones, un poco menos que en el Siglo XVI. Las causas se encuentran en las crisis de subsistencia derivadas de malas cosechas (las guerras impedían importar), las epidemias que con la peste al frente se llevaron cerca de 1.250.000 personas, la expulsión de los 300.000 moriscos y las guerras y sus consecuentes levas forzosas.
Crisis económica
Fue la base del retraso, se inicia muy pronto y tendrá como consecuencia más importante convertir España en una potencia económicamente dependiente. La llegada de plata en el Siglo XVI produciría un incremento de precios que sube la inflación junto con la exagerada emisión de moneda de cobre (vellón). La deuda exterior se dispara y se producen devaluaciones y bancarrotas. La disminución de la producción agrícola por la escasa mano de obra y la casi inexistente demanda, echó las tierras en manos de los propietarios latifundistas que las compraron a pequeños propietarios que se desprendían de ellas ante su pobre rentabilidad a pesar de la aparición de nuevos cultivos (patata y maíz). La industria interior y el comercio se paralizaron. Los altos precios impedían a los productos españoles ser competitivos. La Mesta impónía un comercio de materias primas en situación de dependencia y que sólo beneficiaba a unos pocos. El comercio en monopolio con América fue desaprovechado y España, en vez de ser dueño de la situación, se convirtió en operador comercial para las mercancías de otros países (sólo el 5% de los productos transportados eran españoles). España tenía muchas economías con distintos grado de desarrollo, aunque todas muy pobres si bien el periodo del reinado de Carlos II es ya de clara recuperación.
3.9 A la muerte de Felipe IV, ante la minoría de Carlos II comenzó la Regencia de Mariana de Austria (1665-1675) hasta la mayoría de edad de su hijo. La reina depositó su confianza en el jesuita Nithard, como valido.
Ya con Carlos II al frente de la corona (1675-1700), la delegación del poder siguió en manos de validos como Juan José de Austria y el duque de Medinaceli. La inestabilidad política fue en aumento, privatizándose muchas funciones, situación aprovechada por la nobleza y la Iglesia.
A pesar de la decadencia política, la situación económica y demográfica mejoró las últimas décadas del siglo; ello no evitaría el tener que hacer frente a conflictos como la revuelta de los Barretines en Cataluña (1688-1689), la Segunda Germánía en Valencia (1693) y el Motín de las Gatos en Madrid (1699).
Pero el problema sucesorio fue el más importante. Hacia 1697, se intuía la muerte próxima del rey , y como este no tenía descendencia, se barajaron dos posibles sucesores: Felipe de Borbón, duque de Anjou, buscando el apoyo francés, y Carlos de Austria, de la rama austriaca de los Habsburgo. Carlos II se decantaría por el primero dejándolo como heredero al trono; el temor de algunas potencias a un bloque hispano-francés, provocó a la muerte del rey, la Guerra de Sucesión Española que finalizaría con la llegada al trono de los Borbones en la figura de Felipe V.
2.2 A fines del S.VII los árabes han creado desde el río Indo hasta el norte de África. Al Ándalus será el nombre con que los musulmanes designarán al territorio peninsular que dominan. Aprovechando las disputas dinásticas de los visigodos, los musulmanes dirigidos por Tariq, lugarteniente de Muza, atraviesan el estrecho de Gibraltar (711) y derrotan en la batalla de Guadalete al ejército de Don Rodrigo, último rey visigodo.
En tres años conquistan toda la península excepto algunas zonas de la franja cantábrica. La rapidez de la conquista se debe en parte a la tolerancia musulmana hacia cristianos y judíos (Gentes del Libro), a cambio del pago de la yizya y al desinterés de la mayoría de la población en defender una monarquía con la que no se identificaba. Además, se firmaron capitulaciones que permitieron a los conquistados conservar sus tierras, a cambio del pago de tributos (jaray).
Hasta 1030 diferenciamos tres etapas en la historia de Al Ándalus
Emirato Dependiente de Damasco (711-756)
Al Ándalus se convirtió en una provincia del Califato de Damasco, gobernado por un emir que actuaba en nombre del califa. Este periodo marca el fin de la expansión islámica ante dos importantes derrotas: Covadonga (722) frente a los astures, y Poitiers (732) ante los francos, que supone el fin de la expansión musulmana por Europa. La población musulmana estaba formada por una minoría dirigente árabe, y una mayoría beréber asentada en las zonas más pobres. Esto dará lugar a la revuelta beréber de 740.
Emirato Independiente (756-929)
En 756 un príncipe de la familia Omeya, que había sido expulsada del califato por los abasíes, se refugia en Al Ándalus. Éste consigue apoyos y se proclama emir con el nombre de Abderramán I, convirtiendo a Al Ándalus en un Estado independiente políticamente, aunque se reconoce la autoridad religiosa de los nuevos califas de Bagdad. Fue una etapa de consolidación del poder musulmán, estimulándose el desarrollo económico y urbanístico. También existieron fases de debilidad política por la intervención de Carlomagno en la Marca Hispánica (llegando a conquistar Barcelona) y las revueltas protagonizadas por muladíes, mozárabes y beréberes.
Califato de Córdoba (929-1031)
En el año 929 Abderramán III se autoproclamó califa, jefe político y espiritual.
El califato representó la época de máximo esplendor cultural del Al-Ándalus.
En el año 976 Almanzor, hayib de Hisham II, se hizo con el poder y convirtió el califato en una dictadura militar apoyado en las victoria de su ejército contra los núcleos cristianos del norte. A la muerte de Almanzor las luchas entre bandos rivales (fitnas) acabaron con el califato, que terminaría en el año 1031 cuando una rebelión depuso al último califa, Hisham III y Al-Ándalus se fragmentó en numerosos reinos de Taifas.
3.5 El descubrimiento de América atrajo a numerosos castellanos deseosos de hacer fortuna. Mediante el mecanismo de las capitulaciones, obténían el permiso de la Corona para explorar y conquistar nuevas tierras. Después de las conquistas antillanas (Primera fase:Islas del Caribe, de La Española a Puerto Rico desde donde se alcanza Florida, Cuba y Jamaica) y ante la posibilidad de encontrar otras fuentes de riqueza (oro y trabajadores), los españoles decidieron saltar al continente (Núñez de Balboa descubre el Pacífico en 1513). En torno a 1519, Hernán Cortés al frente de 600 hombres, emprende la conquista del Imperio azteca. Aprovechando las rivalidades y creencias indígenas logra hacerse con el control definitivo de Tenochtitlán, incorporando México a los dominios hispanos. En 1531, Francisco Pizarro encabezando una hueste de un centenar de hombres apresa al emperador inca Atahualpa. Aprovechando la Guerra Civil entre los incas, logra hacerse con el control de Cuzco y extenderlo a la totalidad del Imperio. Fundará Lima y completa la incorporación de Perú al dominio español.
México y Perú sirvieron de modelo para la conquista de otros territorios como Chile (Valdivia) y las conquistas llamadas tardías (Florida, Nuevo México, interior de Argentina, etc.)
La colonización de América se realizará empleando fórmulas de origen español usadas durante las repoblaciones de la Edad Media, tales como el repartimiento o la capitulación, y otras novedosas como la encomienda (cesión de indios a un español como siervos, obligando a éste a su evangelización) o la mita (trabajos forzados de las comunidades incas). Las críticas de los misioneros (Fray Bartolomé de las Casas) al trato que recibían los indios por parte de los españoles, llevó a las autoridades a abolir la encomienda y proteger legalmente a los indios (Leyes de Burgos, 1512; Leyes Nuevas, 1542).
El descubrimiento de América supuso un profundo impacto en la sociedad española. De igual modo, la existencia de una población ajena al mensaje cristiano animó a evangelizar aquellas tierras. Con los viajes de Colón se comprobó que el mundo era más grande de lo que se supónía, que había un continente nuevo y pronto se atisbó que el eje de la política ya no pasaría por el Mediterráneo sino por el Atlántico. Es por esto que fue necesaria una remodelación del Tratado de Alcaçovas con Portugal que se reflejó en el Tratado de Tordesillas acordado con mediación Papal en 1494 y que ampliaba el radio de acción de Castilla en el Atlántico.
América va inundar los mercados españoles y europeos con un flujo regular de productos. El oro y, sobre todo, la plata llegarán puntualmente en la Flota de Indias, permitiendo financiar las empresas de la Corona y aumentando los precios en los mercados europeos. Nuevos productos como el cacao, el tabaco, el maíz o la patata atracarán igualmente en el puerto de Sevilla, obteniendo una aceptación desigual (el maíz o la patata sólo se generalizarán a finales del Siglo XVII y comienzos del XVIII).Con todo, América va a ser una gran oportunidad perdida. Los metales preciosos se desviarán a los prestamistas italianos y alemanes para sufragar las guerras de religión y prestigio de los siglos XVI y XVII, y las rutas comerciales en monopolio así como las nuevas plantaciones, no tendrán una gran incidencia en el desarrollo de la industria manufacturera española: la flota mercante de ida a América tan sólo transportaba un 5% de productos españoles.