8.1 EL Imperio DE Carlos V. CONFLICTOS INTERNOS: COMUNIDADES Y GermánÍAS
Carlos I de España, recibíó una gran herencia por parte de sus abuelos: las coronas de Castilla y Aragón (Reyes Católicos), Austria y los derechos al Imperio alemán (Maximiliano I) y los dominios de Borgoña y Países Bajos (María de Borgoña). Carlos I se crió en Flandes, desconocía el idioma, las costumbres y la política castellana, el derecho a ser emperador de Alemania marcará su vida, por lo que descuidará los asuntos castellanos. Durante el reinado de Carlos I se produjeron dos levantamientos en cuanto a política interior: las Comunidades, sublevación de las ciudades castellanas contra Carlos I causada por la prepotencia del séquito flamenco, que acumulaba los cargos más importantes. Los comuneros reclamaban protección de la industria, respeto a las leyes de Castilla y mayor participación política, por lo que forman la llamada “Junta Santa” en la que presentaron sus peticiones al rey, finalmente la revuelta concluye con la derrota de los sublevados en la batalla de Villalar 1521 y el ajusticiamiento de los principales cabecillas (Bravo, Padilla, Maldonado). Las Germánías, fueron revueltas antinobiliarias en la Corona de Aragón. Los sublevados pedían la democratización de los cargos municipales y la mejora de los arrendamientos campesinos. Para reprimir esta revuelta, Carlos I se alió con la nobleza y los agermanados fueron derrotados.
8.2 LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE Felipe II. LA UNIDAD IBÉRICA
Con Felipe II la Monarquía hispánica alcanzó su máximo apogeo, fija como capital Madrid en 1561. Felipe II era un gran defensor de la religión católica lo que afectará a sus decisiones políticas, prohibíó la entrada de libros, la salida de estudiantes al extranjero y la Inquisición actuó con gran fuerza durante todo el Siglo XVI. En política interior destaca: La sublevación de las Alpujarras en 1568 motivada por un decreto en 1567 en el que se prohibía el idioma, las costumbres y la religión musulmana, el alzamiento será sofocado por don Juan de Austria. Otros dos hechos destacados son el asunto del príncipe Carlos (1568) hijo del rey y heredero, detenido por Felipe II ante una posible conspiración contra él, morirá en extrañas circunstancias, y el asunto de Antonio Pérez, secretario del rey, encarcelado por sospechas de asesinato. En política exterior destaca: La guerra contra Francia, que concluye con la victoria española en la batalla de San Quintín 1557, la sublevación de los Países. Bajos motivada por la imposición del catolicismo por parte de Felipe II, fracaso español, el problema turco, Felipe II decide formar una coalición en defensa del catolicismo (Venecia, Papado y España que forman la Liga Santa) que frena el avance turco en el Mediterráneo con la victoria en la batalla de Lepanto (1571), la guerra contra Inglaterra causada por el apoyo inglés a los protestantes de Flandes, que finaliza con la gran derrota española de la Armada Invencible (1588). Por último hay que destacar que en 1580 Felipe II culmina la unidad ibérica con la anexión de Portugal y todas sus posesiones (la aproximación a Portugal por parte de los Reyes Católicos a través de alianzas matrimoniales se hace afectiva en este momento), dando lugar a la máxima expansión de los territorios españoles (muere sin sucesión don Sebastián de Portugal, con lo que Felipe II reclama y ocupa el territorio). Portugal mantuvo sus instituciones, su moneda, su lengua y su fiscalidad.
8.3 EL MODELO POLÍTICO DE LOS AUSTRIAS. LA UníÓN DE REINOS
El modelo político de los Austrias era una monarquía multinacional descentralizada y compleja debido a la extensión y heterogeneidad de los territorios que la integraban, bajo la primacía del Reino de Castilla y se basaba en un sistema polisinodial iniciado por los Reyes Católicos. De la administración central se encargaba el Consejo de Estado, cuya función se centraba en la política exterior y altas cuestiones de Estado; los Consejos territoriales y los temáticos o ministeriales, que trataban asuntos particulares (Consejo de Hacienda, de la Inquisición, de Guerra, etc.).Felipe II creó la figura del secretario real (intermediarios entre los Consejos y el monarca) y las Juntas, (comités extraídos de los Consejos para tratar temas específicos). En la administración territorial se situaban los virreyes y gobernadores (delegados del rey), las Cortes (órgano consultivo que va perdiendo fuerza), y las Audiencias y Chancillerias, como tribunales de justicia. De la administración local se encargaban los corregidores o la oligarquía urbana (clase poderosa).
8.4 ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL S.XVI
Durante el S. XVI se produjo un aumento de la población (15%), a finales de siglo había 8 millones de habitantes, por lo que se produjo un importante crecimiento urbano (Madrid, Sevilla…) a pesar de estos datos positivos la evolución de la coyuntura económica pasó por dos fases: Primera mitad del S.XVI: fase ascendente debido al desarrollo de la agricultura y la ganadería y un cierto desarrollo de las manufacturas y el comercio con los territorios de ultramar, la Segunda mitad del S.XVI: fase depresiva debida a las bancarrotas del Estado por los fuertes gastos de la Hacienda pública (bélicos, burocráticos…)debido a la insuficiente financiación a pesar de la fuerte presión fiscal, decadencia de la agricultura, las manufacturas y el comercio (piratería). Todo ello provocó un fuerte incremento de precios (inflación), consecuencia, de la llegada del oro y plata de Indias y un escaso margen de beneficio para la inversión “Revolución de los precios”.
En cuanto a la sociedad, se mantiene intacta la sociedad estamental (determinada por el nacimiento y la inmovilidad social), dividida en privilegiados (nobleza y clero) no pagan impuestos y son terratenientes. El clero cobra un impuesto exclusivo, el diezmo. En cuanto a los no privilegiados (burguésía, campesinado, marginados sociales…), los sectores más desfavorecidos de la sociedad, estarán especialmente afectados por la fase depresiva (miseria, picaresca, bandolerismo…).
8.5 CULTURA Y MENTALIDADES. LA INQUISICIÓN
La gran defensa del Catolicismo por parte de los Austrias Mayores fomentó el retroceso cultural y social dentro de los territorios de la Monarquía hispánica ya que se tomaron medidas como la prohibición de la entrada de libros y la salida de estudiantes al extranjero (Felipe II). La Corona española se movíó entre el espíritu reformista propio del Renacimiento y el de la Contrarreforma que estaba teniendo lugar en Europa.
Crecíó el número de mecenas, universidades, estudiantes e imprentas fomentado por el pensamiento humanista, aunque la producción cultural estuvo condicionada por el papel político español. La Inquisición tuvo un papel muy activo en este siglo, tenía como objetivo acabar con la herejía protestante, la brujería y otras prácticas consideradas heréticas. Tenía jurisdicción sobre todos los reinos de la Corona española, y fue utilizada en ocasiones como arma política. Los viajes ultramarinos fueron muy positivos culturalmente, ya que favorecieron el desarrollo de ciencias como la Astronomía, la Cartografía, la Botánica… En cuanto al arte, en Arquitectura se pasa del estilo gótico al plateresco (Univ. De Salamanca) y al herreriano (El Escorial).