Al-Ándalus
La llegada de los musulmanes a la península se produce en el 711, en un contexto de diversos y numerosos enfrentamientos entre linajes dentro del reino
Visigodo, que lo hicieron estar desunido y débil. El discurrir histórico de los pueblos hispánicos quedó marcado por una profunda huella islámica: intransigencia y afirmación religiosa, convivencia pacífica entre culturas otras veces, desarrollo de la ciencia musulmana en Al-Ándalus, la península como puente entre la Europa cristiana y el mundo musulmán africano. Tras la Hégira, el islam se expande rápidamente por todo el norte africano y Oriente. En su expansión deciden tomar la península para entrar en Europa. El ambiente es propicio, pues la crisis del reino Visigodo enfrenta a Witiza y Don Rodrigo por el trono. Este último es derrotado en la batalla de Guadalete (711) por los musulmanes. Su conquista fue rápida y breve, pues solo pretendían controlar puntos clave. Además, se basan en una política de acuerdos que facilita los sometimientos. Son frenados en Poitiers (732) por los francos. Los habitantes de la península respondieron a la invasión de distintas formas: unos se convirtieron al islam por las ventajas fiscales(muladíes), otros respetaban la nueva autoridad, pagaban altos impuestos, pero seguían siendo cristianos(mozárabes) y los judíos. Desde el 711 hasta el 756, Al-Ándalus será un (valiato) emirato dependiente del califa de Damasco; es decir, un valí gobernará en Al-Ándalus según el califa, que gobierna desde Oriente todos sus territorios, incluyendo la península. Este valí dividirá el territorio en coras, establecerá Córdoba como capital, no se interesará por el norte peninsular y sofocará una rebelión bereber (están descontentos por la repartición de territorios y abandonan la zona bajo el Duero (desierto del Duero) en busca de mejores tierras) Esta área desprotegida será propicia para el desarrollo de los núcleos cristianos del Norte. En el 756 un Omeya huido de la matanza de los Abasidas en Damasco, Abderramán I, llega a la península y se declara Emir, creando el Emirato independiente: rompe políticamente con Damasco, pero reconoce su autoridad religiosa. El Emir tiene el poder absoluto y organiza una administración encabezada por los visires y el Hachib. Este período se caracteriza por las revueltas muladíes y mozárabes y las tensiones con los cristianos en las fronteras del norte. Con Abderramán II se vivirá la época de mayor esplendor del Emirato: se crearán nuevas ciudades (Murcia 822), se refuerza el ejército, se intensifica el comercio y se mejora la recaudación de impuestos. La muerte de Abderramán coincide con una crisis económica y una gran actividad de los reinos cristianos, que da lugar a una crisis política: revueltas árabes contra el Emir( Zaragoza), revueltas mozárabes que viendo algunos de los suyos influidos por el islam, deciden insultarlo( trae como consecuencia una matanza mozárabe y la huida de muchos al norte) y revueltas muladíes por su descontento con la hegemonía social árabe-bereber.
En el 929, Abderramán III se proclama califa y rompe los lazos religiosos con Bagdad, entrando así en la etapa de mayor esplendor de Al-Ándalus. Lo hace por la gran fortaleza económica y militar que consigue gracias a los tributos, las parias, el oro de África, y la creación de un poderoso ejército. Pone paz en las fronteras y mantiene a raya a los cristianos. Tras su muerte se produce una crisis hasta la llegada del Hachib Almanzor que suplanta al Califa.
Este lanza numerosas campañas militares contra los cristianos para saquearlos(razzias) y siempre sale victorioso(Compostela) A su muerte el califato entra en crisis y termina por desmembrarse(fitna): debido a la desorganización política se forman las primeras taifas en 1031y la debilidad de la desuníón termina con la conquista de la gran taifa de Toledo (1085) por Alfonso VI de Castilla. Tras esto, las taifas se ven amenazadas y buscan ayuda de los almorávides, que cruzan el estrecho, acaban con las taifas y crean el Imperio Almorávide. Debido a la corrupción y al avance cristiano, el Imperio se desintegra nuevamente (2ª taifas). Estas taifas son muy breves, pues otro pueblo africano, los almohades, unifican nuevamente Al-Ándalus y derrotan a los cristianos en Alarcos (1195). Pero son vencidos en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) por los cristianos. Tras esto, los almohades se desmoronan (3ª taifas) y la poderosa ofensiva cristiana recupera el Levante, el valle del Guadalquivir, Valencia y Baleares. Recuperan casi todo el territorio conquistado: solo queda en pie una taifa, el reino Nazarí de Granada que aguanta 200 años más, debido a los problemas internos de la corona de Castilla, su gran diplomacia, la difícil topografía de la zona y el pago de cuantiosas parias a los cristianos. En esta época de crisis en los reinos cristianos se produce un gran desarrollo en Granada y en el arte nazarí(Alhambra). Finalmente es conquistada por los Reyes Católicos (1492). El período de dominio musulmán en la península es una de las etapas más importantes en la historia de España, no solo por su amplitud temporal (casi 800 años) sino por las transformaciones y aportaciones culturales, sociales o de cualquier índole que nos dejaron. Además, su influencia posterior llega aún a nuestros días.