Al-Ándalus: Conquista, Evolución Política y Sociedad

Evolución Política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba

A comienzos del siglo VIII, la Península Ibérica fue conquistada por los musulmanes. En el 711, una expedición militar, dirigida por Tariq, desembarcó en Gibraltar. El rey visigodo Don Rodrigo murió en la batalla de Guadalete. En el 712, Musa, gobernante musulmán del norte de África, llegó con un gran ejército. En el 714, todo el territorio peninsular estaba en poder musulmán excepto las montañas del norte. La rapidez de la conquista se debió a que los musulmanes ofrecieron pactos de capitulación a los nobles visigodos que se rendían, respetando su religión y tierras, a cambio del pago de tributos. La Península Ibérica pasó a ser una provincia del Califato Omeya de Damasco, a la que se llamó Al-Ándalus y cuya capital era Córdoba. Fue la etapa del Emirato dependiente (711-756).

El Emirato Independiente (756-929)

Tras la revolución abasí (750) y la creación del Califato de Bagdad, Abd al-Rahman I, un príncipe omeya, superviviente del asesinato de su familia, llegó a Al-Ándalus e independizó el Emirato, aunque mantuvo el reconocimiento religioso al califa de Bagdad.

El Califato de Córdoba (929-1031)

En el 929, Abd al-Rahman III se proclamó califa y creó el Califato de Córdoba, lo que significó la total independencia de Al-Ándalus. El califa era la autoridad suprema en lo político, militar y religioso. Las razzias o aceifas (campañas militares en busca de botín), contra los cristianos, consolidaron al Califato. Militarmente la figura más destacada fue Almanzor, que ejerció el poder en nombre del califa Hisham II. Muerto Almanzor (1002), las luchas políticas caracterizaron la fase final del Califato, estallando una guerra civil que terminó con el Califato (1031).

La Crisis del Siglo XI: Reinos de Taifas e Imperios Norteafricanos

Muerto Almanzor (1002), las luchas políticas caracterizaron la fase final del Califato, estallando una guerra civil. El último califa, Hisham III, fue depuesto en el 1031. Al-Ándalus se fragmentó en los primeros reinos de taifas. Cuando Alfonso VI de Castilla-León ocupó la ciudad de Toledo (1085), los reinos de taifas solicitaron la intervención almorávide (musulmanes ultraortodoxos que controlaban un imperio en el norte de África). Los almorávides contuvieron el avance cristiano (derrotaron a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas (1086)) e incorporaron a su imperio los reinos de taifas.

Hacia 1145, la descomposición del poder almorávide propició en Al-Ándalus la aparición de los segundos reinos de taifas. Pero los almohades, que habían constituido un nuevo imperio en el norte de África, cruzaron a la Península e incorporaron a sus dominios estos reinos. Los almohades derrotaron a Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos (1195). Pero los cristianos unificaron sus fuerzas y derrotaron a los almohades en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212).

El declive del poder almohade, en el segundo tercio del siglo XIII, supuso el surgimiento de los terceros reinos de taifas, que, ante el avance cristiano, fueron sucumbiendo todos, excepto el reino nazarí de Granada, que sobrevivió hasta 1492, aunque sometido al vasallaje de Castilla.

La Organización Económica y Social

La economía de Al-Ándalus era comercial-monetaria, con la ciudad como centro económico. Existía un sólido sistema monetario basado en el dinar de oro y el dirhem de plata.

Agricultura

En la agricultura existía una agricultura triguera-olivarera de secano y una agricultura de regadío (norias, acequias), que daban una gran variedad de productos, algunos introducidos por los musulmanes desde Oriente (caña de azúcar, arroz). Fueron importantes los árboles frutales: almendro, naranjo.

Artesanía

En las grandes ciudades (Córdoba, Toledo) florecieron talleres artesanales de productos textiles, cerámica y artículos de lujo (seda, vidrio).

Sociedad

En relación a la sociedad andalusí, hay que tener presente los factores étnico-religiosos que dividían la población en:

  • Musulmanes (árabes, bereberes, eslavos y muladíes (hispanorromanos convertidos al Islam))
  • Mozárabes (cristianos, pero que adoptaron las costumbres y la lengua árabe)
  • Judíos

La sociedad se estructuraba en los grupos siguientes:

  • El grupo nobiliario (la jassa), formado por los árabes conquistadores que constituían la llamada nobleza de sangre y por la nobleza de servicio (jefes militares y altos funcionarios). Esta aristocracia controlaba la riqueza (tierras) y los cargos políticos y militares.
  • Sectores intermedios: 1) La burguesía urbana (pequeños funcionarios, artesanos, comerciantes, oficios liberales, en estos grupos destacaban los judíos). 2) La burguesía rural (propietarios medios).
  • El escalón social más bajo era la amma, el pueblo. La plebe urbana donde predominaban muladíes y mozárabes. La población campesina estaba formada generalmente por muladíes.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *