Evolución Política de Al-Ándalus
Durante casi ocho siglos, la presencia islámica fue un factor determinante en la Península Ibérica, dejando una profunda huella:
- Afirmación religiosa y, a la vez, periodos de convivencia entre culturas (musulmana, cristiana y judía).
- Notable desarrollo científico y cultural hispano-musulmán.
- La península como puente cultural entre Europa y el mundo islámico (Oriente Próximo y Norte de África).
1. La Conquista (711-718)
El Islam irrumpe en la península apenas 89 años después de la Hégira (la emigración de Mahoma de La Meca a Medina). La rápida expansión se vio favorecida por:
- La relativa sencillez y adaptabilidad de la nueva religión.
- El respeto inicial mostrado hacia las comunidades judías y cristianas (Gentes del Libro).
- La profunda crisis interna del reino visigodo.
Esta crisis facilitó el desembarco de Tariq ibn Ziyad en el año 711 al mando de unos 7000 guerreros, mayoritariamente bereberes. La derrota del último rey visigodo, Don Rodrigo, en la batalla de Guadalete (711) marcó el inicio del fin del reino visigodo. Entre 711 y aproximadamente 718, se produjo la conquista y sometimiento de la mayor parte de la península.
En este proceso, se establecieron diferentes acuerdos con la población local:
- Muchos hispano-godos se convirtieron al Islam (muladíes) para obtener ventajas sociales y fiscales.
- Otros huyeron hacia el norte, donde se formarían los primeros núcleos de resistencia cristiana.
- Las ciudades que se rendían sin luchar conservaban sus autoridades locales, religión y propiedades a cambio del pago de impuestos específicos (jizya y jarach). Este fue el caso de muchos mozárabes (cristianos bajo dominio musulmán) y judíos.
Tras consolidar el dominio peninsular, continuaron la expansión hacia el norte, en el reino franco, hasta ser detenidos por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732).
Entre 711 y 756, Al-Ándalus fue un Valiato (provincia) dependiente del Califato Omeya de Damasco, gobernado por un valí. El territorio se dividió en coras (provincias administrativas), con capital inicial en Sevilla y luego trasladada a Córdoba. El interés por ocupar y controlar todo el territorio fue desigual.
2. El Emirato Dependiente (711-756) y el Emirato Independiente (756-929)
(Nota: El texto original mezcla el Valiato con el Emirato. Se clarifica la secuencia)
Inicialmente, como se mencionó, fue un Valiato dependiente de Damasco (711-756).
En el año 756, un miembro de la dinastía Omeya que había huido de la masacre de su familia en Damasco a manos de los Abasíes, Abderramán I, llegó a Al-Ándalus y se proclamó Emir Independiente (políticamente, no religiosamente) de Córdoba. Rompía así la dependencia política con el nuevo Califato Abasí de Bagdad, aunque mantenía la autoridad religiosa del Califa.
Este periodo (756-929) se caracterizó por:
- Luchas internas entre los conquistadores árabes (la élite minoritaria) y los bereberes (más numerosos pero con menos poder).
- Revueltas de muladíes, descontentos con la hegemonía social árabe.
- Conflictos en las marcas fronterizas (zonas militares defensivas), especialmente en Zaragoza, Toledo y Mérida.
Bajo Abderramán II (822-852), el Emirato alcanzó una época de gran esplendor cultural y económico. Se intensificó la actividad comercial y se establecieron relaciones diplomáticas con otros estados, incluyendo Bizancio.
Sin embargo, tras la muerte de Abderramán II, el Emirato entró en una fase de crisis:
- Crisis económica.
- Mayor presión militar de los reinos cristianos del norte.
- Crisis política interna: La aristocracia árabe no aceptaba fácilmente el creciente poder autoritario del Emir, que adoptaba modos de gobierno más centralizados, inspirados en modelos orientales.
- Tensiones sociales: Los mozárabes, aunque influidos por la cultura islámica, mantenían su identidad religiosa, y los muladíes seguían disconformes con el dominio de la minoría árabe.
3. El Califato de Córdoba (929-1031)
En el año 929, Abderramán III, aprovechando la fortaleza interna recuperada y la debilidad de los califatos orientales, se autoproclamó Califa de Córdoba. Esto significaba la ruptura definitiva, tanto política como religiosa, con Bagdad. El Califa de Córdoba se convertía en la máxima autoridad religiosa para los musulmanes de Al-Ándalus.
El poder del Califato se sustentaba en:
- Una sólida hacienda estatal basada en la recaudación de tributos (impuestos ordinarios, jizya, jarach).
- El cobro de parias (tributos pagados por algunos reinos cristianos del norte a cambio de paz).
- El control de las rutas comerciales, incluyendo las caravanas de oro procedentes del Sáhara.
- Un poderoso ejército profesionalizado, compuesto en gran parte por mercenarios bereberes y esclavos de origen europeo (saqalibas).
Abderramán III logró pacificar Al-Ándalus y mantener a raya a los reinos cristianos del norte. Tras su muerte, le sucedió su hijo Al-Hakam II (961-976), un gran erudito bajo cuyo reinado la cultura andalusí alcanzó su cénit, especialmente con la ampliación de la biblioteca de Córdoba.
Organización Económica y Social de Al-Ándalus
1. Estructura Económica
El mundo islámico, y Al-Ándalus en particular, estaba muy urbanizado. La agricultura, aunque fundamental, se orientaba en gran medida hacia el comercio y el abastecimiento de las ciudades.
A) Agricultura:
- Se difundieron nuevos modelos de propiedad y explotación, como el contrato de arrendamiento.
- Se ampliaron y mejoraron las técnicas de regadío (norias, acequias), heredadas en parte de los romanos pero perfeccionadas, lo que permitió un aumento de la producción y el crecimiento demográfico.
- A los cultivos básicos mediterráneos (trigo, vid, olivo) se añadieron nuevos cultivos introducidos desde Oriente: arroz, caña de azúcar, cítricos (naranjas, limones), algodón, azafrán, hortalizas (alcachofa, berenjena).
- La agricultura estaba estrechamente vinculada a la demanda de las ciudades.
- La ganadería, especialmente la ovina, también tuvo importancia.
B) Artesanía:
- Destacó la producción textil: lana, seda, lino.
- Se desarrollaron industrias de productos de lujo: trabajo del cuero (cordobanes), cerámica vidriada, vidrio, marfil, orfebrería y la fabricación de papel (introducido en Europa a través de Al-Ándalus).
- En los puertos existía una importante industria naval.
- En el interior, la artesanía estaba a menudo relacionada con la transformación de productos agrícolas (aceite, vino, conservas).
C) Comercio:
- Al-Ándalus jugó un papel crucial en el comercio a larga distancia, conectando el Mediterráneo cristiano, el mundo islámico y el norte de Europa. Durante ciertos periodos, llegó a tener un papel hegemónico en el comercio mediterráneo.
- Las ciudades eran vibrantes centros comerciales, con zocos (mercados) permanentes donde se intercambiaban todo tipo de productos locales e importados.
D) Moneda:
- Se acuñaba moneda propia de gran calidad y prestigio: el dinar de oro y el dirham de plata.
2. Sociedad Andalusí
La sociedad andalusí era compleja y jerarquizada. La mayoría de la población estaba compuesta por hombres libres, propietarios de tierras, talleres o comercios, aunque con grandes diferencias económicas.
A) División Social y Étnico-Religiosa:
- Árabes: La élite conquistadora original. Eran una minoría, pero ocupaban las mejores tierras y los cargos más altos en la administración y el ejército. Se asentaron principalmente en el valle del Guadalquivir.
- Bereberes: El grupo conquistador más numeroso. Se asentaron preferentemente en las zonas montañosas y la Meseta. Ocupaban tierras de menor calidad y cargos de menor rango, lo que generó tensiones con los árabes.
- Muladíes: La mayoría de la población. Eran los descendientes de los hispano-visigodos convertidos al Islam. Su conversión les permitía evitar el pago de impuestos específicos (como la jizya) y mejorar su estatus social, aunque a menudo se sintieron discriminados por la élite árabe.
- Mozárabes: Cristianos que vivían bajo dominio musulmán. Conservaban su religión y sus propias autoridades a cambio del pago de la jizya y el jarach. Algunos alcanzaron posiciones económicas relevantes, pero otros emigraron a los reinos cristianos del norte, especialmente durante periodos de mayor tensión religiosa.
- Judíos: Minoría activa en la artesanía, el comercio, las finanzas y profesiones liberales (médicos, traductores). Gozaban de un estatuto similar al de los mozárabes (dhimmíes o protegidos). Vivieron periodos de gran florecimiento cultural y económico, pero también sufrieron persecuciones ocasionales.
- Esclavos: Procedían principalmente de África subsahariana o de Europa oriental y central (saqalibas). Trabajaban en el servicio doméstico, el ejército o en tareas agrícolas y artesanales en condiciones duras. Podían adquirir la libertad por manumisión.
B) Administración:
- El territorio estaba dividido en coras (provincias), gobernadas por un valí (gobernador civil) y un caíd (jefe militar).
C) Estructura Político-Religiosa:
- El poder estaba centralizado en el palacio del Emir (y posteriormente del Califa) en Córdoba.
- El Hachib (o Hayib) actuaba como una especie de primer ministro, al frente del aparato estatal y la administración.
D) Ejército:
- Inicialmente formado por los conquistadores árabes y bereberes que luchaban por su fe (yihad).
- Posteriormente se profesionalizó, incorporando mercenarios y esclavos.
E) Ingresos del Estado:
- Los ingresos provenían principalmente de los impuestos:
- Impuestos coránicos pagados por los musulmanes (como el zakat o limosna legal).
- Impuestos pagados por los no musulmanes (dhimmíes): la jizya (impuesto personal) y el jarach (impuesto sobre la tierra).
- Tasas comerciales, monopolios estatales y botines de guerra.
- Parias pagadas por reinos cristianos.
Legado Cultural
Al-Ándalus fue un importante centro de transmisión cultural y científica, manteniendo contacto tanto con el resto del mundo musulmán como, indirectamente, con la Europa cristiana.
Averroes (Ibn Rushd), filósofo y médico cordobés del siglo XII, fue una figura clave para que la obra filosófica de Aristóteles, comentada y traducida al árabe, llegara a Europa occidental (a través de traducciones posteriores al latín), influyendo decisivamente en la escolástica medieval.