Al-Ándalus: Historia, Organización y Cultura del Emirato y Califato

Al-Ándalus: Historia, Organización y Cultura

El Emirato Dependiente (711-756)

Los musulmanes llamaron Al-Ándalus al territorio conquistado, un emirato dependiente de Damasco con capital en Córdoba. Contaba con escasa población árabe, instalada en grandes ciudades, y bereberes al norte. La población campesina y los judíos aceptaron el nuevo poder político, ya que a los primeros aliviaba de cargas económicas y a los segundos de persecuciones. Al-Ándalus se dividió en coras. Sin embargo, la población musulmana acabó entrando en guerras internas, lo que hizo que los astures consolidaran un reino independiente.

Como consecuencia de la guerra dinástica entre familias en Damasco, Al-Ándalus se convierte en emirato independiente. Desde allí huyó para ir a Córdoba Abderramán I (emir, pero no califa). Desde 756, tuvo que enfrentarse a serios problemas (abbásidas, focos de oposición). La amplia variedad de población provocó serias revueltas que tambalearon su poder, y continuos levantamientos de los muladíes y mozárabes.

Abderramán I inició una monarquía hereditaria y reforzó la autoridad del rey mediante el control económico del territorio. Creó un ejército de mercenarios esclavos o bereberes.

El Califato de Córdoba (929-1031)

Abderramán III (912-961) consiguió derrotar a todos los sublevados y aprovechó sus victorias para proclamarse califa e independizarse de Bagdad. Potenció los intercambios comerciales por todo el Mediterráneo. Buscaba controlar el territorio: al norte, logró detener el avance cristiano hasta el Duero; al sur, reforzó el control del norte de África, conquistando Ceuta y Melilla, y sometiendo a Marruecos.

Después de Almanzor (976-1002), hubo una inestabilidad conocida como la gran fitna. En 1031, una reunión de notables de Córdoba decretó el final del califato. El territorio quedó dividido en reinos independientes: Zaragoza, Córdoba, Sevilla, Granada.

Los Reinos Taifas y los Pueblos Africanos (1031-1212)

Los reinos taifas tenían guerras entre sí, pero pronto se sometieron al poder de los cristianos pagándoles tributos o parias. Cuando los cristianos sobrepasaron el Duero y conquistaron Toledo en 1085, los andalusíes pidieron ayuda a los almorávides, quienes en 1086 sometieron a todos los reinos taifas de la península e incorporaron Al-Ándalus a su imperio con capital en Sevilla.

Posteriormente, los almorávides sucumbieron ante la fuerza de un nuevo pueblo, los almohades, que en 1146 conquistaron a los taifas y establecieron su capital en Sevilla. La presencia almohade termina en la derrota en las Navas de Tolosa (1212), y con ella la reconquista tomó un fuerte impulso tras la conquista de Sevilla, Córdoba y Jaén. Más tarde, de Murcia, quedando solo el reino nazarí de Granada.

El Reino Nazarí de Granada (1238-1492)

El reino nazarí de Granada englobaba Almería, Málaga y Granada. Aislado y presionado por Castilla, a quien pagaba tributos para mantener su independencia, en 1492, el último rey musulmán entregó Granada por la presión de los Reyes Católicos.

Organización Política

Desde la invasión de la península por los musulmanes, el territorio pasó a depender de la capital del califato en Oriente, bajo la administración de walíes (delegados del califa). Cuando Abderramán I asumió el poder civil, rompió los vínculos políticos, pero no religiosos, con el califa de Oriente. Este poder se reforzó con Abderramán III como califa.

El sistema se basó en el poder autocrático del califa. El gran pilar fue la organización militar, con importantes centros en Zaragoza, Toledo y Mérida. El grueso del ejército lo componía una tropa formada por andalusíes, bereberes y esclavos. El estado se financiaba con la recaudación de un sistema de tributos, incluyendo un impuesto llamado alcábala.

Organización Económica

Los árabes se asentaron en ciudades, convertidas en sedes del gobierno del territorio. Introdujeron en España nuevos cultivos (arroz, frutales, algodón, seda, caña de azúcar, morera, plantas aromáticas, palmeras) y técnicas de cultivo, como las hidráulicas. Además del regadío, desarrollaron sectores como la ganadería ovina, la cría caballar, la producción de miel, y la artesanía, que animó la vida de las ciudades.

Al-Ándalus se convirtió en un importante centro mercantil y se acuñó moneda basada en el dirhem de plata y oro.

Organización Social

Existían cristianos mozárabes y musulmanes. Con el tiempo aumentaron los muladíes o conversos, ya que al convertirse dejaban de pagar tributo personal. Existían diferentes etnias: bereberes, árabes, etc. Las categorías sociales eran los campesinos, los grupos urbanos y la aristocracia de árabes y nobles visigodos islamizados que vivían en ciudades. Bajo el Islam se configuró la sociedad de Al-Ándalus.

Cultura y Arte

La lengua oficial era el árabe, pero con giros y formas del latín y la lengua romance, al igual que la lengua castellana. En el califato se produjo un renacimiento cultural, gracias a la tolerancia religiosa. El arte musulmán destacó por absorber las formas visigodas y técnicas anteriores. Prohibía la representación de figuras, lo que convirtió las decoraciones musulmanas en verdaderos arabescos abstractos. Las principales construcciones eran la mezquita, el palacio, la alcazaba y la albarrana.

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