La Segunda República Española (1931-1936)
I. Proclamación de la República, Constitución de 1931 y el Bienio Reformista
1.1. El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931
El resultado de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dio la victoria a las fuerzas republicanas, en coalición con los socialistas, en la mayoría de las grandes ciudades, adquiriendo un carácter de plebiscito contra la monarquía. Alfonso XIII renuncia a la Corona y el 14 de abril marcha al exilio, formándose un gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora. Este gobierno contó con representantes de los principales partidos republicanos, firmantes del Pacto de San Sebastián.
La nueva República contó con un amplio apoyo popular (clases medias urbanas, obreros, jornaleros), pero también con la animadversión de los grandes propietarios agrícolas, la oligarquía financiera, parte del ejército y la Iglesia.
El gobierno provisional fijó para el 28 de junio la celebración de elecciones constituyentes y generales, de las que saldría el verdadero gobierno de la República.
A. Problemas iniciales de la República
De abril a junio de 1931, la aparente unidad que había acompañado al nacimiento de la República, empezó a disiparse:
- Catalanismo: El mismo día que se proclamó en Madrid la II República, en Cataluña, Maciá, líder de Esquerra Republicana, proclamó unilateralmente la República Catalana con aspiraciones a la independencia. Al final, los catalanistas retiraron su proyecto independentista tras prometerle el gobierno central un inmediato estatuto de autonomía.
- Oposición de la alta jerarquía católica: Defensores de la monarquía de Alfonso XIII recibieron con frialdad a la República; además, muchos partidos republicanos eran abiertamente anticlericales. El cardenal Segura, arzobispo de Toledo, exigió el regreso del monarca y llegó a ser expulsado de España. Las relaciones entre la Iglesia y la República comenzaron con grandes dificultades.
La propaganda anti-republicana de la jerarquía eclesiástica encendió los ánimos de los grupos más radicales. Se produjo una violencia anticlerical de grupos incontrolados de extrema izquierda, que atacaron edificios religiosos en Madrid y otras ciudades, quemando iglesias y conventos. El gobierno provisional no tuvo participación en este vandalismo, pero hizo poco por controlarlo eficazmente. La violencia contra la Iglesia católica incrementó la oposición de la Iglesia y muchos católicos se distanciaron de la República.
Conflictividad social: Los anarquistas veían a la República como un régimen burgués tan opresor como la monarquía, y promovieron una serie de huelgas que provocaron violentos enfrentamientos con el ejército y las fuerzas de orden público.
B. Elecciones Generales y Constituyentes, 28 de junio de 1931
El 28 de junio se celebraron elecciones generales y constituyentes. El censo electoral se compuso de todos los varones mayores de 23 años. Hubo una importante participación, de más del 70%. Las mujeres no pudieron votar, aunque sí pudieron ser elegidas.
La conjunción republicano-socialista obtuvo una indiscutible victoria. La derecha, desunida y desconcertada por los acontecimientos, apenas alcanzó los 50 diputados, una fuerza muy exigua a su poder real en el país.
Las primeras Cortes republicanas serían constituyentes, pues tenían el encargo de elaborar una Constitución para la II República.
C. Constitución Republicana de 1931
Fue aprobada en diciembre del 31 y tenía un fuerte componente reformista, social y de izquierdas, de acuerdo con los partidos mayoritarios en las Cortes. Los puntos principales de la Constitución fueron:
- España se definió como república democrática de trabajadores de todas las clases.
- Amplísima declaración de derechos y libertades, como la libre expresión, reunión o asociación. Se reconocían derechos sociales muy avanzados, como el seguro de desempleo, pensiones, jornada laboral máxima, sueldo mínimo, educación pública y gratuita.
- Sufragio universal incluyendo el derecho al voto femenino.
- Se reconocía la facultad del gobierno para expropiar bienes de utilidad social.
- Estado descentralizado: Concesión de estatutos de autonomía a las regiones españolas, como País Vasco o Cataluña.
- División de poderes:
- Poder legislativo: Las Cortes serían unicamerales, sin Senado. Tenían un amplio poder legislativo y ejercían un fuerte control sobre el gobierno (el poder ejecutivo). El gobierno era responsable ante las Cortes, que podían retirarle su confianza y provocar un cambio de gobierno.
- Poder ejecutivo: Recaía en el gobierno y en el presidente de la República.
- Poder judicial: Por medio de jueces independientes.
- El Presidente de la República tenía la consideración de Jefe de Estado. Era elegido de forma indirecta por las Cortes.
- El Estado republicano se declaró laico.
- Se reconocía la libertad de cultos.
- Secularización de cementerios, supresión del presupuesto para el culto y el clero.
- Matrimonio civil y divorcio.
- Prohibía a las órdenes religiosas dedicarse a la educación.
- La bandera era roja-amarilla-morada y se estableció el himno de Riego como himno nacional.
Conclusiones sobre la Constitución de 1931: No fue una constitución de consenso, que uniese a todos los españoles de distintas ideologías. Estaba muy influida por el socialismo y la izquierda republicana, sin recoger ideas de la derecha o el centro, lo que supuso un motivo de enfrentamiento entre derecha e izquierda, en lugar de un punto de encuentro. Algunos artículos eran demasiado contrarios a la Iglesia, lo que distanció a miles de católicos de la Constitución.
La extrema izquierda (anarquistas y comunistas), también se sintió defraudada ya que, más que una constitución reformista, esperaba un texto revolucionario que transformase radicalmente el país.
Los nacionalistas desconfiaban de la Constitución, a la espera de los prometidos estatutos de autonomía.
Pero hay que reconocer que era la Constitución más reformista, progresista y avanzada de la historia de España. Por primera vez reconocía derechos fundamentales a los trabajadores, a las mujeres y, en general, a todos los ciudadanos. Supuso un primer paso hacia la construcción de la democracia en España.