El Fracaso del Proyecto Democrático: La Segunda República Española (1931-1936)
El proyecto de democratización y modernización que se abre en 1931, y que tantas esperanzas despertó en amplias capas de la población española, concluyó con la cruenta Guerra Civil. El debate sobre las razones de ese fracaso histórico sigue siendo uno de los elementos clave de la historiografía española.
La Salida de Alfonso XIII y el Inicio de la República
La amplitud del movimiento popular llevó a que el rey Alfonso XIII, aislado y sin apoyos, se exiliara. El gobierno debía dirigir el país hasta que unas nuevas Cortes Constituyentes dieran forma al nuevo régimen.
Primeras Medidas del Gobierno Provisional
No obstante, el nuevo gobierno tuvo que responder desde un principio al ansia general de reformas. Adoptó las primeras medidas para la reforma agraria, inició reformas laborales, emprendió la reforma militar, aprobó legislación educativa y puso en marcha el Estatuto Provisional de Autonomía de Cataluña.
Tensiones Sociales y Conflicto Religioso
A la vez que la CNT anarquista promovía una amplia campaña de huelgas, los enfrentamientos entre la Iglesia y el nuevo gobierno fueron inmediatos. El viejo anticlericalismo afloró de nuevo y en mayo de 1931 diversas iglesias y conventos fueron asaltados y quemados. La opinión pública católica se alejó desde un primer momento del nuevo régimen republicano.
Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931
Finalmente, en junio de 1931, tuvieron lugar las elecciones a Cortes Constituyentes en un ambiente de relativa tranquilidad. La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931, reflejó las ideas de esta mayoría.
Principales Aspectos de la Constitución de 1931:
- Derechos civiles: divorcio, equiparación hijos legítimos e ilegítimos.
- Poderes del Estado:
- Poder legislativo: quedó en manos de unas Cortes unicamerales.
- Poder ejecutivo:
- Presidente de la República con escasos poderes.
- Jefe de Gobierno, nombrado por el presidente, pero que debía contar con la aprobación de las Cortes.
El Gobierno Republicano-Socialista y sus Reformas
El gobierno republicano-socialista emprendió un amplio programa de reformas en un contexto económico desfavorable, marcado por el ascenso del paro. Estas fueron sus principales medidas:
- Reformas laborales: iniciadas desde el Ministerio de Trabajo por el socialista Largo Caballero, que favorecían la posición de los trabajadores y sindicatos y encontraron la cerrada oposición de los empresarios.
- Reforma educativa:
Amplio programa de construcción de escuelas y contratación de maestros: 6750 escuelas y 7000 maestros con mejores salarios.
- Reforma militar:
Buscando garantizar la fidelidad del ejército al nuevo régimen republicano y propiciar la reducción del excesivo número de jefes y oficiales, se exigió el juramento de fidelidad al nuevo régimen republicano, pudiendo optar los que se negaran a ello al retiro voluntario con paga completa.
- Reforma agraria:
Se aprobó en 1932 la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Con ella se buscaba el reasentamiento de campesinos sin tierra en latifundios insuficientemente explotados.
Su aplicación fue un fracaso y muy pocos campesinos se beneficiaron de la ley. Esto provocó una decepción generalizada entre el campesinado en un contexto económico de paro creciente.
Oposición al Gobierno y Radicalización del Conflicto
La oposición conservadora quedó restringida a las asociaciones patronales como la Unión Económica Nacional y el Partido Radical de Lerroux. Este grupo de centro-derecha dirigió la oposición al gobierno en las Cortes.
- El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en Sevilla en agosto de 1932.
- Las Cortes aprobaron la Ley de Reforma Agraria y del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En este territorio, la Esquerra Republicana de Catalunya, dirigida por Francesc Macià, triunfó en las primeras elecciones autonómicas.
- En ese contexto, se produjeron los graves incidentes de Casas Viejas, en los que la Guardia de Asalto sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas. El escándalo consiguiente llevó al gobierno a la decisión de convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933.
Elecciones de 1933 y Triunfo Conservador
Para estas elecciones, la derecha se había reorganizado.
- La CNT, con muchos presos en la cárcel, no pidió la abstención y apoyó de forma tácita a la coalición de izquierdas.
- La coalición de los grupos de derecha, formada por la CEDA y Renovación Española, acudió con un programa basado en el miedo a la revolución social. La Falange y el PNV se presentaron por su cuenta.
- Las elecciones dieron la victoria de los grupos conservadores: Partido Republicano Radical y la CEDA. La derecha triunfó en el norte y el interior del país.
El Gobierno Radical-Cedista y la Revolución de Octubre de 1934
Tras las elecciones, se formó un gobierno presidido por Alejandro Lerroux (Partido Radical) con el apoyo parlamentario de la CEDA. La entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934 provocó una fuerte reacción de la izquierda, que veía en la CEDA un partido antirrepublicano y proclerical. Esta reacción se materializó en la Revolución de Octubre de 1934, un movimiento insurreccional protagonizado principalmente por el PSOE y la UGT en Asturias y Cataluña. La revolución fue duramente reprimida por el gobierno, lo que agudizó la polarización social y política.
Elecciones de 1936 y el Triunfo del Frente Popular
En este contexto de creciente tensión, se convocaron nuevas elecciones en febrero de 1936. La izquierda se presentó unida en el Frente Popular, una coalición que agrupaba a republicanos de izquierda, socialistas, comunistas y otros grupos. El Frente Popular obtuvo una ajustada victoria electoral, lo que reflejaba la profunda división de la sociedad española.
El Segundo Gobierno del Frente Popular y el Preludio de la Guerra Civil
Tras las elecciones de 1936, Manuel Azaña fue nombrado Presidente de la República. El objetivo era que Indalecio Prieto, hombre fuerte del ala más moderada del PSOE, ocupara la jefatura del gobierno. Sin embargo, la negativa del Partido Socialista, dividido en diversas tendencias, llevó a que se formara un gobierno presidido por Casares Quiroga y formado exclusivamente por republicanos de izquierda, sin la participación del PSOE. Así, el nuevo gobierno nacía debilitado.
El nuevo gabinete inició rápidamente la acción reformista:
- Amplia amnistía para todos los represaliados tras octubre de 1934.
- Restablecimiento del Estatuto catalán.
- Tramitación de nuevos estatutos de autonomía. El Estatuto de Galicia fue aprobado en plebiscito en junio de 1936, y el del País Vasco estaba prácticamente terminado en julio de 1936.
Creciente Violencia y Conspiración Militar
La izquierda obrera había optado por una postura claramente revolucionaria y la derecha buscaba de forma evidente el fin del sistema democrático. Desde el mes de abril se sucedieron los enfrentamientos violentos callejeros entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas. Mientras, la conspiración militar contra el gobierno del Frente Popular avanzaba. Por un lado, había una trama política conformada por los principales líderes de los partidos: Gil Robles, Calvo Sotelo, José Antonio Primo de Rivera. Por otro lado, crecía el número de generales implicados: Franco, Goded, Fanjul, Varela… La respuesta llegó la siguiente madrugada con el asesinato de José Calvo Sotelo por parte de un grupo de miembros de las fuerzas de seguridad. El triunfo parcial del golpe desencadenó la Guerra Civil.
La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El Golpe de Estado de 1923
El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dio un golpe de estado declarando el estado de guerra. A continuación, publicó un manifiesto en el que declaraba los motivos para rebelarse y sus intenciones. Contó inmediatamente con el apoyo del rey Alfonso XIII, afín a las ideas de los mandos militares, quien le encargó formar gobierno, legalizando así un acto anticonstitucional y convirtiéndose en responsable directo de la Dictadura.
Causas del Golpe de Estado:
- La crisis y degeneración del sistema político de la Restauración. Los partidos dinásticos que se turnaban en el poder -conservador y liberal- se habían mostrado incapaces de acabar con el viejo sistema caciquil y estaban fragmentados. Se habían sucedido numerosos gobiernos de concentración que también habían fracasado. Solo había dos caminos posibles para solucionar la crisis: o la democratización del sistema o la implantación de una dictadura. Se eligió el segundo.
- El descontento del ejército por la guerra de Marruecos. El desastre de Annual (1921) desprestigió al ejército y el expediente Picasso, que investigaba las causas y responsabilidades en el mismo, aumentó la desconfianza de los militares hacia los políticos.
- La agudización de los conflictos sociales. Desde la crisis de 1917 y debido a los efectos de la Primera Guerra Mundial y al impacto de la Revolución rusa (1917), numerosas huelgas y protestas de las clases trabajadoras alteraban el orden público. La burguesía estaba atemorizada también ante el aumento del terrorismo anarquista, especialmente en Barcelona, y se mostraba partidaria de medidas de fuerza para atajarlas.
- El auge y la radicalización de los nacionalismos periféricos, en especial el catalán.
- El triunfo del fascismo en Italia. La Marcha sobre Roma en 1922 llevó a Mussolini al poder. También en otros países europeos se impusieron dictaduras derechistas por entonces (Portugal, Grecia, Polonia). La dictadura de Primo de Rivera no es una excepción.
Objetivos y Apoyos del Régimen
Los objetivos del golpe eran acabar con el sistema parlamentario -al que Primo tachaba de “inmoral y corrupto”- , garantizar el orden público, terminar con el separatismo y solucionar el problema marroquí. Primo de Rivera, un andaluz campechano y paternalista, tenía valores tradicionales típicamente castrenses: orden, disciplina, autoridad y amor a la patria. Su lema era “Patria, Religión y Monarquía”. Creía que bastaba la buena voluntad, la honradez y el patriotismo para gobernar un país; desconfiaba de los políticos y odiaba a los partidos. Combinaba las ideas regeneracionistas (se veía como el “cirujano de hierro” del que hablaba Joaquín Costa) con la influencia del fascismo italiano de Mussolini, a quien admiraba.
Apenas hubo oposición al golpe de estado. Sus apoyos sociales se encontraban entre la oligarquía de terratenientes e industriales católicos, el ejército, gran parte de las clases medias y también en el mundo obrero. Los socialistas no ofrecieron resistencia e incluso colaboraron con el régimen. Anarquistas y comunistas fueron los únicos que se opusieron, convocando manifestaciones y huelgas en contra del golpe de estado, lo que servirá de justificación al dictador para su ilegalización.
Etapas de la Dictadura
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1.- El Directorio Militar (1923-25):
La Dictadura se presentó como una solución provisional, para “poner orden y solucionar los males de España”. Era una dictadura autoritaria cuyas primeras medidas fueron: la suspensión de la Constitución de 1876 y de los derechos constitucionales, la disolución de las Cortes y el establecimiento de un Directorio militar, presidido por Primo de Rivera, encargado de gobernar el país. El dictador concentraba en sus manos todos los poderes (ejecutivo, judicial y legislativo, gobernando mediante decretos-ley) siendo asesorado por el resto de los militares. Colocó en los puestos claves de la Administración a militares (gobernadores provinciales, delegados del gobierno en los ayuntamientos).
Prohibió los sindicatos y las huelgas, mantuvo el orden público con mano dura. Acusó a los nacionalistas catalanes, tanto los autonomistas como los separatistas, de romper la unidad de España. Prohibió el uso oficial de la lengua y la bandera catalanas, e incluso bailar la sardana. Lo que logró con estas medidas fue radicalizar el catalanismo aún más, surgiendo un nuevo partido- Estat Catalá presidido por Maciá. Tampoco hizo caso a los nacionalismos gallego y vasco.
En 1924 formó la Unión Patriótica (UP), su partido político y el único legal, con un programa regeneracionista y calificado como de patriotas viriles, siguiendo el modelo fascista.
La decisión de Abd-el-Krim de atacar la zona del Protectorado francés en Marruecos posibilitó la realización de una acción militar conjunta contra el mismo. Las tropas españolas desembarcaron en la bahía de Alhucemas (septiembre de 1925) y vencieron a las kábilas rifeñas. Abd- el-Krim se rindió a las autoridades francesas. El final victorioso en la guerra de Marruecos fue el gran éxito de Primo de Rivera y le dio una enorme popularidad.