Nos encontramos ante un texto histórico de carácter político-social, destinado a la opinión pública española. Es una fuente primaria que contiene una opinión crítica sobre el sistema político del momento en que se publica. Su localización cronológica está situada en el año 1901, en el periodo de la Restauración, resultado del fracaso de la experiencia republicana. La formación durante el sexenio del partido alfonsino preparó el advenimiento al trono a un nuevo rey, Alfonso XII, el hijo de Isabel II. Su autor, Joaquín Costa, fue uno de los principales intelectuales críticos con el sistema de la Restauración y el texto se escribió en la coyuntura de los efectos del desastre de 1898, que dio lugar a la aparición del Regeneracionismo. Para analizar el texto primero debemos aclarar una serie de términos.
Términos Clave
- Oligarquía: Forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos de unas pocas personas, generalmente con gran poder e influencia.
- Caciques: Notables locales cuyos nombre derivaba de los mediadores indios del imperio español, en América. En la Restauración eran el último escalón de las clientelas políticas que formaban los partidos de turno, y que se ocupaban de dirigir el voto de las personas de su pueblo.
- Gobernador civil: Autoridad política en las provincias de España.
- Sufragio: Es el derecho político y constitucional a votar a los cargos públicos y electos.
Análisis del Sistema
La idea principal del texto es el análisis que hace el autor de las claves de funcionamiento y de la corrupción del sistema político de la España de la Restauración. En el análisis de las ideas secundarias, en primer lugar, Costa señala cuáles son los elementos esenciales del sistema político de la Restauración: oligarquías, caciques y gobernadores civiles, a quienes define de forma despectiva y son considerados como piezas claves del poder político de esta etapa. En el segundo párrafo, el autor explica la función de lo que él llama «elementos exteriores», puesto que su función manipuladora está alejada de los intereses del pueblo. Los oligarcas son considerados por Costa como las figuras más poderosas y enriquecidas de este sistema político. Les llega a denominar «primates». Por su parte, los caciques están distribuidos por toda España, sobre todo en las zonas rurales, y pueden ser de distintas categorías, según su importancia. Por último, pero no menos importante, los gobernadores civiles son cargos políticos que actúan como intermediarios entre los caciques y oligarcas. En las elecciones no es el pueblo el que decide, sino las clases dominantes, falsificando el sufragio y corrompiendo el sistema, falseando los resultados electorales. En el tercer párrafo expone la posición que ocupaba cada uno en el sistema: los caciques y los oligarcas («clase directora y gobernante»), se distribuían en ambos partidos (conservador y liberal). Joaquín Costa expone que no son sino agrupaciones interesadas en mantener sus privilegios, no son verdaderos políticos porque no representan a la nación, los compara con un cuerpo extraño al que solo le interesa tener el poder en su propio beneficio. En el cuarto párrafo explica que las clases conservadoras y gobernantes utilizan el poder para falsear los resultados electorales («corrupción del sistema») para que funcionara el turno de partidos, manteniendo al pueblo como meros figurantes.
Contexto Histórico
El sistema de la Restauración se formó en 1876 con la aprobación de la Constitución del mismo año, y respondía a la necesidad de los sectores conservadores de superar la reducción democrática y la amenaza republicana y carlista. Su principal ideólogo y autor de la puesta en práctica fue Antonio Cánovas, dirigente del Partido Conservador, quien en la etapa de 1876-1881 configuró los elementos esenciales del sistema. El turno de partidos se hacía con el Partido Liberal de Sagasta, quien desde 1881 comenzó la alteración en el poder. Las bases ideológicas del sistema se encontraban en la propia Constitución de 1876 que defendía la soberanía rey-cortes, en el bipartidismo, el sufragio censitario, el turnismo y el fraude electoral, mediante el uso del pucherazo y la presencia de los caciques, lo que da nombre de caciquismo al sistema. Las bases sociales residían en las burguesías media y alta, junto a ciertos sectores de clase media, aliados con el poder a través de las redes clientelares y el patronazgo. Por último, el funcionamiento del sistema se basaba en el falseamiento electoral, que determinaba por anticipado el resultado electoral. A pesar de que España ya podía considerarse como un Estado liberal, la corrupción del sistema canovista hizo que fuera un sistema liberal sin democracia. El Regeneracionismo defendía la necesidad que tenía España de reiniciar su vida desde otros fundamentos para alcanzar el desarrollo y prosperidad necesaria. La dictadura de Primo de Rivera terminó con este periodo.