Argentina: De la Dictadura a la Democracia (1973-1989)

El Retorno del Peronismo y la Crisis

Cámpora y el FREJULI

El 11 de marzo de 1973 se realizaron las elecciones presidenciales convocadas por la junta de comandantes. El Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), fórmula peronista encabezada por Héctor Cámpora («Cámpora al gobierno, Perón al poder»), ganó ampliamente. Cámpora contaba con el apoyo, especialmente, de la Tendencia Revolucionaria (izquierda y Montoneros). El 25 de mayo de 1973 asumió su cargo, y se acentuaron las disputas dentro del peronismo.

El Plan Gelbard

José Ber Gelbard, presidente de la Confederación General Económica (CGE), buscando frenar la inflación, declaró una tregua en la puja entre el capital y el trabajo: aumento de salarios, congelamiento del mismo y precios mantenidos. Este sería el punto de partida de profundas reformas económicas. Este Acta de Compromiso Nacional, firmado por la CGE y la CGT, se lo llamó: Plan Gelbard.

Reacciones frente al plan

Desde un principio se enfrentó a la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (APEGE) que nucleaba entidades como la Unión Industrial Argentina (UIA), la Bolsa de Comercio y la Sociedad Rural Argentina (SRA). Por otro lado, la CGT no había aceptado muy convencida el acta, ya que debía resignar sus métodos tradicionales de presión para obtener mejoras económicas.

El Regreso de Perón y la Masacre de Ezeiza

Las tensiones entre la derecha e izquierda peronista estallaron el 20 de junio de 1973, el día que Perón volvía a Argentina. Una muchedumbre se dirigió a Ezeiza a recibirlo y, antes de que el avión aterrizara, se inició un ataque a los sectores juveniles que se congregaban. En este acto vandálico participaron grupos civiles y militares al mando de José López Rega, secretario privado de Perón.

La Renuncia de Cámpora y la Ascensión de Lastiri

El 13 de julio de 1973, Cámpora renuncia y lo reemplaza Raúl Lastiri (yerno de López Rega), quien convoca a nuevas elecciones.

La Tercera Presidencia de Perón

Por el apoyo popular, Perón era el candidato a la presidencia. Algunos pensaron en Ricardo Balbín, titular de la Unión Cívica Radical (UCR), como vicepresidente. La Tendencia Revolucionaria propuso la candidatura de Cámpora. Pero ninguna de estas alternativas prosperó. Perón nombró como compañera de fórmula a su mujer, Isabelita (la fórmula «Perón-Perón» ganó con más de la mitad de los votos).

El país enfrentaba crecientes problemas: el plan económico no resultaba lo esperado, las tensiones en el peronismo eran cada vez peores. Asesinan a José Ignacio Rucci, secretario de la CGT (derecha peronista). La derecha avanzó sobre los espacios políticos que aún estaban en manos de sectores juveniles y la izquierda del sindicalismo (mediante la Alianza Anticomunista Argentina – AAA).

El 1 de mayo de 1974, los grupos de izquierda peronista interrumpieron el discurso a Perón, coreando: «¿Qué pasa, qué pasa, General? ¡Está lleno de gorilas el gobierno popular!». Ante la fuerte respuesta que recibieron de Perón, la Tendencia Revolucionaria dobló sus pancartas y se retiraron de la plaza, dejándola prácticamente vacía.

La Muerte de Perón y el Ascenso de Isabelita

El 1 de julio de 1974, Perón muere, mientras el plan se derrumba y Gelbard es reemplazado por Alfredo Gómez Morales (hasta 1975). Los Montoneros pasaron a la clandestinidad.

El Rodrigazo y la Caída de Isabelita

Argentina quedó en manos de Isabelita, muy influenciada por López Rega. En junio de 1975, Celestino Rodrigo, ministro de economía, lanzó un ajuste brutal en la economía: el dólar pasó de 10 pesos a 26; aumentaron los combustibles, los salarios no podían crecer más de un 40%. A esto se lo llamó el Rodrigazo (cuyo objetivo era desgastar los sindicatos y diluir la deuda de las empresas). La CGT decretó paro, Rodrigo renunció dos días después de López Rega.

El Proceso de Reorganización Nacional

El 24 de marzo de 1976, la junta de comandantes de las Fuerzas Armadas (formada por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti) derrocó al gobierno de Isabelita. Los golpistas lo llamaron Proceso de Reorganización Nacional y decían que iban a terminar con el desgobierno, la corrupción, etc. Depusieron gobernadores, clausuraron gobiernos políticos, forzaron la renuncia de la Corte Suprema de Justicia, disolvieron las cámaras de diputados y senadores y ocuparon los sindicatos. Y, por último, acrecentaron la represión sobre la guerrilla.

El Plan Económico de Martínez de Hoz

Tras el golpe, el ministro de economía sería José Alfredo Martínez de Hoz (hasta 1981). El 2 de abril de 1976 dio a conocer su plan: manifestaba la intención de «achicar el Estado» y «promover la libre competencia» (disminuyeron aranceles). Para frenar la inflación, redujeron gastos del Estado y se congelaron salarios. Se anunció una reforma financiera, la cual liberó el mercado cambiario y las tasas de interés.

El Terrorismo de Estado

El 24 de marzo de 1976, el gobierno impuso el terror para aislar a los grupos radicalizados y a cualquier civil que recibiera apoyo de ellos. Mediante represión indiscriminada, manipulación de información y tortura sistemática, el gobierno atemorizó a los políticos opositores, aniquiló a guerrilleros y desarticuló a sindicalistas. El terror fue una manera de controlar a la sociedad. Se desarticuló la sociedad civil, la privatización ilegítima de la libertad de personas. Esto ignoraba el habeas corpus (derecho del ciudadano detenido a poder declarar ante un juez para que resuelva si su arresto es legal).

Crisis Económica y Guerra de Malvinas

El Fracaso Económico de 1981

Roberto Viola nombra a Lorenzo Sigaut como ministro de economía, quien no pudo lograr que especuladores y ahorristas dejen de comprar dólares. Tomó créditos en el exterior para que las reservas del país no disminuyeran y para subsidiar entidades financieras. Esto aumentó la deuda externa. En mayo, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un documento donde criticaba los excesos de represión y la política económica. En julio, la UCR convocó a una junta multipartidaria para iniciar la transición democrática. Y, en noviembre, la CGT Brasil llamó a una marcha con la consigna «Paz, pan y trabajo». Estos llevaron a una recomposición de la junta: se reemplaza a Viola por Leopoldo Galtieri, quien queda a cargo del Poder Ejecutivo.

La Guerra de Malvinas

Galtieri, al asumir, nombra como ministro a Roberto Alemann, quien propone la desregulación de la economía (eliminación de normas que se aplican sobre la actividad económica) y la desestatización de la economía (privatización de empresas y sociedades del Estado, como YPF, Gas del Estado y Agua y Energía Eléctrica). Igualmente, este proyecto cae a pique con los gastos que tuvo que cubrir el Estado por la Guerra de Malvinas.

El Retorno de la Democracia

Las Elecciones del 30 de octubre de 1983

La derrota en la Guerra de Malvinas aceleró la transición a la democracia tras la caída de la dictadura militar. Los ciudadanos concurrieron en masa a adherirse a partidos políticos. El Partido Justicialista (PJ) continuó con los mismos candidatos: Ítalo Argentino Luder y Deolindo Felipe Bittel, dirigentes del Movimiento Peronista. La UCR cambió sus dirigentes: Raúl Alfonsín y Víctor Martínez representando el radicalismo (ganan con más del 50% de los votos).

El Gobierno Radical

Relación con la CGT

El 17 de diciembre de 1983, Alfonsín envía al Congreso un proyecto de reordenamiento sindical («Ley Mucci») para fiscalizar votaciones para designar dirigentes sindicales, controlar los fondos reunidos con aportes de afiliados y medidas que tendían a democratizar la dirigencia obrera. La CGT, encabezada por Saúl Ubaldini, se opuso a la ley, esta fue derrotada y empezaron allí los conflictos entre la CGT y la UCR.

La Cuestión Militar

Para consolidar la democracia, las Fuerzas Armadas debían hacer una autocrítica de lo que habían hecho durante la dictadura. Se enjuiciaría a los principales responsables de los crímenes cometidos desde 1976.

Juicio a las Juntas Militares

Se los imputaba por homicidio, privación ilegal de la libertad y culpables de desaparecidos. Sometían a los acusados al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, dando a las Fuerzas Armadas la oportunidad de juzgar a sus camaradas. Nueve meses después, solo habían dictado prisión para Massera. La Cámara Federal (tribunal civil) se hizo cargo del proceso. Videla y Massera fueron penados con prisión perpetua; Agosti, Viola y Lambruschini sentenciados a 4, 17 y 18 años de prisión, respectivamente.

Ley de Punto Final

Decía que las acciones penales se harían sobre aquellos que habían cometido delitos vinculados a la violencia política que no estuvieran prófugos.

Ley de Obediencia Debida

Establecía que los oficiales jefes, oficiales subalternos, suboficiales y personal de las Fuerzas Armadas no eran punibles. Los únicos delitos excluidos eran los de violación, sustracción y ocultación de menores o sustitución de su estado civil.

La Cuestión Económica

El gobierno radical debió enfrentar una crítica situación económica. Recibieron al país con una deuda total de 45.000 millones de dólares. Los militares habían agotado las reservas internacionales del Banco Central. La inflación era de un 20% por mes. En 1984 se formó el Grupo de Cartagena (países deudores latinoamericanos). La presión de los acreedores lo hizo fracasar. El ministro radical intentó reactivar la demanda: altos aranceles a los productos importados y retenciones en las exportaciones agropecuarias. Con ese dinero, otorgaba beneficios a los industriales. La política económica inicial era: aumentos graduales de salarios. Esta propuesta no satisfacía a la CGT, que reclamaba rápidas mejoras. Esto provocó la renuncia de Bernardo Grinspun.

El Plan Austral

Renuncia Grinspun, Alfonsín designa a Juan Vital Sourrouille, quien a mediados de 1985 da a conocer el Plan Austral, nuevo intento de controlar la inflación. Procedió a congelar precios, tarifas y salarios y se comprometió a no imprimir moneda para solucionar el déficit fiscal. Se creó el austral, que reemplazó al peso argentino. El Estado tenía menos déficit, las personas consumían más y las empresas producían más, pero las tasas activas de interés seguían siendo muy altas y el Estado se endeudaba cada vez más. En 1987 era claro que el Plan Austral había fracasado. La CGT realizó su octavo paro general. Se implementaron nuevas medidas, las cuales fracasaron junto con la UCR en las elecciones legislativas de 1987.

El Plan Primavera

En 1988 se implementó el Plan Primavera, que consistía en conseguir un acuerdo con empresarios de la UIA y la Cámara Argentina de Comercio para estabilizar precios. De inmediato, la CGT realizó otro paro general. El gobierno logró que el Banco Mundial financiara las deudas y otorgara nuevos préstamos. En marzo de 1989, Sourrouille fue reemplazado por Juan Carlos Pugliese. Alfonsín adelantó las elecciones de ese año, y el 14 de mayo ganó Carlos Saúl Menem (Frente Justicialista Popular – FREJUPO).

La Hiperinflación

Se desató una hiperinflación: aumento de precios sumamente intenso y desordenado. El dinero había perdido valor, y los grandes centros urbanos del país fueron el escenario de violentos estallidos sociales (saqueos y demás). Bajo esta crisis social, Menem asume su cargo seis meses antes.

La Primera Presidencia de Menem

Carlos Menem (1989-1995) sorprendió tomando decisiones que contradecían la doctrina justicialista. Anunció que impulsaría la modernización de la economía y la equidad social. Llamó a su modelo Sistema Económico Popular de Mercado (ideas liberales iguales a las de Álvaro Alsogaray). Designó como ministro de economía a Néstor Mario Roig y, al morir este, designa a Miguel Ángel Roig (ambos directivos de Bunge y Born). El problema en la economía era la inflación. Ambos ministros intentaron aplicar acuerdos de precios y salarios que fracasaron. Nombró como nuevo ministro a Domingo Cavallo, quien confisco los depósitos bancarios a corto plazo y los cambió por bonos en dólares a largo plazo.

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