LOS FELICES AÑOS VEINTE
El crecimiento económico norteamericano se prolongó durante los diez años que siguieron al fin de guerra (1918-1929). Fue una década de prosperidad, los felices años veinte donde el modelo de vida americano y los valores que los sustentaban prometían enriquecimiento y bienestar a sus ciudadanos. La expansión de Estados Unidos se basó en una profunda transformación en el proceso de producción de bienes, dominado por innovación técnica. El taylorismo y el fordismo contribuyeron a incrementar la productividad y a reducir costes. Por otro el aumento de los salarios obreros las campañas publicitarias, la compra a plazos y los préstamos bancarios abrieron el camino a la era del consumo de masas. La prosperidad se reflejó en un gran auge de la bolsa. Los buenos resultados empresariales hicieron aumentar la demanda de acciones.
LAS CONTRADICCIONES DE LA PROSPERIDAD
La prosperidad no benefició a todos por igual y a partir de 1926-1927 una serie de elementos anunciaron la crisis que se avecinaba. La agricultura conocíó graves dificultades. Los precios agrícolas no aumentaban tan rápido como los industriales. Muchos campesinos se habían endeudado para adquirir nuevas tierras y maquinaria con el fin de aumentar la producción. El mercado no pudo absorber toda esa producción. Los stocks se acumularon, los precios bajaron y muchos campesinos no pudieron devolver sus préstamos y perdieron sus tierras, sus máquinas y sus casas. En las industrias el aumento de los salarios fue mucho menor que el de los beneficios o el de la cantidad de los productos fabricados. Una parte de los norteamericanos cada vez tenía menos capacidad adquisitiva y la sobreproducción empezó a ser un problema.
EL CRAC BURSÁTIL DE 1929
Muchos accionistas eran conscientes de que la cotización de las acciones era muy superior a su valor real. La desconfianza cundíó entre los inversores, y el 24 de Octubre de 1929 (jueves negro) un gran oleada vendedora afectó a la bolsa de Nueva York. De repente todo el mundo quería vender sus acciones y nadie deseaba comprarlas. El valor cayó en picado desencadenando el crac bursátil de 1929.
Miles de inversores se arruinaron y el pánico se extendíó entre los ciudadanos, que acudieron a los bancos para retirar su dinero. Estos se vieron obligados a cerrar por falta de fondos ya que no pudieron cobrar los préstamos a particulares y a empresas arruinadas. El crac de la Bolsa precipitó la quiebra de muchos bancos. En pocos años la crisis se extendíó a todos los sectores de la economía y provocó una recesión económica generalizada. Ante el crecimiento del paro, el consumo disminuyó y muchas fábricas cerraron al no poder vender su producción. El número de parados aumentó a 13 millones en 1932.
LA LUCHA CONTRA LA CRISIS, NEW DEAL
Ante la extensión de la crisis, tanto Estados Unidos como la mayoría de los países europeos adoptaron medidas para paliar sus defectos y propiciar la recuperación de la economía. El presidente Franklin Roosevelt elegido en 1932 propuso el New Deal, un programa basado en las ideas del economista J.M.Keynes que defendía la intervención del Estado en economía: Principales ámbitos: -Económico: se propuso ayudar a las empresas privadas en dificultades, a través de subvenciones, crear empresas públicas en sectores sin incentivos para la inversión privada y destruir los stocks agrícolas acumulados.
. Además, el Estado establecíó un control sobre los bancos, vigilando sus depósitos y obligándolos a facilitar el préstamo con bajos intereses.-Social: Para luchar contra el paro, el Estado promovíó un gran plan de obras públicas incentivó el aumento salarial y redujo la jornada laboral a 40 horas semanales.
3.1929 EJEMPLO DE CRISIS DE LA ECONOMÍA CAPITALISTA
A. CICLO DE PROSPERIDAD
La prosperidad de EEUU en la década de 1920 se debíó en gran medida a los beneficios generados por la venta de productos durante la Primera Guerra Mundial y la enorme cantidad de préstamos con altos intereses que les debían devolver los países europeos. Era lógico que las acciones de las empresas, que parecían tener amplios beneficios, elevaran su valor en la bolsa. Pero ya hemos visto que en poco tiempo ni la agricultura ni la industria podían vender tanta cantidad de productos, en parte porque los salarios de los trabajadores no permitían mantener el crecimiento constante del consumo, a pesar del recurso al crédito.
B.ESPECULACIÓN BURSÁTIL
Lo que se produjo fue una burbuja especulativa. Una desconexión entre la economía real y la economía productiva. El aumento del valor de las acciones se producía por el convencimiento entre los inversores de que podían obtener grandes beneficios, mientras durase esa época de alza, simplemente comprando y volviendo a vender. Había mucho dinero interesado en invertir, pero también de recurrir al crédito para jugar en la bolsa. Es más, se llegaba a crear empresas ficticias, y con operaciones complejas se corría la voz de que existía una gran demanda de sus acciones e inmediatamente su valor subía. Si al cabo de unos meses se vendían las acciones, se ganaba mucho dinero sin que nadie tuviera en cuenta qué hacía, ni qué vendía, ni qué rendía ese producto.
C.DE LA CRISIS BURSÁTIL A LA CRISIS ECONÓMICA
Cuando a partir de Octubre de 1929 se produjo el hundimiento de la bolsa, la primera consecuencia fue la crisis en la banca. El hundimiento del sistema bancario norteamericano se produjo sin que la Reserva Federal (Banco Central de EEUU) inyectase liquidez, salvara los depósitos de los contribuyentes o impidiera su quiebra. El sistema capitalista funciona con el dinero en circulación y con el crédito. Los bancos no poseen en metálico el dinero que se deposita en ellos. Lo invierten también en bolsa o lo prestan con intereses a particulares. Cuando los bancos no pueden recuperar el dinero invertido o prestado, el sistema económico se colapsa y se produce las crisis de la industria, del comercio y de la agricultura.
D. MUNDIALIZACIÓN DE LA CRISIS
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Desde Estados Unidos la crisis bancaria se extendíó al resto del mundo. Provocó que inmediatamente el crédito se redujera, los inversores retirasen los capitales depositados en los bancos europeos y las empresas norteamericanas disminuyeran sus inversiones. Asimismo, las importaciones estadounidenses cayeron en picado, con lo cual el comercio mundial sufríó una gran recesión. La crisis de EEUU en la década de 1930 arrastró a muchos países de Europa y del resto del mundo provocando la quiebra de bancos, el descenso de la producción del comercio y el aumento del paro.