La autarquía consistía en alcanzar la autosuficiencia económica a partir del aislamiento del exterior y de la sustitución del mercado por la intervención generalizada de la Administración. El resultado fue el bloqueo del crecimiento económico, la reducción de la competitividad y el desaprovechamiento de la favorable coyuntura económica que conocíó Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Durante este periodo ocurrieron también desastres naturales y de otra índole a los cuales hubo que hacer frente con los escasos medios de que se dispónían y sin apenas ayuda exterior: el incendio deSantander, y las inundaciones de Valencia del año 57, o las del Vallés, fueron las catástrofes más importantes aunque no las únicas. La autarquía tuvo dos grandes ejes de actuación: a)
Reglamentación de las relaciones económicas con el exterior: las exportaciones e importaciones estuvieron totalmente controladas por el gobierno. Con esta medida se pretendía determinar los productos fundamentales y los que eran superfluos b)
Fomento industrial, impulsándose sobre todo las industrias de bienes de equipo. En 1941 se nacionalizó la red de ferrocarriles con la creación de RENFE y se creó el INI que abarcaba un conglomerado de empresas públicas; intentó producir el máximo posible, con independencia de los costes, y en el mayor número de sectores, al margen de que existiesen las condiciones favorables para desarrollar las actividades propuestas.
En estos primeros años fue cuando se constituyeron las principales empresas nacionales como Iberia, ENDESA, SEAT …
También el estado impulsó las obras públicas como pantanos, saltos de agua … El objetivo de alcanzar la autosuficiencia frente al exterior fue un fracaso.
Desde el primer momento las malas cosechas, la política de precios … Obligó a importar alimentos desde el exterior y, concretamente, de la Argentinade Perón, medida que contribuyó a paliar el hambre de muchos españoles.
Sin embargo la escasez de divisas y su uso en la compra de alimentos impidió importar las materias primas y los productos fabricados imprescindibles para el sector industrial.
La política agraria era acorde con el proceso de ruralización que se inició en nuestro país y que perduró hasta la segunda mitad de los años 50. Un instrumento fundamental para la política agraria del franquismo fue la creación del Instituto Nacional de Colonización, organismo que desde la década de . Los años cincuenta convirtió en regadío grandes extensiones de secano en todo el territorio nacional. Miles de familias de colonos fueron reasentadas en estos nuevos regadíos, especialmente importantes en Extremadura, La Mancha, Andalucía o Aragón.
ASPECTOS POLÍTICOS.-
La segunda etapa del régimen de Franco se abre prácticamente en los años sesenta, una década extraordinaria para la sociedad española, en la que se convirtió en una sociedad industrial. Durante la década de los años sesenta se producen en España cambios sociales y económicos que condicionan una gran parte de la contemporaneidad española. El régimen franquista,’ que ha sobrevivido a la etapa autárquica gracias al nuevo clima internacional de la guerra fría, inicia, con la ayuda de los Estados Unidos y de los organismos económicos internacionales, una amplia operación de ajuste y liberalización de la economía española.
En la segunda remodelación de gobierno que tuvo lugar en 1957, entraron como ministros los primeros tecnócratas del OPUS DEI (Institución católica fundada por José
María Escrivá de Balaguer en 1928 y dedicada al fomento y propagación de la moral católica), que será muy influyente en la España de los años sesenta
. La política del régimen iba a experimentar un sensible cambio, que, sin alterar para nada sus bases dictatoriales y profundamente antidemocráticas, iniciaría una reorientación de la política económica basada en el abandono de la autarquía.
La tecnocracia daba más importancia al progreso económico que a los principios políticos. El objetivo era liberalizar la economía española e integrar a España en el mercado capitalista occidental. Desde 1957 hasta comienzos de los años 70, los ministerios claves en la economía se entregaron a hombres procedentes del OPUS DEI. Su objetivo era liberalizar la economía española, integrar a España en el mercado capitalista occidental y justificar el régimen por sus resultados económicos. Los ministros pertenecientes al Opus Dei fueron aumentando su número, hasta que ya en 1969 se habla, por primera vez, de un gobierno monocolor por el predominio de los ministros pertenecientes a esta institución.
Una nueva orientación católica,que se apartaba de la ideología falangista, hizo que pasaran a controlar también, sectores como la educación, la información, la justicia.
En 1962 se creó la figura del vicepresidente del gobierno, cargó que ocupó desde 1967 Luis Carrero Blanco, quien se convirtió en el indiscutible hombre fuerte del régimen. En 1970 el cargo de vicepresidente se convirtió en el de Presidente del Gobierno.
La última Ley
Fundamental, la Ley Orgánica del Estado de 1967, pretendíó ser una culminación y recapitulación de todas la Leyes Fundamentales anteriores.
El régimen dijo entonces que ésta representaba la definitiva «Constitución» española. La Ley de Sucesión de 1969 establecíó el mecanismo de la sucesión de Franco en Don Juan
Carlos que prestó su juramento de fidelidad a los Principios del Movimiento, recibiendo el título de príncipe de España. N o se trataba de un regreso a la anterior Monarquía, sino de la instauración de una nueva, aunque con la misma dinastía Borbón.
ASPECTOS ECONÓMICOS.-
A partir de la década de los sesenta se pone fin a la autarquía económica, y entre esta fecha y hasta
1974 la economía experimentó un proceso de transformación sin precedentes. Es la época de la tecnocracia y el desarrollismo. España se incorporó al reducido grupo de países industriales y este hecho se debíó a lafase expansiva dominante entonces en la Europa más desarrollada, es decir, a la coyuntura económica internacional, y también a la base industrial interna consolidada en nuestro país a 10 largo del siglo.
Las primeras medidas del nuevo equipo económico que se formó en 1957, intentaban atajar el alza de precios y el alarmante déficit: se subieron los tipos de interés, se reformó el sistema fiscal para garantizar mayores ingresos a la Hacienda, secongelaron los sueldos públicos … En 1958 España entra en el FMI y en el Banco Mundial, y tras dar garantías de que se estaba preparando un plan de reforma económica, ambos organismos y los EEUU se comprometieron a financiarlo.
El Plan de Estabilización de 1959 contribuyó al fin de la autarquía y a la concesión de préstamos por parte de los organismos internacionales con el fin de hacer frente al agotamiento de las reservas de oro y divisas y salvar el equilibrio entre importaciones y exportaciones, y significó también el inicio de la etapa final de la industrialización en España. A cambio de estas ayudas, el gobierno español se comprometía a reducir el intervencionismo y a suprimir las trabas burocráticas, a reducir los salarios y el dinero en circulación, al recorte del gasto público, así como a la apertura de la economía española a las inversiones extranjeras y a las mercancías del exterior.
El resultado inmediato fue un fuerte parón económico, pero los objetivos de reducción drástica del déficit y la acumulación de capitales se cumplieron, de modo que a partir de 1961 se inicia un relanzamiento de la economía española que se basó en el aumento del sector industrial y de servicios y que permitíó un proceso de modernización que afectó profundamente a la sociedad española.
Se promulgaron tres Planes de Desarrollo que centraron su interés en el sector industrial y que intentaban orientar, más que dirigir, las inversiones privadas. Se trataba de conseguir en un periodos de tres años una serie de objetivos de crecimiento ensectores claves mediante incentivos fiscales, ayudas a la exportación y subvenciones estatales. Se emprendieron dos grandes líneas de actuación:
a.- Solucionar las deficiencias estructurales, como las pequeñas dimensiones de las empresas y su baja productividad.
b.- Crear polos de desarrollo para reducir los desequilibrio s económicos regionales promoviendo nuevas industrias en zonas de escasa industrialización.
La planificación no fue la causa del dinamismo económico de los años 60, ya que las previsiones de los planes no se cumplieron, y se debe más a que la iniciativa privada confiaba más en la coyuntura internacional que en la planificación estatal. De todas maneras hubo un proceso de gran expansión económica y de gran desarrollo de la industria.
La atracción que el crecimiento de la industria produjo sobre la mano de obra provocó un intenso trasvase de trabajadores campesinos que emigraron hacia las grandes ciudades.
Al mismo tiempo, otra oleada de trabajadores en paro se veía obligada a buscar empleo en los países europeos. El resultado fue el alza de los salarios en el campo, al disminuir la oferta de mano de obra, lo que a su vez impulsó la mecanización de las tareas agrícolas y la consiguiente demanda de bienes industriales por parte del sector agrario español. Así modernización agrícola y despoblamiento del interior fueron fenómenos paralelos.
El proceso de expansión industrial se basaba en los bajos salarios y en la acumulación de capitales generada durante los años cincuenta, a la que vino a sumarse la masiva introducción de inversiones extranjeras en los sectores punta del proceso de crecimiento. Como, además, la tecnología procedía del extranjero la economía española pasó a depender por completo del exterior.
El déficit de la balanza de pagos se cubríó gracias a tres recursos: en primer lugar los ingresos procedentes del turismo, yaqué durante el segundo franquismo España fue la meta de millones de turistas europeos: franceses, británicos y alemanes principalmente, cuyos países se encontraban en pleno boom económico después de la recuperación de los desastres de la Segunda Guerra Mundial. Los turistas llegaban a nuestro país atraídos por los precios bajos, por el carácter abierto de los españoles, por el sol permanente y las playas espléndidas en un medio costero todavía sin degradar. El turismo, además de enjuagar la balanza de pagos con las aportaciones de muchos millones en divisas, produjo en nuestro país otros efectos no siempre positivos como fue un cambio importante en la estructura de los sectores productivos, una masificación de la oferta lo que atrajo un turismo de escasa capacidad económica, y un deterioro importante del paisaje natural.