En 1807 se produce en España el pacto entre ésta y Francia conocida comoTratado de Fontainebleu, por el cual España permitía a las tropas deNapoleón pasar a través de España para conquistar Portugal. Los franceses aprovechan este permiso para situarse en puntos estratégicos de la Península (Madrid, Barcelona y Vitoria).
Ese mismo año estalla el “Motín en Aranjuez”, ciudad donde se encontraban los reyes, quienes aconsejados por Godoy se retiran hacia el sur para evitar que caigan en poder de Napoleón. El motín hace caer a Godoy y provoca la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando. Napoleón llama a ambos a Bayona donde abdicaron en la persona de Napoleón Bonaparte quien nombra rey a su hermano José I en Junio de 1808 y convocó a Cortes a fin de aprobar una Constitución otorgada a España o carta otorgada.
Las nuevas reformas que pretendía implantar tenían como objetivo la liquidación del Antiguo Régimen siguiendo el modelo francés, pero tuvieron escaso apoyo, limitado exclusivamente a los llamados afrancesados que veían en Francia un modelo de progreso y no confiaban en una victoria militar. El grueso de la población se opuso a la invasión y consideraron el nuevo gobierno ilegítim
El 2 de Mayo de 1808 mientras abandonaban el palacio el resto de la familia real una multitud se congrega ante el palacio para impedir su partida alzándose contra los franceses los cuales los reprimen brutalmente, como reflejó Goya en su magnífico cuadro. A pesar de ello, el ejemplo cundíó en todo el país y un movimiento de resistencia popular frenó el avance de las tropas imperiales de Napoleón.
Surgirán de esta manera Juntas de armamento y defensa ante el vacío de poder creado por las abdicaciones, integradas por partidarios de Fernando VII. Las Juntas fueron primero de carácter local pero la necesidad de coordinación dio lugar a la creación de Juntas Provinciales de Resistencia que declaran la guerra a los franceses y buscan el apoyo de Gran Bretaña. Tras la victoria de Bailén se decide la formación de una Junta Suprema Central que inicia la defensa del país ante los invasores franceses.La guerra de guerrillas y los sitios:
La resistencia de la invasión se realizó mediante una forma espontánea, popular y más eficaz de lucha armada, lasguerrillas, pequeños grupos locales cuyos miembros eran principalmente labradores, artesanos, estudiantes, abogados… aunque sus dirigentes solían pertenecer a las élites cultas: militares y clérigos. Entre estos jefes destacaron algunos como “el Empecinado” o Espoz y Mina. El fenómeno de las guerrillas se basaba en un estricto conocimiento del terreno, el apoyo popular, reconocimiento de la inferioridad militar y afán por hostigar y destruir al enemigo, fundamental papel del factor sorpresa. Actuaban principalmente en serranías y penillanuras y no a campo abierto, desconcertando al ejército napoleónico, cortando sus comunicaciones.
Por otro lado el inicial carácter desorganizado de la resistencia parecía confirmar las previsiones de Napoleón de que la invasión sería rápida y fácil, sin embargo, la resistencia de ciudades como Girona o Zaragoza, sometidas a los sitios, soportando bombardeos y hambre inmovilizó parte del ejército francés e impidió el avance hacia el Levante. La derrota de los invasores en Bruc y sobre todo en Bailén impidieron la conquista de Andalucía y forzaron a José I a abandonar Madrid y replegarse hacia el Ebro, por lo que Napoleón se desplazó a España con un ejército de 250000 hombres. En un mes José I se instaló de nuevo en Madrid y su dominio se extendíó por el territorio español durante 1809.
En 1812 el curso de la guerra quedó afectado por la campaña que Napoleón inició en Rusia y le obligó a retirar miles de efectivos de la Península. Ante ello las tropas españolas apoyadas por la guerrilla y por el ejército británico al mando de Wellington consiguieron la victoria en Arapiles que marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra. Incapaz de mantener los dos frentes, Napoleón decidíó pactar el fin del conflicto con los españoles, y permitir el retorno deFernando VII. A finales de 1813 las tropas abandonaron España.
2. LAS CORTES DE CÁDIZ
La mayoría de los españoles no aceptó la nueva dinastía francesa (José I) impuesta por Napoleón ni las instituciones que colaboraban con la misma (Junta de Gobierno nombrada por Fernando VII y Consejo de Castilla). Los sublevados consideraron que, ante el vacío de poder, la soberanía recaía en el pueblo y eligieron las juntas locales o provinciales como instituciones representativas. Esas juntas se coordinaron en una Junta Suprema Central que, más tarde, fue sustituida por un Consejo de Regencia. El objetivo era no sólo la lucha contra los invasores, sino también la realización de las reformas políticas que se venían pidiendo desde el motín de Aranjuez. De este modo, la Junta Central, confinada en Cádiz por el avance francés, llevó a cabo una convocatoria de Cortes, en torno a la cual surgieron tres tendencias políticas diferenciadas:
-Los conservadores, cuyo principal representante fue el conde de Floridablanca, defendían el estado absolutista y eran contrarios a la convocatoria de Cortes.
-Los centristas o jovellanistas (seguían el criterio de Jovellanos) eran en su mayoría ilustrados que, al contrario de los ilustrados afrancesados, no aceptaron ponerse al lado de José I. Defendían una vía intermedia entre los que preferían el absolutismo y los que veían en las Cortes la representación de la soberanía nacional. Creían que las Cortes debían limitar el poder del rey, pero sus reformas debían ser moderadas y no revolucionarias.
-El sector de jóvenes liberales, después, integrarían el “partido liberal”. Entendían que la soberanía se había transferido revolucionariamente a las juntas y a los poderes surgidos de ellas. Las Cortes debían ser, por ello, la representación de la soberanía nacional.