Antecedentes y causas de la revolución
En el Siglo XVIII las Trece Colonias que Gran Bretaña poseía en la costa este de América del Norte se sublevaron y lograron la independencia tras una dura lucha, apoyándose en los principios ideológicos liberales. Surgieron así los Estados Unidos de América. La repercusión de la revolución norteamericana fue enorme en el resto de América y en Europa. Significó el triunfo de las ideas de la Ilustración y del liberalismo Figuras como Thomas Jefferson, redactor de la Declaración de Independencia, inspiraron a los revolucionarios de todo el mundo. Tuvo gran influencia sobre la inmediata Revolución francesa, que se inspiró en sus ideales de libertad y soberanía nacional. Como primera rebelión anticolonial, fue un ejemplo para la posterior emancipación de la América hispánica. Durante el reinado de Luis XVI estalló en Francia una revolución que conmociónó al resto de Europa e inició una época que sentaría las bases del mundo actual. El malestar generalizado que había en Francia tenía causas variadas.
Hambruna
Las malas cosechas durante la década de 1780 provocaron el alza desorbitada del precio del pan, alimento básico de las clases populares. El hambre se convirtió en rabia: estallaron motines y se produjeron asaltos de tiendas, acusando a los comerciantes de acaparadores y especuladores.Problemas financieros
Se produjo la quiebra de las finanzas del Estado, arruinado por el lujo de la corte y por el gasto que había supuesto la ayuda militar francesa a los colonos norteamericanos en su guerra de Independencia.Absolutismo
A la pervivencia de la monarquía absoluta se opónían las ideas ilustradas, ampliamente difundidas por todo el país. El tercer estado, formado por la gran mayoría de la sociedad, demandaba poder influir en la toma de decisiones políticas.Privilegios
La población estaba cada vez más irritada por la desigualdad y los privilegios relacionados con la sociedad estamental. Mientras que la burguésía y los sectores populares estaban cargados de impuestos, la nobleza no pagaba nada. Los sectores populares aspiraban a suprimir los derechos feudales.
Estallido de la revolución
En 1788, el rey Luis XVI convocó los Estados Generales, una reuníón de los representantes de los tres estamentos: nobleza, clero y estado llano. Fue el inicio de un proceso que condujo al estallido de la Revolución. Vamos a conocer la cronología de estos momentos cruciales.
-Estallido de la revolución fechas importantes:
20 de Junio: Proclamación de la Asamblea Nacional. 9 de Julio:La Asamblea Nacional se convierte en asamblea constituyente.
14 de Julio:Asalto y toma de la cárcel real de la Bastilla en París. 27 de Agosto: Fin de los derechos señoriales y Declaración del Hombre y del Ciudadano. -Monarquía constitucional: 21 de Junio:Huida fallida de Luis XVI y detención real. 3 de Septiembre: Aprobación de la Primera Constitución de la historia de Francia y aprobación de la monarquía. Ante la negativa del rey a aceptar el voto individual, los diputados del tercer estado, que representaban al 96 % de la población, abandonaron los Estados Generales y se constituyeron, por separado, en Asamblea Nacional. Dieron a su asamblea el apelativo derivado de la palabra más revolucionaria, nacíón, que consideraban como el “conjunto de los ciudadanos con voluntad propia”.
Algunos miembros del bajo clero y de la nobleza también se unieron a la nueva asamblea, lo que reforzó su carácter nacional. Al conocer estos sucesos, el pueblo de París salíó a la calle. El 14 de Julio de 1789 asaltó la fortaleza de la Bastilla, símbolo de la autoridad real; comenzó así la revolución popular. A la vez, los diputados de la Asamblea Nacional acabaron con el Antiguo Régimen tomando varias decisiones. Vamos a verlas. Redactar la Constitución civil del clero, que reducía a los clérigos a la condición civil de ciudadanos. Proclamar la abolición de la sociedad estamental e instituir el principio de igualdad de todos los hombres ante la ley. Aprobar la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que recogía los derechos naturales e inalienables de las personas. Adoptar el lema “Libertad, igualdad, fraternidad”. De la Asamblea Nacional a la Asamblea legislativa La Asamblea Nacional se transformó en Asamblea Constituyente. Sus trabajos culminaron con la aprobación de la Constitución de 1791, la primera de la historia de Europa. Al jurarla, Luis XVI abolíó el absolutismo, pues tenía que someterse a la voluntad de la nacíón y aceptar la división de poderes.
La República
10 de Agosto: asalto al palacio de las Tullerías 21 de Septiembre: proclamación de la Primera República francés Convencíón girondina Primera coalición internacional contra Francia Convencíón jacobina
21 de Enero: ejecución de Luis XVI Junio: comienza la Convencíón jacobina 24 de Junio: aprobación de la Constitución de 1793 (democrática) Comienzo del Terror El Terror
Gran Terror 28 de Julio: reacción termidoriana Convencíón moderada El Directorio
26 de Octubre: aprobación de la Constitución de 1795 (moderada) Gobierno del Directorio Terror Blanco Golpe de Estado 9 de Noviembre: Golpe de Estado del 18 de brumario Comienzo del Consulado de Napoleón Bonaparte Luis XVI había jurado la Constitución forzado por los acontecimientos. Además, por su forma de actuar terminó acusado de simpatizar con las tropas extranjeras que invadían Francia. En Agosto de 1792, el pueblo atacó el palacio de las Tullerías y la familia real fue apresada. Con la caída del rey, empezó la Primera República francesa, gobernada por una asamblea llamada Convencíón (1792-1794). Una de sus primeras medidas fue el juicio y la ejecución de Luis XVI. La muerte del monarca provocó una gran conmoción internacional y dio origen a una coalición contra Francia. Además, se produjeron rebeliones contrarrevolucionarias en algunas regiones. En Junio de 1793, comenzó la Convencíón jacobina, respaldada por los sectores populares y la pequeña burguésía, dirigida por Robespierre. Se emprendieron importantes reformas sociales, pero a la vez se impuso una violenta dictadura. Vamos a conocer sus principales medidas. Redistribución de la propiedad agraria, que multiplicó el número de campesinos propietarios, y fijación de precios máximos. Aprobación de la Constitución de 1793. Establecía el sufragio universal masculino y reconocía el derecho a la educación, al trabajo y a la asistencia pública. Reclutamiento masivo para enfrentar la guerra contra la Coalición internacional. Detención y ejecución de miles de opositores y de revolucionarios moderados, por lo que a este período se lo conoce como la época del Terror.
Del Directorio al Consulado
La represión jacobina, la violencia y el gobierno dictatorial hicieron aumentar el descontento. En Julio de 1794, los moderados se organizaron y dieron el Golpe de Estado de Termidor, que provocó la caída de Robespierre, al que ejecutaron. La nueva Constitución de 1795 restablecíó el sufragio censitario y entregó el gobierno a un Directorio, formado por cinco miembros.La violencia no acabó ahí, ya que el Directorio emprendíó el Terror Blanco; es decir, la persecución de los líderes y partidarios de la etapa anterior El gobierno intentó regresar a principios de 1791, pero encontró la oposición de los monárquicos absolutistas y de los republicanos radicales. Mientras, seguían las coaliciones europeas contra la Francia revolucionaria. En estas guerras sobresalíó un joven general llamado Napoleón Bonaparte. En un ambiente de crisis, la debilidad del Directorio y el prestigio del Ejército, creciente por sus victorias sobre las coaliciones internacionales, abrieron la posibilidad de un Golpe de Estado. El 18 de brumario (9 de Noviembre) de 1799, Napoleón dio un Golpe de Estado que puso fin al Directorio. Junto con Sieyès y Ducos, formó un Consulado para gobernar Francia de forma colegiada y evitar dictaduras como la de Robespierre. Pero Napoleón concentró el poder y se aprovechó del deseo de estabilidad de los franceses, cansados de los excesos revolucionarios. De primer cónsul pasó a ser cónsul vitalicio y, finalmente, en 1804, se proclamó emperador.
El Imperio de Napoleón
Napoleón creó un nuevo régimen político con el que buscó imponer el orden e institucionalizar algunos cambios importantes ocurridos durante el proceso revolucionario.Política
Promulgó un código civil, el código napoleónico, que sanciónó la igualdad de todas las personas ante la ley. Supuso un nuevo orden institucional que sustituía la legislación del Antiguo Régimen y fue la base del código civil de muchos países del mundo. Autorizó el regreso de los exiliados, a la vez que organizó la acción policial para enfrentar los desórdenes públicos.Religioso
Restablecíó las relaciones con la Santa Sede mediante la firma de un Concordato (1801), pero no reconocíó al catolicismo como religión oficial. La Iglesia renunció a reclamar las tierras que le confiscaron durante la Revolución; el Estado le pagaría un salario al clero y este juraría lealtad al Estado. Además, Napoleón se comprometía a abolir el calendario revolucionario y regresar al tradicional calendario gregoriano.Administrativas
Implantó una administración centralizada y la división del territorio en departamentos, gobernados por un prefecto. El principio de las carreras abiertas al talento permitía a los burgueses asumir altos cargos en la Administración del Estado, e incluso creó una nueva nobleza a la que se accedía por méritos, no por nacimiento. Educativas Unificó la enseñanza en toda Francia y creó la red de institutos de enseñanza media, llamados liceos, cuyo objetivo era la formación de dirigentes y funcionarios.
Napoleón desarrolló una política expansionista que provocó continuas guerras con las principales potencias, como Austria, Prusia, Rusia y Gran Bretaña, que formaron sucesivas coaliciones militares contra Francia. Durante muchos años, Napoleón controló Europa de modo directo o indirecto. Obtuvo numerosas victorias frente a sus enemigos y diseñó un nuevo mapa, cambiando las fronteras europeas. El único país que resistíó el dominio francés fue Gran Bretaña, al que intentó vencer mediante enfrentamientos navales y el bloqueo continental, que prohibía a los puertos comerciar con los navíos británicos. Tras la campaña de Rusia, Napoleón tuvo que levantar nuevos ejércitos para hacer frente a las potencias europeas coaligadas contra él. En Octubre de 1813, se produjo la batalla de Leipzig, también llamada la “batalla de las Naciones”, que fue el mayor enfrentamiento armado de toda la guerra. Tras ella, los ejércitos aliados invadieron Francia y Napoleón se vio obligado a abdicar. Lo desterraron a la isla de Elba, cerca de la costa italiana. Un año después, en 1815, Napoleón consiguió volver a Francia y gobernar de nuevo durante el período conocido como el Imperio de los Cien Días. Finalmente, lo derrotaron en la batalla de Waterloo y acabó desterrado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico, donde fallecíó en 1821.
El sistema de la Restauración
Los vencedores de Napoleón se reunieron en Viena entre 1814 y 1815, en un congreso que se propónía reorganizar Europa. Estaban representados casi todos los estados europeos, pero las decisiones correspondieron solo a cuatro grandes potencias. Gran Bretaña, una de las grandes vencedoras, defiende el equilibrio europeo de poder para que ninguna potencia amenace sus intereses. El zar de Rusia se considera el vencedor de Napoleón. Desea expandir sus fronteras y su influencia política sobre Europa. Prusia, que ha tenido un papel destacado en la guerra, pretende ampliar su territorio y controlar la nueva Confederación Germánica. Austria, país anfitrión, defiende el equilibrio continental y ve con recelo las aspiraciones prusianas sobre la Confederación Germánica. En las mesas de trabajo del Congreso estuvieron importantes líderes políticos y diplomáticos de la época, incluyendo los de la Francia borbónica. Metternich Canciller de Austria y principal ideólogo del Congreso Castlereagh Ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña Zar Alejandro I de Rusia llevó las negociaciones en persona, al frente de una nutrida delegación. Talleyrand Exministro de Napoleón y jefe de la delegación francesa al servicio del rey Luis XVIIIPríncipe de Hardenberg Primer ministro del rey de Prusia, Federico Guillermo III El organizador y la figura clave del proceso fue el representante del emperador de Austria: el canciller Metternich. Ante los congresistas se presentaban tres posibilidades. Respetar el ordenamiento de Europa impuesto por la política de Napoleón. Crear un orden nuevo aceptando al menos una parte de las reformas liberales Volver al Antiguo Régimen, a la situación anterior a la Revolución francesa. Finalmente, se optó por la última de las tres posibilidades, la más conservadora, inaugurándose así el sistema internacional conocido como la Restauración.El sistema de la Restauración establecido en el Congreso de Viena se inspiraba en varios principios fundamentales.
Legitimismo
Se acordó restablecer el poder absoluto de los soberanos y fortalecer la idea de la legitimación sobre la base del derecho divino, lo que supónía estrechar la relación entre trono y altar.Este hecho se denominó legitimismo monárquico Se devolvíó el trono a las monarquías tradicionales, consideradas únicas depositarias de la legitimidad política. Los reyes Borbones Luis XVIII y Fernando VII regresaron a los tronos en Francia y España, respectivamente.Intervencionismo
Las potencias firmantes se tomaron el derecho de intervenir militarmente contra aquellos que pusieran en peligro los principios de la Restauración. Crearon la Santa Alianza para proteger a los monarcas absolutistas frente a las posibles revoluciones que pudieran estallar. Si uno de ellos era amenazado, los demás acudirían en su ayuda.Equilibrio
El Congreso rediseñó el mapa de Europa con la intención de alcanzar un mayor equilibrio de poder entre los países. Acordaron permitir la expansión territorial de algunos Estados, como los reinos de los Países Bajos, Cerdeña y Prusia, con los cuales querían frenar una posible resurrección de las ambiciones expansionistas de Francia.Sistema de congreso
El Congreso de Viena inauguró una nueva concepción de la política exterior en Europa: la celebración de congresos para resolver los problemas internacionales. Los congresos que se convocaron en años posteriores decidieron intervenciones contra los liberales en Nápoles (1820) y en España (1822).
Tras la aprobación de la Constitución se eligió una nueva cámara denominada Asamblea Legislativa, encargada de promulgar las leyes que garantizasen las conquistas revolucionarias. En su seno se configuraron dos corrientes políticas principales: girondinos y jacobinos.
Los girondinos eran liberales moderados, partidarios de la monarquía constitucional y del sufragio censitario, es decir, restringido a los poseedores de un cierto nivel de rentas, lo que excluía del censo electoral a los sectores populares. Sus principales dirigentes fueron Brissot y Rolande. El nombre “girondino” se debe a que el partido se formó en torno a algunos diputados de la Gironda, departamento del suroeste de Francia.
Los jacobinos eran defensores de un modelo más democrático, aspiraban a proclamar la república y a establecer el sufragio universal masculino. En economía, querían controlar los precios para evitar el encarecimiento de los alimentos básicos. Sus principales dirigentes fueron miembros de la pequeña burguésía, como Robespierre, Danton y Marat. Se llamaron “jacobinos” porque su sede estaba en el convento de los frailes jacobinos de París.
La convencíón del terro
Tras el estallido de la Revolución, el proceso se profundizó y se hizo más complejo, debido a las diferentes corrientes políticas y a la reacción que desencadenó en Europa.