Bienes raíces desde el punto de vista histórico

Búsqueda de un cambio en el sistema de propiedad, importante dentro de la revolución burguesa. La definición es: incautación del Estado de bienes raíces de propiedad colectiva (eclesiástica o civil)

Habrá que diferenciar entre desvinculación (tierras pertenecientes a Mayorazgo) y desamortización, implicando el segundo una pérdida de sus bienes (que pasan al Estado).

1.2.- Cronología

Principales períodos desamortizadores en el reinado de Isabel II, durante la regencia de Mª Cristina y Espartero, y posteriormente durante el llamado Bienio Progresista (1854-1856).

Antecedentes

Los primeros intentos, en este caso desde el punto de vista teórico, se dan en el reinado de Carlos IV, ejemplificados en el Informe de Ley Agraria de Jovellanos (1795), criticando la amortización y su influencia en el escaso desarrollo agrícola del país. Se criticaba el régimen señorial desde el punto de vista de la teoría fisiocrática (La principal riqueza del Estado está en la tierra y por tanto en el desarrollo agrícola). En el Antiguo Régimen, las tierras estaban en “manos muertas”.

Un segundo paso fue el gobierno de Godoy, desde 1798, preocupado por el aumento de la deuda pública por deudas contraídas para participar en las guerras napoleónicas, siendo su medida desamortizar bienes municipales y eclesiásticos.Por último, dentro de la labor legislativa de las Cortes de Cádiz (1810-1812), se ponen a la venta los conventos y órdenes religiosas, paralizadas a la vuelta de Fernando VII, regresando a ella durante el Trienio Liberal (1820-1823)a desamortización de Mendizábal.Juan Álvarez de Mendizábal será el personaje destacado del proceso, ejerciendo siempre entre la política y los negocios, participando en la guerra de Independencia, como proveedor, en la conjura contra Fernando VII que llevará al golpe de Riego (financiándolo) y el posterior Trienio Liberal, en 1835, siendo ya Ministro de Hacienda tras la revolución progresista de 1835 que intentaba superar los límites del Estatuto Real de 1834, cuando propone y aprueba la desamortización de órdenes religiosas y su posterior venta entre Febrero y Marzo de 1836.El proceso desamortizador fue encabezado por los progresistas, incluyendo su programa: reforma electoral, libertad de imprenta y desamortización eclesiástica, con unos objetivos claros la última:

Financieros: buscar recursos para acabar con la enorme deuda pública 

Político: crear un conjunto de propietarios que se sintieran unidos al régimen liberal isabelino.

Social: crear una clase media de campesinos propietarios para dar estabilidad al régimen.

La desamortización de Mendizábal fue una culminación del proceso iniciado entre Julio de 1834 y Julio de 1835 en los que se suprimía la Inquisición y la Compañía de Jesús, respectivamente. El objetivo era pagar la deuda púbica, 

El 11 de Octubre de 1835 se suprimen las órdenes religiosas.

19 de Febrero de 1836 se ponen a la venta todos los bienes de las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas por el anterior decreto, fijándose una subasta pública.

El resultado será la recaudación entre 1836 y 1844 de 3200 millones de reales, desamortizándose el 62% de los bienes raíces de la iglesia. Las ventas llegaron a alcanzar un valor del 220% sobre el precio de la tasación, acaparadas principalmente por burgueses, siendo un gran negocio por las condiciones de pago: sólo se efectuaba un pago del 20% en metálico, haciéndose el resto por la entrega de títulos de deuda,Finalmente, la desamortización se paraliza en la Década Moderada (1844-1854), aunque la mayor parte ya estaba realizada.

Como críticas, dentro del partido Progresista se aludía al sistema propuesto, volviendo a aparecer la idea de la estructura agraria, con propuestas como arrendar por enfiteusis (por 50 años), siendo un sistema que sería beneficioso para el Estado ya que mantendría la propiedad y con las rentas podía pagar las deudas.Desamortización de Madoz

    Pascual Madoz Ibáñez comenzará a darse a conocer en el defensa de Zaragoza ante los Cien Mil Hijos de San Luís, exiliándose a Francia posteriormente, volviendo tras la amnistía de Mª Cristina de 1833, siendo diputado en diversas ocasiones, enfrentado a la regencia de Espartero y participando en la Vicalvarada de 1854 que daba inicio al Bienio Progresista, siendo nombrado Ministro de Hacienda. La segunda gran desamortización de nuevo en una etapa de gobierno progresista y tras otro levantamiento militar.  El 1 de Mayo de 1855 se aprueba la ley, siendo una “desamortización general” al incluirse los bienes de la Iglesia, los municipales y los estatales que estuvieran amortizados.Órdenes Militares, creadas en el período de la Reconquista: Santiago, Calatrava, Montesa, San Juan de Jerusalén, implicadas por ejemplo en la recuperación de Sevilla , recibiendo a cambio importantes recompensas territoriales.

Cofradías, obras pías y Santuarios.

Bienes de Propios y Comunes de los municipios, disfrutados por todos en conjunto o por particulares, siendo el último propietario el ayuntamiento, que lo arrendaba o cedía.

Entre los objetivos y procedimientos, estaban el obtener medios económicos para el Estado,  ya que los bienes irían a parar a los que pudieran pagar por ellos, en pública subasta, algunas novedades: sólo se podía pagar en metálico y en un máximo de 15 años, con bonificaciones a los adelantos, un año después ya se aceptan como pago los vales de deuda del 50% de los bienes.Los resultados fueron: 43000 fincas rústicas y 9000 fincas urbanas desamortizadas y vendidas, recaudándose unos 8000 millones de reales, 1700 millones en el proceso de compra para la Hacienda, siendo el dato negativo la ruptura del Concordato con Roma que se había firmado sólo cuatro años antes (1851).

Consecuencias del proceso desamortizador

Transformación económica y social de gran magnitud, provocando:

Golpe duro para la Iglesia: sus fuentes de riqueza el Diezmo, abolido en 1837, y sus bienes raíces desamortizados y vendidos la hacen perder su condición de privilegiados,Eliminación de la propiedad comunal, agravando la situación de los campesinos, que solían obtener recursos  de esos terrenos y que se hacen aún más Proletarios No resuelve el problema de la Hacienda, reduciendo la deuda (de 14000 millones a 9000 millones de reales), siendo un dato positivo que esos terrenos ya tributaban al no estar amortizados.

No aumenta la producción agraria, de antiguos señores a nuevos propietarios que crearán contratos de arrendamientos aún más caros que antes.Empleo del dinero líquido existente en la compra de tierras.Pérdida de bienes de monasterios, arruinándose obras arquitectónicas o vendíéndose a precios irrisorios,Se refuerza la estructura de la propiedad de la tierra: latifundista en Andalucía y Extremadura, con nuevos propietarios  siendo amigos de políticos, caciques o viejos señores (nobles), creándose lotes de venta demasiado grandes para los campesinos, que fueron excluidos de las subastas.La alta burguésía acapara los mejores edificios del centro de las ciudades, pasando los obreros a los arrabales de la periferia,No se buscaba un reparto de tierras o una reforma agraria, sólo beneficiar a la élite financiera pudiendo ya de una manera legal poder comprar bienes inmuebles.Estancamiento económico, sólo lo suficiente para abastecer el aumento demográfico consiguiendo un aumento de alimentos, prendas o viviendas para ese aumento demográfico, pero de manera precaria, destacando la construcción ferroviaria, el aumento de ciudades…* Transformaciones agarias: hacia la mitad del Siglo XIX, con la eliminación legal del mayorazgo tras el proceso desamortizador, se consigue que las propiedades sean inalienables e individuales,  pudiéndose cercar las propiedades y acabando con el sistema comunal, llegando a una situación de libertad de precios, que originará una acumulación de propiedad que reforzará las estructuras tradicionales españolas  tras la desamortización. Como negativo, no se traen innovaciones técnicas agrarias, manteniéndose los sistemas de explotación por los nuevos propietarios, no aumentando la productividad sino la producción.* Ganadería: Descenso de la cabaña ganadera, al utilizarse las tierras de pastos para el cultivo, cambiándose a especies laneras más rentables, lo que dará como consecuencia el descenso de la producción lanera y el consumo de abonos, repercutiendo negativamente en el rendimiento de las tierras.* Productos agrícolas: Aumento de la producción de patata y maíz, aunque siguen predominando los cultivos cerealísticos (trigo y centeno), Seguirán existiendo épocas de malas cosechas o plagas, afectando a los campesinos, pero también a los negocios industriales y financieros y siendo detonante último de la revolución que acabará con el reinado de Isabel II. Política comercial: Moderados buscarán una política proteccionista que beneficia a las clases propietarias, ya que se aseguraban vender a precios altos para compensar su escasa productividad y producción.Como conclusión, los cambios legales dejan una agricultura estancada, no liberando mano de obra a la industria ni mercado a los productos fabriles por los bajos salarios, no se invierten capitales en la industria al dedicarse a la compra de tierras, lastrando por tanto el fenómeno desamortizador a los demás sectores, siendo uno de los factores que hacen que el Siglo XIX en España sea el de la fracasada industrialización, quedándose rezagada de los principales países europeos.

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