Caida del imperio colonial español

LA CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL Y LA CRISIS DEL 98

 INTRODUCCIÓN En plena época de auge del imperialismo internacional, en el último tercio del siglo XIX, el antiguo imperio colonial español había quedado reducido, a algunos territorios en el norte de África y a una serie de pequeñas posesiones insulares: Cuba y Puerto Rico en el Caribe, y los archipiélagos de Filipinas, Carolinas y Palaos en el Pacífico. Ahora se va a producir la pérdida de las posesiones antillanas y del Pacífico. Esta nueva pérdida está íntimamente conectada con la remodelación del mapa colonial impuesto por las grandes potencias industriales a fines del siglo pasado, y, en concreto, con la expansión imperialista de EE. UU, que tenía grandes intereses económicos y estratégicos en los territorios españoles. España en el contexto de reajuste colonial iba a dirigir sus deseos imperialistas a Marruecos.


Las colonias españolas


Las posesiones caribeñas de Cuba y Puerto Rico presentaban unos rasgos coloniales muy peculiares, habían desarrollado, una rica economía agraria esclavista basada en el cultivo de la caña de azúcar y el tabaco destinados a la exportación. La prosperidad económica de los ricos hacendados, hizo que la isla de Cuba no se sumara en un principio al proceso independista de la mayor parte de las colonias americanas de España pero, desde mediados de siglo, la oposición a una metrópoli,ponen de manifiesto las negativas consecuencias del mantenimiento de la dependencia política y económica de España para Cuba, obligada a comprar los productos metropolitanos y a pagar elevados impuestos. Además la economía cubana había evolucionado, a Estados Unidos al que enviaba casi el 90% de las exportaciones, mientras que de España apenas llegaba el 50 % de las importaciones. Ahora bien, para España era muy importante ya que conseguía equilibrar en parte el déficit comercial con las exportaciones a Cuba. Para sectores muy influyentes, como los industriales textiles catalanes, el comercio con Cuba era esencial. En 1891, la decisión de imponer fuertes aranceles Al comercio cubano con EE.UU. aumentó las tensiones. En Filipinas la población española era escasa y las inversiones no eran demasiado relevantes, pero sí era importante la presencia de varias órdenes religiosas misioneras. Se mantenía como colonia por su producción de tabaco y por su posición estratégica para el tráfico comercial por el Pacífico



Las primeras insurrecciones independentistas


En 1868 (el año de la revolución gloriosa) se inició la primera revuelta importante en Cuba dirigida por Manuel Céspedes, representante de la sacarocracia cubana. Con el Grito de Yara, se inicia la guerra de los diez años (1868-1878) que terminó con la Paz de Zanjón (Martínez Campos), en la que se prometía a los cubanos autonomía y una serie de reformas beneficiosas para ellos. Pero España no cumplió sus promesas. Los gobernantes de la Restauración no fueron capaces de aplicar con generosidad los contenidos del acuerdo. Tras un nuevo intento frustrado de conseguir autonomía (guerra chiquita, 1879-80), los cubanos se convencieron de que la única solución era la emancipación total. En cuanto a Filipinas, ya desde la revolución de 1868 se habían formado grupos nacionalistas que denunciaban las desigualdades de trato respecto a Cuba y Puerto Rico y reivindicaban derechos como el de la representación parlamentaria. La insurrección estuvo dirigido por José Rizal (fundador de la Liga Filipina, y que fue ejecutado), Andrés Bonifacio y Emilio Aguinaldo, y dio lugar a una guerra de guerrillas que fue duramente atajada por los españoles, pero sin que lograran controlar la situación. 


La guerra hispano-cubano-norteamericana


En 1895 estalló en Cuba la que, a la postre, sería la insurrección definitiva que llevaría a Cuba a su independencia. El levantamiento fue liderado por Máximo Gómez, Antonio Maceo y José Martí,Tras el llamado Grito de Baire, sublevaron la parte oriental de la isla. El jefe de gobierno español, Cánovas, decidió enviar al general Martínez Campos para buscar una solución negociada. Pero los rebeldes luchaban ya por la independencia total. Martínez Campos fue sustituido por el enérgico general Valeriano Weyler que construyó una serie de líneas fortificadas, las célebres trochas, que dividieron la isla en tres sectores aislados. La medida produjo graves dificultades de abastecimiento alimentario y sanitario lo que provocó una gran mortalidad. Estas duras condiciones fueron criticadas por el presidente norteamericano William McKinley que exigió la pacificación de la isla,. Weyler fue sustituido por el General Blanco y el gobierno de Sagasta concedió una autonomía para la isla, pero ya era tarde. Desde los inicios del levantamiento cubano la ayuda de EE.UU. a los sublevados fue importante, en 1898 se deciden a intervenir directamente, lanzando a España un ultimátum. Las razones esgrimidas eran tres:- De tipo “humanitario”: criticando la represión contra la población civil realizada en época de Weyler, que habían herido la sensibilidad de la población americana -Político: se declara el derecho Cuba a su libertad e independencia, siguiendo las ideas formuladas por la doctrina Monroe: América para los americanos. Responde también a la estrategia americana general de defender la independencia política de todos los pueblos, con el fin de poder ejercer mejor su dominio económico – Militar: el hundimiento del acorazo Maine en la bahía de la Habana. 

 Concluido el plazo dado en el ultimátum,, se inició la guerra. En Cuba, la flota española comandada por el almirante Cervera, tras permanecer sitiada en Santiago, fue derrotada el 4 de Julio.  


El Tratado de París


Por el Tratado de París (10 de Diciembre de 1898), España renunciaba definitivamente a la soberanía de Cuba, cedía Filipinas y Puerto Rico a EE.UU., así como la isla de Guam en el Pacífico. Fue un dictado de las exigencias norteamericanas, que España tuvo que acatar sin rechistar.

Consecuencias de la guerra


Las consecuencias de este conflicto fueron: Para España el desmantelamiento de los restos del imperio colonial español, completado un año más tarde con la venta a Alemania de las Islas Mariana (excepto Guam), las Carolinas y la Palaos. Supuso la pérdida de los importantes ingresos fiscales -Para EE.UU. marca el inicio de su política imperialista, basada en el control económico de Latinoamérica y el Pacífico. Para Cuba, además de quedar arruinada y devastada, supuso cambiar de amo. En resumen, en expresión del historiador CHIDSEY, la guerra hispano norteamericana fue provocada por los EE.UU. que “estaban deseosos de pelea como cualquier matón de taberna” en la que España perdió Cuba sin que los cubanos la ganasen.

La crisis del 98


La pérdida de las últimas colonias provocó en España “el desastre de 98″. sumió al país en una profunda desmoralización y crisis política. afectó a todo el tejido social de la nación y que en el plano intelectual, condujo a las amargas reflexiones de la generación del 98 y al desarrollo del regeneracionismo, dando lugar a toda una línea de pensamiento autocrítico, y que centró sus esfuerzos en la necesidad de recuperar el pulso perdido y modernizar el país. De la derrota surgía una nueva idea y un nuevo impulso: la necesidad de modernizar España, ya que, para todos, la causa fundamental del desastre estaba en nuestro retraso con respecto a los países del entorno.


El Regeneracionismo fue liderado por una serie de intelectuales entre los que destacan Lucas Mallada, Macías Picavea, los escritores de la “Generación del 98″ (Unamuno, Azorín, Machado, Baroja, etc.) y, sobre todo, Joaquín Costa, que propugnaba la necesidad de modernizar España y olvidar las supuestas glorias del pasado (“escuela, despensa y siete llaves al sepulcro del Cid”). Los regeneracionistas defendían la necesidad de mejorar la situación del campo español y de elevar el nivel cultural y científico del país. Desde el punto de vista político, pretendían sustituir el régimen de la Restauración, claramente favorable a las oligarquías, por otro que favoreciese a las clases medias y trabajadoras. Sus planteamientos se basaban en el “krausismo”, sistema filosófico basado en el alemán Friedrich Krause, que defendía la dignidad humana y la justicia como principio básico de cualquier tipo de planteamiento político o social.

En conclusión, la crisis del 98, fue una crisis moral e ideológica, tan profunda y amplia que hizo tambalearse al sistema de la Restauración. A partir de aquí; los nacionalismos comienzan a expandirse, el movimiento obrero y el republicanismo se radicalizan, comienza un renacimiento del militarismo.Muchos historiadores opinan que el 98 marca el fin de un siglo y una época y el comienzo de otra; en el 98 sitúan el inicio de la crisis de la Restauración. 

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