La defensa de madrid y La estabilización de los frentes en 1936
Las tropas franquistas, tras la liberación de Alcazar de Toledo el 27 de septiembre de 1939 se encontraron frente a Madrid con una defensa granizada y combativa. Bien defendida por el general Miaja, la capital de España venció el cerco con ayuda de las primeras Brigadas internacionales, erigiéndose en el símbolo internacional de la resistencia al fascismo. La esperanza de los rebeldes de un ataque por sorpresa se había roto en la capital de España y solo quedaba seguir por el campo de una Lara acción militar de desgaste.La estabilización del frente llevo a los combatientes a buscar la ayuda extranjera para romper el punto muerto. Los nacionales confirmaban navíos a Hitler y Mussolini, y la republica adquiría aviones y armas en Paris que completaban el viejo material suministrado por la unión soviética.
La formación de los nuevos ejércitos
En el bando franquista la dirección militar fue estricta y a finales de noviembre todas las unidades formaban unidades regulares, aunque siguieran manteniendo sus denominaciones, banderas y perfil ideológico.En El bando republicano el germen del nuevo ejército lo constituyo el quinto regimiento formado por 25000 hombres y fue el eje del nuevo ejército popular, unidad de milicias formada tras la toma del cuartel de la montaña, de Madrid, por iniciativa del partido comunista y bajo la dirección de oficiales de UMRA.El 27 de septiembre se reorganizo el ejército, creando un Estado Mayor Central, y la militarización de las milicias populares. Mas tarde (noviembre 1937) se crearon divisiones como gran unidad militar. En todas las unidades existía un comisario político, encargado de supervisar la moral y la fidelidad política de los combatientes.Lo más llamativo fue que, junto a jefes y oficiales profesionales de gran prestigio pronto destacaron dirigentes militares salidos de las organizaciones sindicales.En ambos ejércitos los combatientes extranjeros contribuyeron a reforzar su proceso de organización y consolidación. Con la importante diferencia de que, mientras que en el bando franquista los combatientes marroquíes, italianos y alemanas constituían unidades regulares de sus ejércitos, en el bando republicano la masa de voluntarios se enrolo individualmente o en pequeños grupos.
La represión y el exterminio del enemigo
Las ejecuciones sumarias en retaguardia fueron uno de los aspectos más atroces de la contienda civil.
Tuvieron diferente carácter en las dos zonas. Los asesinados se contaban por miles. Los historiadores tienen grandes dificultades para establecer el número real de victimas.El 6de noviembre de 1936 tuvo lugar uno de los episodios más trágicos de la Guerra Civil en la zona republicana: las matanzas de paracuellos del Jarama.Cuando el alzamiento nacional se convirtió en guerra los sublevados buscaron una coartada ideológica con la que defender sus acciones y aumentar el número de partidarios.
La guerra en el frente norte
Malogrado su objetivo de tomar Madrid, Franco buscaba una victoria en el frente norte, donde los nacionalistas vascos, que acababan de obtener el estatuto de autonomía, organizaron con otras fuerzas políticas su propio ejercito.Un ejército improvisado, mal armado y en desventaja con respecto a las experimentadas tropas franquistas, que se jugaban ante Bilbao el prestigio internacional y una parte del resultado final de la guerra. En 1937 Mola inicio la ofensiva definitiva contra Bizkaia, bombardeando Gernika- Lumo con aviones alemanes que venían de orden de Franco.El 19 de julio cayó Bilbao en manos de las brigadas navarras.batallones nacionalistas, se negaron a seguir luchando por la republica en otras tierras. En pocos días, Cantabria y las minas asturianas quedaron bajo el dominio de los franquistas.Durante 1937 la reacción del ejército republicano tuvo dos escenarios principales: en el frente del centro, en la batalla de gualadajara derrotaron a las tropas franquistas e italianas que intentaban cercar Madrid.
Las ofensivas en Aragón
Tras la caída del frente norte, el suministro bélico había firmado un pacto de no intervención en la contienda, que dependerá en exclusiva de los envíos intermitentes de la URSS.Franco concluyo la guerra, para terminar de moldear a su gusto los territorios conquistados; ni Negrin quería rendirse mientras consiguiera mantener un ejército en el campo de batalla.A lo largo de las primeras semanas de 1938, Franco oriento la guerra hacia el mediterráneo a través del valle del Ebro y tras la batalla de Teruel, los franquistas llegaron a Castellón, quedando dividido en dos el territorio republicano.La batalla del Ebro fue la mas larga y sangrienta de la contienda, y durante cuatro meses las dos fuerzas se mascaron entre si hasta quedar totalmente destrozadas las mejores tropas republicanas.
La caída de Cataluña y el fin de la guerra
Tras la victoria del Ebro a Franco no le resulto difícil avanzar sobre Cataluña, defendida por un ejército maltrecho y de bajo moral. Girona cayo en febrero, desapareciendo así el frente de Cataluña. Las brigadas internacionales ya se habían retirado de una guerra perdida y un difícil exilio acogía a muchedumbres de españoles fieles al ideario republicano.Perdida toda esperanza de una paz honrosa, el coronel Segismundo Casado, encabezo un golpe de Estado contra su gobierno y puso fin a la política de resistencia, ordenando la rendición de Madrid, donde entraron las tropas franquistas el día 28 de marzo. El uno de abril de 1939 termino la guerra