Carlos III y el Despotismo Ilustrado en España: Reformas y Economía

Carlos III y el Despotismo Ilustrado en España

El Despotismo Ilustrado: Carlos III

Carlos III accedió al trono español al morir su hermanastro, sin descendencia directa. Habiendo entrado en contacto con las ideas ilustradas durante su reinado en Nápoles, al iniciar su reinado en España se mostró partidario de seguir algunas de las ideas de progreso y racionalización ilustradas, siempre que no atentaran contra el poder de la monarquía absoluta. Se inició así el despotismo ilustrado.

En sus inicios, Carlos III tuvo que enfrentarse a la fuerte oposición de los grupos privilegiados. Se produjo el Motín de Esquilache, una revuelta de causas complejas en la que se unieron el malestar de la población por la escasez y el elevado precio de los alimentos, el rechazo al excesivo poder de los altos cargos extranjeros y el descontento de los privilegiados que veían cómo las reformas ilustradas reducían su poder e influencia. Todo esto confluyó en una revuelta popular en Madrid.

Carlos III, atemorizado ante la extensión y gravedad de la revuelta, destituyó a Esquilache, paralizó las reformas y tomó medidas populares. Los motines cesaron y el rey se mostró decidido a continuar con la política reformista.

Para llevar adelante su programa contó con ministros y colaboradores españoles que auxiliaron al monarca y fueron los responsables del esfuerzo reformista. Entre ellos destacan:

  • Pedro Rodríguez Campomanes
  • Conde de Floridablanca
  • Conde de Aranda

Junto a ellos, ilustrados como:

  • Pablo de Olavide
  • Francisco Cabarrús
  • Gaspar Melchor de Jovellanos

La Legislación Reformista

En el ámbito religioso, se buscó limitar el poder y la influencia de la Iglesia. Los ilustrados eran regalistas, es decir, defensores de la autoridad y las prerrogativas del rey frente a la Iglesia. En ese contexto hay que entender la expulsión de los jesuitas, una orden religiosa de enorme poder.

En la cuestión social, el pensamiento ilustrado se plasmó en el decreto de 1783 por el que se declararon honestas todas las profesiones y se admitieron las actividades profesionales como mérito para la consecución de la hidalguía.

En educación se inició una reforma de los estudios universitarios y de las enseñanzas medias, se fundaron las escuelas de artes y oficios, además se promovió la fundación de Academias.

En el Territorio Económico

Para eliminar las trabas que entorpecían la libre circulación y amordazaban los mercados, se establecieron las siguientes medidas:

  • Limitación de los privilegios de la Mesta, apoyo a la propuesta de Olavide de colonización de nuevas tierras e impulso de los proyectos de reformas agrarias.
  • Fomento de la libre circulación de mercado en España y la liberalización progresiva del mercado colonial.
  • Apoyo a la actividad industrial, liberalizando gradualmente el proceso de fabricación y abandonando la gestión directa de las Reales Fábricas. Al mismo tiempo, se establecieron aranceles y se firmaron tratados comerciales para defenderse de la competencia exterior.
  • Moderación en la política impositiva, con el objetivo de fomentar la producción y limitar el gasto público.

Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País con el objetivo de fomentar la agricultura, el comercio y la industria, traducir y publicar libros extranjeros e impulsar la difusión de las ideas fisiocratas y liberales.

Crecimiento Demográfico y Transformaciones Económicas

El Crecimiento Demográfico

En Europa, se vivía un ciclo demográfico caracterizado por el crecimiento de la población. Las mortandades fueron desapareciendo como consecuencia del fin de las grandes pestes, la mejora de las técnicas agrícolas y la introducción de nuevos cultivos.

En España, aunque la mortalidad continuó siendo alta, una elevada natalidad y la ausencia de graves hambrunas permitieron un crecimiento, aunque fue territorialmente dispar. Los monarcas, convencidos de que una alta población era condición indispensable para promover el desarrollo de la agricultura y la industria, adoptaron políticas poblacionistas, ofreciendo incentivos a las familias numerosas, acogiendo inmigrantes católicos e impulsando la puesta en cultivo de nuevos espacios.

Las Tensiones del Sector Agrario

Se introdujeron algunas mejoras agrarias. En la cornisa cantábrica se difundió el cultivo de maíz y se generalizó la producción de patatas como alimento humano. En el litoral valenciano se expandió la producción tanto de vino y aguardiente como de seda, alcanzándose en el regadío un elevado rendimiento. También en Cataluña gran parte del litoral avanzó en la especialización agraria y comercial con la vid como cultivo y sobre todo el aguardiente. Sin embargo, la especialización agrícola solo era posible en las zonas que tenían mayores facilidades para importar grano en los años de malas cosechas.

El Impulso a las Manufacturas

Siguiendo el ejemplo francés, se fomentó la creación de manufacturas con la finalidad de aumentar la producción. Se crearon las Reales Fábricas, pero también se orientó la política manufacturera hacia el impulso de talleres privados. Las manufacturas se implantaron por todo el territorio español. En Cataluña la difusión de la nueva organización de la producción alcanzó una mayor amplitud ligada a la manufactura textil de la lana y a la industria algodonera, dedicada a la producción de tejidos blancos o estampados (indianas).

La Liberación del Comercio Colonial

Los Borbones se preocuparon por reorganizar el comercio con América. Las colonias seguían siendo una importante fuente de ingresos para la Corona. Dos puertos, el tradicional de Sevilla, al que se unió Cádiz, monopolizaban el derecho al comercio americano que se organizaba mediante el antiguo sistema de flotas. Asimismo, la incapacidad para abastecer la demanda americana había dado lugar a que gran parte del comercio estuviera en manos de comerciantes extranjeros.

A imitación de otros países, la Corona patrocinó la fundación de compañías comerciales. Una de las más importantes, la Guipuzcoana de Caracas, estaba ligada al conde de Peñaflorida y a la misma monarquía, pero muy pronto este nuevo sistema se demostró ineficaz.

Durante el reinado de Carlos III se estableció la libre comunicación de los puertos españoles, se abrieron una serie de puertos al libre comercio y se decretó la libertad de todos los puertos para comerciar con América.

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