En La Edad Media, la unión de los reinos de Navarra, Castilla y la Corona de Aragón se realizó por forma dinástica. El enlace pactista incluía que los Antiguos reinos preservaban sus peculiaridades, así como sus leyes, sus propias Cortes, sus instituciones de autogobierno como la Generalitat, su idioma, etc. Además, el País Vasco poseía sus Propias instituciones y amplios privilegios propios del Antiguo Régimen. Sin Embargo, a principios del siglo XVIII, la Guerra de Sucesión supuso que la Nueva dinastía invadiera los antiguos territorios de la Corona de Aragón. Por Otra parte, Navarra, sí que mantuvo sus fueros hasta 1870. De este modo se Produjo un conflicto entre diferentes posturas, la unión pactista (los Territorios forales tenían derecho a su autogobierno), y la unión por conquista Militar. Este conflicto permaneció a lo largo del siglo, de hecho, no había una Conciencia nacionalista clara en ningún territorio y todos participaron en la Lucha contra la invasión napoleónica.
Durante Las guerras carlistas, se volvió a promover la cuestión foral. El candidato Carlista prometió respetar los fueros de Navarra y País Vasco, y consiguió Recuperar los de la Corona de Aragón. Esto les dio un gran arraigo en todos Estos territorios, y el lema era “Dios, Patria, Rey y Fueros”. No obstante, Durante el reinado de Isabel II, los liberales desarrollaron una política Centralista muy marcada, que solo respetó al pequeño reino de Navarra, a pesar Que los liberales progresistas eran más partidarios de dar protagonismo a las Administraciones locales.
La Tendencia centralizadora y unificadora de los sucesivos gobiernos de la Restauración buscaba la aplicación de leyes, impuestos, obligaciones Tributarias y militares comunes en toda España. Frente a esto comenzaron a Surgir organizaciones que defendían un modelo de Estado más descentralizado.
El Desarrollo industrial experimentado en Cataluña en Siglo XIX dio lugar a la Aprición de una importante burguesía industrial y de negocios, lo que Constituía una excepción en una España mayoritariamente agraria. Este desarrollo Socioeconómico coincidió con un Renacimiento de la cultura catalana y una Expansión del uso del catalán. Tanto, que a partir de 1830 nació un movimiento Literario conocido como la “Renaixença”, Cuyo objetivo era la recuperación de la lengua y de las raíces catalanas.
En La década de 1880, el catalanismo cultural dio paso a la actividad política que Afirmaba la existencia de una nacionalidad catalana y reib¡Vindicaba un mayor Autogobierno para Cataluña. Una de las primeras corrientes de este catalanismo Estuvo basada en el tradicionalismo católico. Otra era de carácter progresista Y principios republicanos y federalistas (máximo representante, Valentí Almirall, quien en 1882 fundó el centre català, propuso la autonomía de Cataluña y alentó la presentación del Memorial de Agravios).
Pero Un paso muy importante para la consolidación del catalanismo fue la creació de La Unió Catalanista (1891).
Más Tarde, la importante crisis del sistema político de la Restauración aumentó el Interés de la burguesía catalana de tener su propia representación política al Margen de los partidos dinásticos. En 1901 se creó la Lliga Regionalista, Fundada por Prat de la Riba y Francesc Cambó; este partido aspiraba a Participar activamente en la política y a tener representantes en las Instituciones que defendiesen las intenciones del catalanismo. Finalmente, el Grandioso éxito electoral, la convirtió en el principal partido de Cataluña Durante el primer tercio del Siglo XX
Por Otra parte, en el País Vasco, la abolición de los fueros provocó una reacción De defensa de las instituciones suprimidas. Aunque se aprobó en 1878 los Conciertos Económicos, en Vizcaya surgió un movimiento en defensa de los Derechos históricos. A diferencia de lo ocurrido en Cataluña, en el País Vasco El nacionalismo no se basó en la lengua sino en la singularidad de la etnia Vasca y el rechazo a las costumbres de fuera. Se procedió a una idealización Del mundo rural tradicional vasco en un momento en el que Vizcaya y Guipúzcoa Se estaban industrializando aceleradamente.
La Figura más destacada de la primero etapa del nacionalismo vasco fue Sabino Arana, quien desde 1890 proclamó que los vascos constituían una nación Particular e independiente del resto de España, y convirtió la reivindicación De los fueros en símbolo de soberanía vasca. Más tarde, en 1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV). No obstante, también popularizó un nuevo Nombre para su patria, Euskadi, y una Bandera propia, así como un lema (“Dios y ley antigua”). Este movimiento estaba Lleno de un gran sentimiento católico y de defensa de la tradición, pretendía Impulsar la lengua y defendía la pureza racial del pueblo vasco. Posteriormente, su posición política se suavizó, al aceptar que la autonomía Debía alcanzarse desde la legalidad y dentro de la unidad del Estado español. Esto facilitó su acercamiento a sectores de la burguesía industrial vasca.