Crack del 29:

1. Causas

• Fue una crisis de superproducción en la que se originaron grandes stocks en las fábricas, ya que estas no vendían, lo que llevó a la quiebra de muchas empresas y a un aumento del paro.
• La especulación bursátil.
• Falta de estabilidad monetaria e inflaciones enormes, abandono del patrón del cambio de oro y aumento de la circulación fiduciaria.

2. Manifestaciones de la crisis

Fueron tres:

a) Crisis bursátil

Esta comienza en 1929 con la caída de la bolsa de Nueva York, que originó una reacción en cadena que extenderá la crisis a toda la economía. Ya en 1927, los inversores compraban acciones, no para cobrar excelentes dividendos, sino para vender las acciones compradas cuando hubieran subido de valor, aumentando así su capital. Los inversores pedían préstamos a los bancos para comprar acciones e incluso los mismos bancos especulaban, pues pedían dinero al banco federal a un interés del 5% y lo prestaban al 12%. Incluso los brokers prestaban dinero a los inversores, teniendo como aval los títulos comprados. Pero, el viernes 24 de octubre, conocido como viernes negro, estalló la burbuja especulativa y se pusieron a la venta 13 millones de acciones. El miércoles 29 de octubre se ofertaban 16 millones de acciones. A pesar de que la banca Morgan intentó detener la caída comprando todos los títulos posibles, el jueves salieron al mercado 33 millones de acciones.

b) Crisis económica

Se distinguen tres sectores:

• Sector bancario: Es el primer sector afectado porque los clientes, asustados ante la crisis, intentan retirar su dinero de los bancos, pero estos no tienen fondos, ya que los tienen prestados a medio o largo plazo a sus clientes. Como muchos de estos han perdido su dinero por la crisis bursátil, el banco no recupera su dinero. El resultado es la suspensión de pagos o la quiebra.
• Sector industrial y comercial: El sector industrial entra en crisis porque los bancos, al no tener dinero, restringen los créditos a las empresas, y estas a sus inversores, lo que lleva a que las empresas que no están muy saludables económicamente quiebren, cierren y despidan a los obreros. De tal modo que el paro aumentó en los EE. UU. de 1.5 a 12.5 millones. Además, gran parte de la industria americana estaba delicada debido al consumo de bienes duraderos de las masas trabajadoras. Al disminuir la capacidad adquisitiva de estas por el paro y por el descenso de salarios, el resultado fue que la enorme cantidad de stocks ocasionaría la crisis comercial.
• Sector agrícola: La agricultura quedó peor que nunca, ya que a los problemas que tenía se les añadieron los propios de la crisis. Los bancos agrícolas restringieron igualmente el crédito a los campesinos, poniéndolos en una situación muy difícil. Los precios descendieron en un 30%.

c) Depresión

Más que la especularidad de la crisis, llama la atención su excepcional duración, ya que los indicadores económicos caen sin tocar fondo. Su lenta recuperación se explica por el cierre de numerosas empresas y la caída de las inversiones. En un clima de superproducción y de crisis de demanda, nada incitaba a los empresarios a ampliar sus empresas ante la sucesiva caída de los precios, ya que esto exigía como condición previa el ahorro privado y posteriores ampliaciones de capital. La crisis bursátil había hecho aparecer la desconfianza en los valores de renta variable (acciones) de la bolsa, y los inversores se dedicaban más a comprar valores de renta fija, que a pesar de no tener tantos beneficios, tenían mayor seguridad.

Consecuencias de la crisis del 29:

Sus repercusiones fueron más allá del campo económico y afectaron también a la sociedad y a la política. Socialmente, la repercusión del paro fue muy grave y el desempleo prolongado suponía verse acosado por la miseria. Debido a esto, la mendicidad, los asilos nocturnos y los comedores de caridad se multiplicaban. El contraste entre ricos y pobres y la sensación de injusticia aumentaban: los funcionarios con un empleo estable, los ahorradores, los jubilados, etc. Las primeras medidas fueron un fracaso que generó un descontento popular. Las ideologías antiliberales y anticapitalistas adquirieron numerosos adeptos: por la izquierda, el socialismo y el comunismo; por la derecha, los fascismos. Los extremistas reclutaban a sus militantes y simpatizantes entre las víctimas de la depresión: obreros parados, agricultores, clases medias arruinadas o sin empleo. El balance político final fue muy negativo. El autoritarismo se impuso en numerosos países, y las formas más brutales de dictadura, los fascismos, se extendieron por Europa. Por su parte, la izquierda intentó frenar la expansión del fascismo.