Los Primeros Pueblos Colonizadores
Introducción
En la Península Ibérica (PI), durante el primer milenio a.C., fenicios, griegos y cartagineses llegaron a nuestras costas y se asentaron en ellas. Su presencia es vital por la impronta que dejó en nuestra península, concretado en:
- La generalización del uso del hierro.
- La inclusión de la PI en los circuitos comerciales del Mediterráneo.
Su presencia marca el inicio de la Historia de la PI. Su influjo permitió la transición hacia formas culturales más complejas.
La Colonización Fenicia
Comienza con la llegada a la Península a comienzos del siglo IX a.C. Se establecieron en las costas del Mediterráneo. Fundaron Cádiz en 1100 a.C. Los objetivos de la colonización eran el comercio de plata, oro y sal con Tartesos, el aprovisionamiento de minerales de la zona de Huelva, Río Tinto, Murcia, Almería, y la búsqueda de una ruta hacia los principales centros productores de estaño. A cambio, los fenicios importaban joyas, cerámica, perfumes, telas… Desde Cádiz se crea un eje comercial propio: Tartessos y la costa portuguesa. Los modos de colonización fenicia son de carácter comercial, factorías comerciales situadas en cabos, bahías o islas, con puertos resguardados, donde se producen intercambios comerciales.
La Colonización Griega
Desde el 750 a.C. los griegos focenses habían ido estableciendo colonias por las costas del norte del Mediterráneo y, desde la colonia de Marsella, avanzaron hacia la costa mediterránea de la PI.
Comenzó con la llegada a partir del 600 a.C. Fundan Rosas y Ampurias. Existen referencias literarias de relaciones de comerciantes griegos con el reino de Tartessos. Los modos de colonización se basan, sobre todo, en factorías comerciales a partir de las cuales establecen contactos con los pueblos de la zona suroccidental. En Rhodes y Emporion se desarrollaron pequeñas diudades con un urbanismo en cuadrícula, acuñaban sus propias monedas. Sus objetivos de colonización eran los intercambios comerciales, especialmente crear rutas comerciales con Tartessos.
La Colonización Cartaginesa
Consta de dos etapas distintas:
Cartago fue fundada por la ciudad fenicia de Tiro a finales del siglo IX a.C. Fundaron Ibiza y, tras vencer a los griegos en la batalla de Alalia (535 a.C.), dominó el Mediterráneo central, creando un importante imperio puramente comercial. Durante el siglo III a.C., la rivalidad entre Roma y Cartago enfrentó a las dos potencias en las tres Guerras Púnicas. La primera terminó con la derrota de Cartago. Ello provocó la ocupación militar del sureste peninsular. La familia Barca dirigió la conquista de los territorios peninsulares desde la base militar de Qarthadasat fundada en el 227 a.C. Las siguientes guerras púnicas convirtieron a la PI en escenario del enfrentamiento entre Roma y Cartago; su desenlace, con la destrucción de Cartago, supuso la entrada definitiva de la PI en el ámbito de Roma durante el siglo II a.C.
Impacto de las Colonizaciones
Las colonizaciones supusieron un avance material y cultural para los pueblos peninsulares.
A. Punto de vista material
Introdujeron: la metalurgia del hierro, el torno cerámico, técnicas agrícolas y nuevos cultivos como la vid y el olivo, aprovechamiento de salinas, nuevos tejidos como el lino y un intenso comercio.
B. Punto de vista cultural
Mayor división y especialización del trabajo, nuevas estructuras políticas, el desarrollo de la vida urbana, nuevas creencias religiosas y el inicio de la escritura.
Los Pueblos Prerromanos
Los historiadores destacan distintas culturas:
Tartessos
Muchas incógnitas por resolver:
Fuentes escritas: en ellas Tartessos es un reino de fabulosas riquezas, una monarquía fuerte, míticos reyes como Gárgoris o Argantonio. No se han encontrado restos arqueológicos de lo que sería la primera civilización urbana de Europa. Se puede definir Tartessos como un proceso histórico-cultural que se desarrolla en el suroeste peninsular durante los siglos VII-VI a.C. La cultura tartesia se desarrolla en torno a Huelva y el bajo Guadalquivir. Se desarrolló una importante agricultura de la vid y el olivo y la ganadería. Una cultura con rasgos particulares: acusada división social, ricos ajuares con objetos de origen oriental, cultos y creencias griegas y fenicias… A partir de finales del siglo VI a.C. se interrumpió violentamente la prosperidad en Tartessos sin que se conozcan las causas.
Los Iberos
Se encontraban en el sur peninsular y el litoral mediterráneo. Eran un conjunto de pueblos, lo que genera una cierta heterogeneidad. Su cultura fue una de las más desarrolladas y brillantes. La cultura ibérica se consolidó entre los siglos V y III a.C. La metalurgia del hierro les permitió mejorar sus armas. Se mejoró la extracción de minerales. Se extendió la agricultura de regadío y se aumentó la productividad. Se mejoraron los transportes y se acuñó moneda. Hay un progresivo proceso de urbanización. Sociedad fuertemente jerarquizada. Practican la escritura.
Los Pueblos del Centro y el Oeste
Entre los siglos VII y VI a.C. una nueva oleada de pueblos indoeuropeos, los celtas, atravesaron los Pirineos y se extendieron por la Meseta. La presencia de influencias iberas lleva a que estos pueblos se les llame celtíberos. Practican la agricultura de cereales, viven del pastoreo seminómada. Apenas se usa la moneda. No hay ciudades, solo poblados sin calles. Sus estructuras son tribales, basadas en vínculos de sangre, formando clanes o gentilidades apoyadas en la clientela. La pobreza de estos pueblos produjo el fenómeno del bandolerismo.
Los Pueblos del Norte
Se localizan en la cornisa Cantábrica y el noroeste. Destacan galaicos, astures y vascones. En el noroeste se desarrolla la cultura de los castros. Viven de la recolección y una básica agricultura y la ganadería. No acuñan moneda. Sociedades cerradas, escaso comercio. No practican escritura.