Comentario 7: Amadeo I renuncia a la corona de España. Carlos Hernández Hi-
dalgo.
La renuncia al trono de España por parte de Amadeo de Saboyá, que nos presenta este do-
cumento, supuso el fin de la monarquía democrática (1871-1873), la proclamción de la re-
pública y abríó el camino al fin del Sexenio (1868-1874)
Naturaleza
Es un texto histórico-circunstancial. Es un escrito de renuncia remitido a las Cortes. Tiene
estilo y estructura narrativa. Su tema es político, adquiriendo un valor jurídico al ser acepta-
da la renuncia por el parlamento. Fuente directa (texto de la época) y primaria (el fragmento
se corresponde con el original sin modificaciones). Esta carta de renuncia fue firmada en el
Palacio de Oriente y enviada el 11 de Febrero de 1873. Va dirigida al congreso de los dipu-
tados, y puesto que este representa a la nacíón, siendo difundía, es un documento público.
Amadeo I, “el rey electo”, escribíó de su puño y letra varias borradores. La redacción final
fue obra de José Olózaga, hombre de confianza del rey (había sido diputado, ministro y pre-
sidente del Monte de Piedad). Se estima que fue Olózaga quien lo redacta como renuncia.
Esta posibilidad no estaba prevista en la Constitución de 1869.
Amadeo de Saboyá era hijo del entonces rey de Italia Víctor Manuel II, duque de Aosta y
rey de España (1871-1873). Con una brillante carrera militar llegó a España desembarcando
en Cartagena. Tras abandonar el trono volvería a Italia.
Análisis
En este texto se exponen las razones que llevaron a Amadeo a presentar su renuncia.
En la
primera parte, explica sus intenciones cuando se hizo cargo del trono de España (reinar de
forma democrática en consonancia con la Constitución de 1869); en la segunda parte, enu-
mera las razones que le han llevado a tomar su decisión irrevocable; en la tercera parte, la
presentación de la renuncia.
En todo el texto se hace evidente el tono de reproche empleado
dirigido a los diputados y en especial a la dividida coalición de gobierno.
Amadeo comienza dando las gracias a la nacíón española por haberle confiado el trono de
España y a continuación transmite la idea de que España se ha convertido, pese a su acción,
en un país ingobernable. Se cuenta que solía lamentarse de lo que pasaba considerando la
política española como “una jaula de locos”.
El reinado de Amadeo estuvo caracterizado por una gran inestabilidad política: hubieron
tres elecciones a Cortes y seis gobiernos distintos en poco más de dos años. Amadeo culpa
de esta inestabilidad a la división de la coalición de gobierno (formada por progresistas,
demócratas y unionistas), consecuencia del asesinato del general
Prim, ya que los líderes
que la formaban deseaban ocupar el puesto de presidente del gobierno, pero no tenían el
suficiente apoyo parlamentario.
Amadeo, que se presenta como un patriota, explica que no tendría ningún problema en en-
frentarse a enemigos extranjeros (era un hombre de probado valor personal, fue general en
Italia y tenía la medalla de oro al valor), pero el problema es que estos no son extranjeros,
sino los propios españoles (la clase política y dirigente): “todos los que con la espada, con
la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nacíón son españoles”. Con
estas palabras, sin citarlos directamente, se refiere a: las diversas sublevaciones internas e
intentos de derribarle de republicanos (sublevaciones armadas en Andalucía y Cataluña) y
carlistas, también al atentado personal sufrido en 1872 (la espada) y la conflictividad social;
a la crítica satírica hacia él y su familia a través de artículos y publicaciones (la pluma); a
los numerosos comentarios en los que se criticaba a la familia de Saboyá, llamando al rey
“macarroni I” o “príncipe lila” (palabra).
Para el rey, ellos son los culpables de la situación, aunque afirmen que trabajen por el bien
de la patria, y por ello no ha podido formar gobiernos estables para hacer frente a la siua-
ción. El autor es consciente de que quienes van a conocer el texto, los diputados, van a en-
tender que la responsabilidad de la inestabilidad y de la renuncia hay que buscarla en el en-
frentamiento entre los diversos grupos de la coalición de gobierno.
Amadeo se presenta como un rey constitucional que se niega a actuar fuera del marco legal
de la Constitución de 1869. Ha sido elegido rey de forma democrática para un sistema de-
mocrático y se opone a ir contra él. Sin decirlo directamente desecha la propuesta realizada
por algunos sectores del ejército para que asumiera el poder respaldado por este.
Amadeo renuncia al trono incluyendo a sus descendientes cerrando el camino a una posible
abdicación, y vuelve a poner el trono en manos de la Nacíón (acto de devolución a la sobe-
ranía). Al no ser una abdicación provocaba un problema político, ya que, además de no estar
contemplado, aplicando la Constitución de 1869, se tendría que elegir a un nuevo rey o re-
gente.
Contextualización
El 17 de Agosto de 1866 se firmaba el pacto de Ostende, una alianza entre demócratas y
progresistas, a la que se uniría la Uníón Liberal (general Serrano) a comienzos de 1868, que
deseaban derrocar a Isabel II y abrir un proceso constituyente. Tras el levantamiento del
almirante Topete, el general Serrano derrotó a los isabelinos en la batalla del puente de Al-
colea (1868), producíéndose el exilio de Isabel II y con él, el comienzo del periodo histórico
conocido como Sexenio Democrático o Sexenio Revolucionario (1868-1874).
Tras la marcha de Isabel II, se forma un gobierno provisional, el cual convoca las elecciones
a cortes constituyentes, triunfando la coalición de gobierno formada por unionistas y pro-
gresistas liderada por el general Prim, que pondría en marcha numerosas reformas (Libertad
de imprenta, supresión del impuesto de consumo, sufragio universal masculino, expulsión
de la Compañía de Jesús…). La apuesta por la monarquía supuso la ruptura con los demó-
cratas que se transformarían en el Partido Republicano Federal, algunos sectores del mismo
que no se sumaron a esta transformación siguieron apoyando al gobierno (cimbrios). Las
Cortes elaboraron la Constitución de 1869 (división de poderes, soberanía popular, amplía
declaración de derechos, libertad de cultos…), la cual establecía una monarquía democráti-
ca, por lo que se veían obligados a buscar un nuevo rey. Mientras se realizaba esta elección,
el general Serrano pasó a ser regente, ocupando su antiguo puesto de presidente del go-
bierno el general Prim, el cual se encargó de buscar el nuevo rey. Pero era una elección
condicionada por razones políticas (Prim se opuso a la posibilidad de un candidato Borbón)
e internacionales. Entre los candidatos posibles figuraban: Leopoldo de Hohenzollern (Leo-
poldo Olé Olé para los españoles) al que se opuso Francia; Antonio de Orleáns, duque de
Montpansier, cuñado de Isabel II, que contaba con pocas simpatías y la oposición de Napo-
león III; Fernando de Coburgo, rey de Portugal que rechazó la posibilidad; y Amadeo de
Saboyá. Este último acabó siendo el más adecuado, dada su formación liberal y la ausencia
de oposición internacional y fue el más votado en el parlamento el 16 de Noviembre de 1870