1.1.- Factores que favorecieron el provecto democratizador:
Varios fueron los factores favorables, tanto en el interior como en el exterior del país, que hicieron posible el reo-eso de la democracia:
– Las condiciones socioeconómicas españolas que ponían en evidencia que la sociedad española era una sociedad moderna muy parecida a la europea.
– Las propias instituciones franquistas que abrían alguna posibilidad al cambio político.
– La labor del propio rey que desde Junio de 1976 había proclamado su compromiso con la democracia.
– El papel de un hombre del régimen, Adolfo
Suárez, que hace el cambio dentro de las instituciones franquistas y legaliza partidos políticos y sindicatos.
– La voluntad de compromiso y negociación de la oposición democrática que aceptará el modelo reformista de Suárez.
– El contexto internacional, las dos dictaduras que pervivían con la de Franco, han desaparecido en 1974, la de Portugal (la revolución de los claveles) y la de Grecia (fin de la dictadura de los coroneles).
1.2.-El fracaso del gobierno de Arias Navarro
El 22 de Noviembre de 1975, Juan Carlos I asumía a título de rey la jefatura del Estado. El 4 de Diciembre confirmaba como presidente de gobierno a Carlos Arias Navarro. El primer gobierno de la monarquía incorporó a ministros de talante reformista como Manuel Fraga, José Ma de Areilza, Antonio Garrigues y Alfonso Osorio. El monarca impuso a Torcuato Fernández Miranda, hombre de su confianza, en la presidencia de las Cortes y del Consejo del Reino. Desde el gobierno se preparaba la reforma del sistema poco a poco. La oposición democrática (Junta Democrática, Plataforma de Convergencia Democrática y Asamblea de Catalunya) defendía la ruptura. Existíó mucha tensión.
Arias Navarro, convencido franquista, quiso mantener parte sustancial del legado franquista. Nunca habló ni de amnistía, ni de autonomías, ni de elecciones constituyentes, ni de libertades sindicales, ni de derogar las leyes y los tribunales más represivos del franquismo. Defendíó los intereses de los sectores más conservadores y llevó la situación a un callejón sin salida. Ante esta situación de estancamiento, la oposición política movilizó a las masas. Las durante el primer trimestre de 1976 se intensificaron y afectaron a fábricas, servicios públicos, comunicaciones, cine y teatro; Se pedía amnistía; en Euskadi y Cataluña, su autonomía. Destacan las movilizaciones de Madrid, Barcelona, Valencia y el País Vasco. ETA iniciaba, de nuevo, su campaña terrorista en Enero de 1976.
La oposición se une el 26 de Marzo en la «Coordinación Democrática», después de que en Vitoria los enfrentamientos del 3 de Marzo de 1976 entre la policía armada y los manifestantes arrojaran un saldo de 5 muertos, un centenar de heridos y provocaran una gran indignación y preocupación de la opinión pública. Este clima de tensión debilitó al ejecutivo de Arias Navarro. La credibilidad reformista del gobierno era nula. El rey parecía descontento con su jefe de gobierno. Tras dos nuevos episodios – muerte de dos jóvenes a manos de la ultraderecha en un choque entre carlistas ultra y carlistas liberales en Navarra y el rechazo por las Cortes, el 9 de Junio, de la Reforma del Código Penal que despenalizaba los partidos políticos – la situación se hizo insostenible. Carlos Arias Navarro dimitíó el 1 de Julio
1.3.- El gobierno de Adolfo Suárez: el triunfo de la vía reformista
Tras la dimisión, se reuníó el Consejo del Reino bajo la presidencia de Torcuato Fernández Miranda quien propuso al rey tres candidatos -Adolfo Suárez, Gregorio López Bravo y Federico Silva-. El rey designó a Adolfo Suárez como nuevo jefe de gobierno (había sido Ministro del Movimiento en el gobierno de Arias; ocupó numerosos cargos con Franco; fue presidente de Uníón del Pueblo Español, una asociación política creada en Junio de 1975 por políticos del Movimiento, con la idea de garantizar la continuidad del régimen). El nombramiento fue una gran decepción, se habló del «error Suárez» parafraseado el artículo que Ortega y Gasset escribiera en 1930 «El error Berenguer».Sin embargo, Suárez va a ser el hombre que lleve adelante la reforma, Su gobierno desde el primer momento pone de manifiesto su voluntad democrática. Anuncia elecciones generales antes del 30 de Junio de 1977. Legalizó los derechos de reuníón, manifestación, propaganda y asociación y el 30 de Julio aprobó una primera amnistía (excluyendo los delitos de sangre), que posibilitó la excarcelación de 500 presos políticos. Suárez además buscó aislar a la extrema derecha y acercarse a la oposición. Consiguió el apoyo de muchos franquistas y buscó un compromiso del ejército con el proceso democratizador, difícil debido a su composición. El ejército aceptó más por disciplina y por lealtad al rey que por convicción. Además la creciente oleada de atentados terroristas hacía crecer el malestar en el ejército. Nombró al teniente general Gutiérrez Mellado vicepresidente de gobierno: modernizó y profesionalizó el ejército y contrarrestó a los sectores militares más duros.
Suárez consiguió de la oposición que abandonaran sus posiciones rupturistas. Inició contactos con los sindicatos, con el ilegal PSOE (Felipe González era su secretario general) y con otras personalidades políticas y académicas. Además contactó indirectos con el líder del partido comunista, Santiago Carrillo.
La «Ley para la Reforma Política» fue fundamental para alcanzar la democracia. Esta ley reconocía: la soberanía popular, la inviolabilidad de los derechos fundamentales y creaba unas Cortes democráticas bicamerales (elegidas por sufragio universal directo y secreto (excepto un 20% de senadores que eran elegidos por el rey). Se podía modificar las Leyes Fundamentales o establecer una nueva legislación. El 18 de Noviembre fue aprobada por mayoría (425 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones) por las Cortes franquistas y con ella, su propia disolución. Sometida a Referéndum, el 15 de Diciembre de 1976, se aprobó mayoritariamente, aunque la oposición pedía la abstención (votó el 77,4%, los votos afirmativos fueron el 94,4%). Las bases jurídico-políticas para desmantelar el franquismo estaban dispuestas. La oposición aceptó la reforma y renunciaba a la ruptura. Se iniciaba la política de consenso, que supuso el olvido del pasado para evitar tensiones y la aceptación por parte de todos de las nuevas reglas en el juego político. Esta política hizo posible la democracia y tuvo resultados muy positivos durante la transición.
El terrorismo tanto de los grupos de extrema izquierda como de extrema derecha ponían de relieve la fragilidad del proceso (secuestros de personajes políticos por parte de el GRAPO- extrema izquierda comunista-; asesinato de abogados laboralistas, próximos al PCE y a CCOO, por pistoleros de la ultraderecha). Las manifestaciones eran frecuentes en el País Vasco y terminaban en duros enfrentamientos entre policía y manifestantes (Mayo de 1977: mueren seis personas en uno).
Las elecciones se convocaron para el 15 de Junio de 1977. Antes, se legalizaron los partidos políticos (el PCE se legalizará el 9 de Abril de 1977, provocando una fuerte crispación en el seno de las fuerzas armadas). Se concedíó una nueva amnistía (afectó especialmente a los presos de ETA). Se decretó la extinción del Movimiento Nacional y se reconocíó el derecho de crear libremente sindicatos. Finalmente España restablecíó relaciones diplomáticas con los países del Este (comunistas) y con Méjico.
A estas elecciones se presentan muchos partidos políticos: PCE (de Santiago Carrillo), PSOE (de Felipe González), PSP (de Tierno Galván), AP (de Manuel Fraga), nacionalistas catalanes y vascos, UCD (de Adolfo Suárez)… El resultado electoral fue el siguiente: UCD (166 escaños); PSOE, (118); PCE (20); AP (16); PDC de Pujol y PNV de Arzallus también obtuvieron representación. Triunfó el centro, la moderación. La Monarquía y la democracia parecían consolidadas .Poco antes de las elecciones D. Juan de Borbón había renunciado a sus derechos a favor de su hijo.
La labor de estas Cortes será la redacción de una Constitución. Esta será elaborada por una ponencia del Congreso integrada por representantes de UCD (Pérez Llorca, Cisneros y Herrero de Millón), PSOE (Peces Barba), PCE (Solé Tura), AP (Fraga Iribame) y nacionalistas catalanes (Roca Junyet). La elaboración de la Constitución fue fruto de un gran pacto nacional. Tras ser largamente debatida por las Cortes, fue aprobada el 31 de Octubre de 1978 por la gran mayoría de los diputados, sólo votaron en contra la extrema derecha y la extrema izquierda y el PNV se abstuvo. Sometida a referéndum, fue aprobada por el pueblo español el 6 de Diciembre de 1978. Votó el 67% del censo y lo hicieron afirmativamente el 88%.
En este periodo se abordaron por parte del gobierno de Suárez otras cuestiones:
– La reforma de la organización territorial del Estado desde Septiembre de 1977.
– Los Pactos de la Moncloa: el gobierno y los partidos políticos más votados los firman para hacer frente a la grave crisis económica -inflación, paro y caída de la inversión- que vive España desde 1974. Se defendía en ellos una política de ajuste con ciertas compensaciones a los trabajadores. CCOO y UGT, y los empresarios los aceptan aunque con cierta reticencia.
– Reforma fiscal.
– Una nueva amnistía
Aprobada la Constitución, Suárez disuelve las Cortes y convoca elecciones generales el 1 de Marzo del 79. UCD gana pero sin mayoría absoluta. También se convocan elecciones municipales el 3 de Abril de 1979: UCD obtuvo el mayor número de concejales pero el PSOE obtuvo buenos resultados en las ciudades. En ambas, la abstención fue de un 30 %.
A partir de este momento comienza un cierto deterioro de la vida política, el consenso desaparecía y los enfrentamientos gobierno oposición eren frecuentes. Suárez empezaba a tener problemas al carecer de mayoría absoluta.
El debate parlamentario se recrudecíó, las tensiones dentro del propio partido aumentaron y los resultados en las elecciones autonómicas de 1980 les fueron muy desfavorables. La situación política se deterioraba, además la crisis económica, se había recrudecido desde 1979. El terrorismo actuaba de nuevo y el involucionismo acechaba.
A finales de Mayo de 1980, el PSOE promovíó una moción de censura contra Adolfo Suárez. Esta no prosperó pero Suárez salíó muy debilitado y Felipe González reforzado. Suárez, además, contaba con pocos apoyos dentro de su propio partido y el 29 de Enero de 1981 dimitíó como presidente de gobierno y renunció a la dirección de UCD.
Cuando el 23 de Febrero se desarrollaba la votación de investidura de Leopoldo calvo Sotelo como candidato a presidente del gobierno, el teniente coronel Antonio Tejero con un grupo de guardias civiles asalta el Congreso; en Valencia, el capitán general Milans del Bosch sacaba los tanques a la calle. Se iniciaba un Golpe de Estado que tardaría varias horas en desactivarse. De nuevo, los militares intervénían para cambiar el rumbo político. La decisión del rey, resultó decisiva para el mantenimiento de las libertades.
El intento de Golpe de Estado había demostrado la fragilidad del sistema democrático. Las autoridades políticas, el rey y el pueblo español no permitieron una vuelta atrás. El día 25 era investido Calvo Sotelo como presidente de gobierno. El 27 se celebraron manifestaciones multitudinarias en toda España por la defensa de la democracia. Calvo Sotelo inició una política de cierto consenso con el PSOE. Se aprobó la ley del divorcio. Se propuso entrar en la CEE y en la OTAN.
Calvo Sotelo disolvíó las Cortes y convocó elecciones para el 28 de Octubre de 1982.La UCD se desmoronó, el PSOE conseguía un triunfo espectacular, 202 diputados, la mayoría absoluta. El triunfo del PSOE terminaba con la inestabilidad
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del gobierno anterior y cerraba la etapa de transición: un partido de izquierdas llegaba de forma democrática al poder, efectivamente parecían cerradas las heridas de la Guerra Civil. Se iniciaba con el PSOE una etapa de consolidación democrática.
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