1. Introducción
La independencia de las colonias americanas de España en el Siglo XIX se debió
tanto, al vacío de poder provocado por la invasión napoleónica, como por la extensión de
las revoluciones liberales burguesas entre finales del Siglo XVIII y principios del Siglo XIX.
Entre 1810-1824 España perdió su Imperio con la excepción de Cuba, Puerto Rico
y Filipinas, territorios que conservó hasta 1898. La pérdida de estas últimas colonias
significó una depresión moral y anímica en la sociedad española y el inicio de la crisis de
la Restauración.
2. CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA
Las causas del proceso de independencia de las colonias españolas fueron:
1) Causas político-ideológicas: los ideales de la Ilustración eran conocidos en el
continente americano, así como, dos ejemplos revolucionarios: la independencia de
las colonias norteamericanas y la Revolución Francesa. Además, se generó un
clima de rechazo ante la vuelta al absolutismo de Fernando VII.
2) Causas sociales: las reformas ilustradas no habían mejorado la gestión política de
las colonias que se caracterizaba por la corrupción y la marginación de los criollos
(hijos de emigrantes españoles nacidos en América), quienes constituyeron un
grupo social llamado a dirigir el proceso de independencia, se encontraban
excluidos de altos cargos, pero sí ocupaban un puesto relevante social y
económico.
3) Causas económicas: Cuba era el mayor exportador de azúcar, café y tabaco.
España tenía el monopolio de su comercialización. Los criollos ambicionaban una
vida económica independiente. Los Borbones españoles les obligaban a comerciar
únicamente con España.
4) Causas internacionales: el ejemplo de independencia de las colonias
norteamericanas y la extensión de las ideas liberales europeas influyeron en las
élites criollas ilustradas. La situación internacional, protagonizada por conflictos
entre la monarquía española y la británica, había provocado el aislamiento entre las
colonias españolas y la metrópoli. Esta situación sería aprovechada tanto por Gran
Bretaña como por los Estados Unidos para ayudar a las colonias
hispanoamericanas, deseosos de eliminar el monopolio comercial español y
comerciar libremente con el continente.
3. Evolución DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA
➔ Primer período (1810-1814): se caracteriza por sublevaciones improvisadas y
sofocadas. Los principales focos independentistas surgieron en México,
Venezuela y Argentina. Los criollos intentaron dar al movimiento un carácter
legal, se establecieron cabildos de los cuales salieron Juntas Supremas
encargadas del gobierno, que destituyeron a las autoridades metropolitanas en
varias regiones. Como el movimiento se hizo en nombre de Fernando VII (contexto
ocupación francesa), las juntas apenas hallaron resistencia. Tras el retorno al trono
de Fernando VII, los focos de insurrección fueron sofocados, quedando
independiente solo Argentina.
➔ Segundo período (1815-1824): fue desastroso para los intereses españoles pues
supuso la pérdida de todos los territorios americanos, excepto Cuba y Puerto Rico.
La insurrección alcanzó grandes éxitos gracias a las campañas de los generales
San Martín, Bolívar y Sucre, apoyados por Gran Bretaña y Estados Unidos. Chile
fue la primera en declararse independiente gracias al general San Martín,
Venezuela y Nueva Granada (Colombia) se independizaron tras las victorias de
Simón Bolívar. México fue declarado independiente por el general Agustín Iturbide
y, finalmente, las victorias de Sucre liberaron a Bolivia y Ecuador.
➔ Tercer período (1868-1878): Guerra de los Diez Años, primer intento de
independencia cubano, la guerra comenzó con el Grito de Yara y terminó con la
Paz de Zanjón en la que el ejército independentista se rindió ante las tropas
españolas. Años más tarde, se reabre el conflicto.
4. EL FIN DEL Imperio COLONIAL
4.1. Precedentes de la insurrección
A finales del Siglo XIX España solo contaba con Cuba y Puerto Rico en el Caribe, y
Filipinas en el Pacífico.
Cuba era la principal posesión española pues en ella se concentraban intereses y
negocios. La vida económica de la isla se basaba en la agricultura de plantación (azúcar,
café y tabaco) para la exportación. Esta actividad constituía una importante fuente de
ingresos para el Estado. La política arancelaria que imponía el gobierno español obligaba
a los cubanos a comprar solo productos españoles a altos precios (trigo castellano y
tejidos catalanes), lo que les dificultaba la exportación hacia Europa o Estados Unidos.
La Paz de Zanjón puso fin a la Guerra de los Diez Años que comenzó con el Grito
de Yara en el que los criollos pedían más soberanía, estableciéndose medidas destinadas
a facilitar la autonomía cubana, la abolición de la esclavitud y la presencia de diputados
cubanos en el Parlamento español. En la isla, el sector más intransigente, opuesto a las
reformas, formó el Partido Unión Constitucional, mientras que los grupos más
progresistas, partidarios de la autonomía, formado el Partido Liberal Cubano.
La mayoría de los políticos españoles eran contrarios a conceder autonomía a
Cuba, Sagasta abolió la esclavitud y el Plan de Reformas Coloniales elaborado por
Maura, fue rechazado por la oposición de su propio partido.
El malestar de la población cubana se incrementó cuando España introdujo en
Cuba un impuesto a la importación de productos no procedentes de España (arancel
Cánovas). Esta medida incomodó a Estados Unidos que debía pagar fuertes aranceles
por los productos que vendía en Cuba.
Filipinas, aquí el caso era distinto, porque la población era escasa y los intereses
económicos españoles se basaban en la producción de tabaco, y en el hecho de que el
archipiélago daba acceso a intercambios con el continente asiático. Filipinas estaba
controlada por el ejército y las órdenes religiosas. A nivel político no tenían derechos.
4.2. La insurrección en Cuba
El incumplimiento de la Paz de Zanjón, el nuevo arancel y el apoyo de los Estados
Unidos hicieron que en 1895 se reiniciara el conflicto cubano. La insurrección comenzó
con el Grito de Baire con José Martí como líder, fundador del Partido Revolucionario
Cubano.
Los intentos de España por poner fin al conflicto combinaron el diálogo, en el caso
del general Martínez Campos, con una fuerte represión del general Weyler. La población
sufrió duras consecuencias de hambre y epidemias.
España envió casi 200 000 soldados a la isla, pero, a pesar del elevado
contingente, las tropas españolas no lograron derrotar militarmente a los insurgentes
cubanos.
En España el asesinato de Cánovas del Castillo, dio lugar a un imprevisto cambio
de gobierno. Sagasta inició una estrategia de conciliación, destituyó al general Weyler,
decretó la autonomía de Cuba, el sufragio universal masculino, la igualdad de derechos
entre insulares y peninsulares y la autonomía arancelaria. Sin embargo, las medidas
llegaron demasiado tarde.
4.3. La insurrección en Filipinas
El malestar provenía del descontento de la población con los métodos de la
administración española y el excesivo poder de las órdenes religiosas. El
independentismo fraguó en la formación de la Liga Filipina, fundada por José Rizal.
La insurrección se inició en 1896 y se extendió por la provincia de Manila. El
capitán Camilo García Polavieja llevó a cabo una política represiva. El nuevo gobierno
liberal de 1897 nombró capitán general a Fernando Primo de Rivera, quien promovió una
negociación indirecta con los principales jefes de la insurrección, la cual dio como
resultado una pacificación temporal del archipiélago.
4.4. La intervención de Estados Unidos y el fin del conflicto
La política española había intentado evitar un enfrentamiento con Estados Unidos.
Por su parte, la opinión pública y la mayoría de los políticos estadounidenses eran
favorables a la intervención militar en Cuba. El nuevo presidente McKinley que enviaba
armas a los rebeldes por vía marítima, decidido a intervenir directamente en el conflicto.
Estados Unidos utilizó como pretexto la explosión y hundimiento de su buque de
guerra Maine, anclado en la bahía de La Habana. La negativa de España a renunciar a la
isla y a acatar el ultimátum estadounidense inició el enfrentamiento entre ambos. Como
extensión del conflicto, ese mismo año se inició la insurrección en Filipinas.
La flota española fue finalmente derrotada y por el Tratado de París (1898),
Estados Unidos impuso a España las condiciones de la paz que estipulaban lo siguiente:
España perdía Cuba que fue ocupad provisionalmente por Estados Unidos.
Cedió a Estados Unidos Puerto Rico y Filipinas a cambio de 20 millones de
dólares.
En definitiva, este tratado supuso el inicio del colonialismo norteamericano y el fin del
colonialismo español en América y el Pacífico.
5. LA CRISIS DE 1898
Las consecuencias del desastre colonial del 98 fueron:
En el ámbito político, se criticó la torpeza de los gobernantes, pero el sistema
político sobrevivió.
En el ámbito económico, significó la pérdida de los mercados coloniales, pero la
industria nacional se recuperó y resultó positiva la repatriación a España de los
capitales situados en América que desarrollaron la banca española.
En el ámbito ideológico, se produjo una crisis de conciencia nacional que se
manifestó a través del regeneracionismo. El regeneracionismo fue una corriente
de pensamiento que surgió tras la crisis del 98, e intentó dar una respuesta
alternativa al sistema político de la Restauración. Representaba a las clases
medias, y pequeña y mediana burguesía que no se identificaban con este sistema.
Sin embargo, no se trataba de una corriente unitaria, sino que dentro de ella se
puede distinguir: un regeneracionismo dentro del sistema (Silvela o Maura, Partido
Conservador) que se limitaba a criticar solo los aspectos más negativos; un
regeneracionismo al margen del sistema (Joaquín Costa) que criticaba en su
totalidad el sistema de la Restauración en su obra Oligarquía y caciquismo como la
actual forma de gobierno en España.