Restauración es el período histórico entre 1875 (tras la sublevación militar de Martínez Campos) , quien proclama en Diciembre de 1874 a Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II, Rey de España. Esto supuso la vuelta de los Borbones al trono español. Los primeros pasos de la Restauración borbónica en el Siglo XIX se resolvieron pronto, gracias al apoyo del Ejército liberal, bajo el mando del propio Martínez Campos consiguió la rendición de los carlistas. En 1876 la tercera y última guerra carlista estaba acabada. Con ella se abolíó el régimen foral del País Vasco que quedaba sujeto al pago de impuestos y a la aportación de soldados para el Ejército.

El fin de la guerra carlista permitíó el envío de nuevas tropas a Cuba, donde en 1878 se puso fin a la Guerra de los Diez Años (1868-1878). Se firmo en ese año la Paz de Zanjón y la promesa de reformas políticas para la isla.

La resolución de estos conflictos bélicos contribuyó a la estabilidad de la Restauración Alfonsina, También ayudo Cánovas, es cual, diseñó un nuevo sistema político, para ello implantó un régimen monárquico conservador.

Cánovas creó la Constitución de 1876, que recogía los derechos y libertades individuales de la Constitución de 1869, además de una soberanía compartida entre las Cortes y el Rey y un sufragio censitario. Además se ampliaron los poderes de la Corona y se establecíó la confesionalidad católica del Estado.

El sistema político canovista se basaba en la formación de dos grandes partidos políticos liberales, uno, liderado por Cánovas: el P. Conservador, y el P. Liberal, encabezado por Sagasta.

La recompensa que Cánovas iba a dar a aquellos liberales seguidores de Sagasta que se aviniesen al credo de la Constitución de 1876 iba a ser el poder. Cánovas puso en práctica un sistema político cuyo funcionamiento residía en un bipartidismo alternante que aboliese los pronunciamientos militares. Para garantizar la alternancia en el poder, adulteraban las elecciones.

La Corona nombraba un nuevo Presidente de Gobierno del partido en la oposición cuando surgía una crisis social. Entonces, el nuevo Partido cambiaba a todos los Gobernadores provinciales y se dispónía para la adulteración de las nuevas elecciones.

Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto de El Pardo y se comprometen a apoyar al régimen durante la minoría de edad del futuro rey y a respetar la obra legislativa de cada Partido en el poder.

La estabilidad política de esta primera fase de la Restauración (1875-1902) se reforzó por la incorporación de una parte de los partidos antisistema: Pidal y Mon (derecha) y por la izquierda, Salmerón y de Castelar.

Entre los problemas que surgieron fueron el nacimiento de los nacionalismos en Cataluña (Lliga Regionalista) y en el País Vasco (el PNV se funda en 1894).

El desarrollo del movimiento obrero, el cual crearía problemas más adelante

Por último, la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898.

Este texto histórico, de carácter político, fue redactado por Cánovas del Castillo y firmado por Alfonso de Borbón . Se cerraba así el período histórico conocido como el Sexenio Democrático (1868-1874), que había visto fracasar en España dos regíMenes políticos distintos en muy poco tiempo: la monarquía democrática de Amadeo de Saboyá (1871-1873), y la I República (1873-1874).

Cánovas del Castillo , militó en las filas de la Uníón Liberal, pero tras los acontecimientos de “La Gloriosa”, creo un nuevo partido, denominado “alfonsino”, para restaurar la monarquía borbónica. Tuvo que convencer a Isabel II de que abdicase de sus derechos dinásticos en beneficio de su hijo Alfonso.

El momento histórico en el que se encuadra este texto se corresponde con el de máximo deterioro político del régimen republicano. Los problemas de la insurrección carlista, del independentismo cubano, y de las sublevaciones cantonales hicieron fracasar las medidas para estabilizar el régimen.

En el análisis de texto, Alfonso de Borbón se proclama como sucesor del trono español “soy el único representante yo del derecho monárquico”, tras la abdicación “espontánea” de su madre Isabel II.

En el resto del Manifiesto se presenta el programa de su restauración borbónica, denominada “monarquía hereditaria y constitucional”.

Cánovas insiste en que la monarquía borbónica será una monarquía parlamentaria, para así evitar los errores de el régimen de Isabel II en el pasado “no hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente”;
Y que legitima su restauración en el “derecho constitucional” de 1812. El régimen de Alfonso de Borbón es de tipo “liberal” ““hombre de siglo, verdaderamente liberal”.
Además esta monarquía garantizará los derechos y libertades de los españoles.

En conclusión, este Manifiesto pretende hacer un esquema sobre lo que representaría la restauración borbónica, además de la muestra del ideario del régimen como el catolicismo, o su carácter liberal. Se habla de un manifiesto a modo de esquema porque no se especifican las pautas de este liberalismo.