Guerra Civil Española (1936-1939)

Introducción

El 18 de julio de 1936, un golpe de Estado contra el Frente Popular se extendió por toda la Península, triunfando solo en la mitad del país y dando lugar a la Guerra Civil, considerada por algunos como el primer periodo de la II Guerra Mundial. Durante este conflicto, España quedó dividida en dos bandos: el bando republicano, apoyado mayoritariamente por la URSS, y el bando sublevado, respaldado por la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler. Estos bandos representaban valores opuestos: el bando sublevado defendía los valores tradicionales y conservadores, mientras que el bando republicano buscaba la modernización del país y la profundización de las reformas. La guerra finalizó en 1939 con la victoria del bando sublevado, instaurando una dictadura a manos de Franco que duraría hasta su muerte en 1975.

Desarrollo

El triunfo del Frente Popular aceleró los preparativos del golpe de Estado liderado por Mola y Sanjurjo. El levantamiento se inició el 17 de julio de 1936 en Melilla. Desde allí, Franco se dirigió a la Península al frente del ejército. En la Península, Mola declaró el estado de guerra y ocupó Pamplona. Presionado por los acontecimientos, Quiroga dimitió y fue sustituido por Giral, quien entregó armas a los partidos del Frente Popular, logrando sofocar el levantamiento en algunas zonas. Sin embargo, la sublevación triunfó en el interior de España y fracasó en el resto, dividiendo el país en dos.

La primera fase de la guerra se caracterizó por el objetivo del bando sublevado de ocupar Madrid, la capital. Para lograrlo, Mola atacó desde el norte y Franco avanzó desde el sur. El ejército sublevado recibió ayuda de alemanes e italianos para desembarcar en España. Este ejército avanzó rápidamente, tomando Extremadura y Toledo, llegando a las puertas de Madrid en octubre de 1936. En noviembre, el gobierno republicano se trasladó a Valencia, pero Madrid, gracias a las Brigadas Internacionales, resistió el ataque. Tras este fracaso, los sublevados intentaron aislar Madrid de la nueva capital, sufriendo dos importantes derrotas en la batalla del Jarama (febrero de 1937) y en la batalla de Guadalajara (marzo de 1937).

Tras estos acontecimientos, el bando sublevado se centró en el norte, dando inicio a la segunda fase de la guerra. Los sublevados, al mando del general Mola, ocuparon Irún y San Sebastián en septiembre de 1936. Pero el verdadero conflicto comenzó en marzo de 1937 con el asedio a Bilbao. La creación de una línea defensiva (Cinturón de Hierro) prolongó la resistencia. En abril, se produjo el bombardeo de Guernica (por parte de la aviación nazi), y en junio Bilbao fue ocupada. La República, para contrarrestar los éxitos rebeldes en el Norte, atacó Brunete y Belchite, junto a Zaragoza, lo que supuso un desastre para la República, ya que no pudo evitar la entrada de Franco en Santander y Asturias.

A finales de 1937, se inició un nuevo periodo en el cual los republicanos reformaron el ejército, desencadenando ofensivas, entre las que destaca la batalla de Teruel con la ocupación de la ciudad. En 1938, Franco reconquistó Teruel y se desencadenó la campaña de Aragón, llegando al Mediterráneo por Castellón. El territorio republicano quedó dividido en dos zonas. A pesar de que Franco continuó su ofensiva hacia el Sur, su avance se detuvo cuando el ejército republicano se reorganizó desde Cataluña y atacó el Ebro. Los republicanos cruzaron el río, pero Franco, con la ayuda de la aviación alemana e italiana, detuvo el ataque, obligándolos a retroceder. Durante meses se disputó el terreno, convirtiéndose en la batalla más dura de la guerra. El ejército republicano fue derrotado y los rebeldes bombardearon las ciudades de Cataluña, entrando el 26 de enero de 1939 en Barcelona.

En febrero de 1939 comenzó la última fase de la Guerra Civil. En esta etapa, la República solo controlaba Madrid, La Mancha y la región mediterránea de Valencia a Almería. Sin embargo, en Madrid se produjo una sublevación contra el gobierno republicano, que buscaba terminar la guerra mediante una negociación con Franco. Al final, estas negociaciones fracasaron y Madrid fue ocupada por Franco. El 1 de abril de 1939, el Cuartel General de Franco comunicaba el fin de la guerra.

Varios factores clave ayudan a entender la victoria del bando sublevado:

• La ayuda de fuerzas extranjeras, especialmente Alemania e Italia.
• La disciplina del ejército y la alta cualificación de sus mandos.
• La estrategia de los republicanos para poder resistir.

La evolución de cada uno de los bandos fue diferente.

Evolución de los Bandos

En el territorio republicano, el poder del Estado sufrió un desplome y fue sustituido por organismos revolucionarios. En los primeros meses de guerra, se desencadenó en la zona republicana una respuesta popular contra todo lo relacionado con los sublevados. En septiembre de 1936, Largo Caballero formó gobierno con la idea de crear una alianza antifascista, recomponer el poder del Estado eliminando juntas y comités, dirigir la guerra militarizando las milicias de los partidos y creando el Ejército Popular. Sin embargo, los fracasos militares debilitaron al gobierno de Largo Caballero, produciendo los Hechos de Mayo, un enfrentamiento entre anarquistas y el Estado republicano, que provocaron su dimisión. Azaña encargó la formación de gobierno a Negrín. El gobierno buscó una salida a la guerra mediante un programa de Trece Puntos en los que proponía el cese de la lucha, la permanencia de la República y la convocatoria de elecciones democráticas. Sin embargo, Franco solo aceptaba una rendición sin condiciones.

Por su parte, el bando sublevado, tras la muerte de Sanjurjo, creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, integrada por militares y presidida por Miguel Cabanellas, cuya misión era gobernar el territorio ocupado. Sus primeras medidas fueron: prohibir la actividad de todos los partidos políticos, suspender la Constitución y paralizar la reforma agraria. A esto se sumó la imposición y reconocimiento de Franco dentro del ejército. El 1 de octubre de 1936, fue nombrado jefe del gobierno del Estado y Generalísimo. En 1937, Franco creó un partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, concentrando en él todo el poder. Este partido defendía el conservadurismo y la religión católica, sumado a las duras represiones y la limitación de las libertades.

Conclusión

En conclusión, la Guerra Civil supuso un conflicto armado de gran calibre que trajo una serie de consecuencias muy variadas:

• El gran impacto demográfico, debido al gran número de muertos y exiliados.
• La reducción de la producción industrial, debido a la producción de armas y el alistamiento de la población.
• La destrucción de gran parte de las infraestructuras y comunicaciones.
• El fin del intento de modernización del Estado.

A todo esto hay que sumar el inicio de una dictadura por parte del general Francisco Franco, que duraría hasta su muerte en 1975.