Conflicto y División en España: La Guerra Civil (1936-1939)

La Guerra Civil Española (1936-1939): Un Conflicto Fratricida

La Guerra Civil Española fue un conflicto bélico que se desencadenó en julio de 1936, tras la sublevación de una parte del ejército contra el gobierno de la Segunda República Española. Concluyó el 1 de abril de 1939 con la victoria de los sublevados, instaurando una dictadura liderada por el General Francisco Franco, que sustituyó al sistema parlamentario republicano.

Causas y Conspiración

Las causas de la Guerra Civil se encuentran en el clima de enfrentamiento social y político que dividía a la sociedad española. Las fuerzas de la derecha, decididas a derribar al gobierno republicano por medios violentos, orquestaron una conspiración. Pocos días antes del estallido de la guerra, fueron asesinados el teniente Castillo (socialista) y el líder del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo.

El detonante del conflicto fue el intento de golpe de Estado llevado a cabo por una serie de militares con apoyo político y económico de la derecha. El golpe dividió al país, incluyendo al ejército. El bando nacional, compuesto por falangistas, carlistas y liderado por Francisco Franco, desempeñó un papel clave.

El golpe tuvo lugar entre los días 17, 18 y 19 de julio. España quedó dividida en dos zonas:

  • Zona sublevada: Controlada por los rebeldes, abarcaba la España más tradicional.
  • Zona republicana: Correspondía a las zonas más pobladas, urbanizadas e industrializadas, que permanecieron leales a la República.

Etapas de la Guerra

La iniciativa inicial la tomaron las tropas rebeldes al mando de Francisco Franco.

Fase 1: La Lucha por Madrid (Julio 1936 – Marzo 1937)

Tras el fracaso del golpe de Estado, el objetivo fundamental de los sublevados era tomar Madrid. Con la ayuda de la aviación alemana e italiana, lograron avanzar. Ante la proximidad de las tropas enemigas, el gobierno republicano se trasladó a Valencia.

Fase 2: La Lucha en el Norte (Abril – Octubre 1937)

La aviación alemana bombardeó Guernica, un evento trágico que simbolizó la crueldad de la guerra. Posteriormente, se produjo la caída de Vizcaya y Asturias. Los republicanos realizaron dos ofensivas para aliviar la presión en el norte, una sobre Brunete (Madrid) y otra en Belchite, ambas sin resultados decisivos.

Fase 3: El Frente Este (Octubre 1937 – Abril 1939)

La guerra se concentró en el frente aragonés-levantino. Franco recuperó Teruel. La República lanzó su mayor ofensiva de la guerra, la Batalla del Ebro, la más larga y sangrienta del conflicto. Su fracaso supuso el hundimiento definitivo de la República. La ofensiva culminó con la toma de Cataluña.

El 28 de marzo, Franco entró en Madrid. Con el famoso último parte de guerra del 1 de abril, Franco dio por terminada la guerra.

Evolución Política en la Zona Republicana

La sublevación provocó la caída del gobierno. Se produjo una revolución social impulsada, principalmente, por anarquistas y el POUM, que significó la quiebra del orden republicano y la descomposición del Estado. El gobierno de Largo Caballero, con la participación de nacionalistas e incluso anarquistas, intentó recuperar para el Estado los resortes del poder, frenando el proceso revolucionario.

La caída del frente norte y la derrota en la Batalla del Ebro minaron las esperanzas de muchos defensores de la República. Tras la caída de Barcelona, a comienzos de 1939, se produjo un golpe de Estado anticomunista en Madrid, protagonizado por militares profesionales como el coronel Casado, al que se unieron socialistas y anarquistas. En febrero de 1939, Franco hizo pública la Ley de Responsabilidades Políticas, mostrando su rechazo a una paz negociada.

Evolución Política en la Zona Sublevada

En la zona rebelde, el mando correspondió inicialmente a una Junta Técnica con sede en Burgos. Tras las muertes de Sanjurjo y Mola, Franco se convirtió en jefe supremo, militar y político: Generalísimo de todos los ejércitos y Jefe del nuevo Estado, aún sin definir.

El Decreto de Unificación, del 19 de abril de 1937, obligó a falangistas y carlistas a integrarse en un partido único. Este sistema de partido único se definió en un nuevo Estado totalitario. La Iglesia desempeñó un papel fundamental en la legitimación de la guerra y del nuevo Estado.

Represión y Consecuencias de la Guerra

El estallido de la guerra fue seguido de una feroz represión llevada a cabo por ambos bandos.

  • Zona republicana: La represión fue llevada a cabo por los comités revolucionarios formados por milicianos de los partidos y sindicatos obreros.
  • Zona sublevada: La represión fue consecuencia de una política de terror planificada por los militares. Se buscaba el exterminio del enemigo.

Franco nunca buscó la reconciliación entre españoles. Su política se basó en la aniquilación de los vencidos. La guerra dejó casi medio millón de muertos. Acabada la guerra, más de 250.000 personas ingresaron en prisiones o campos de trabajo forzado, y decenas de miles de españoles se exiliaron, principalmente a México, que se convirtió en la sede política de la República en el exilio.

Las consecuencias para la cultura española fueron devastadoras: se destruyó todo el esfuerzo de regeneración cultural y educativa de la Edad de Plata de la cultura española.

Las consecuencias económicas fueron desastrosas: pérdida de reservas, disminución de la población activa, etc.

En cuanto a las consecuencias políticas, la principal fue el inicio de un larguísimo periodo de dictadura (1939-1975). En el ámbito internacional, España inició veinte años de aislamiento político.

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