PRIMERA PARTE DEL REINADO DE Alfonso XIII LOS PROYECTOS DEL REGENERACIONISMO POLÍTICO
Consolidado el sistema liberal y estando en marcha el sistema de la Restauración da comienzo el Siglo XX, inaugurado con el reinado de Alfonso XIII.
Tras el “Desastre” hubo un periodo marcado por la crisis y descomposición del stm.6 canovista; coincidiendo el regeneracionismo (deseo de cambio). Destacamos a J.Costa quien propuso una transformación económica, tecnificando la agricultura, difundiendo la educación y poniendo fin al turnismo político y al caciquismo.
El regeneracionismo político se caracterizó por la intención de realizar una revolución desde el gobierno;
Un ejemplo es Silvela y el general
Polavieja, que aplicaron medidas regeneracionistas pero las disputas internas de los partidos dificultaron su puesta en marcha.
La crisis política del reinado de Alfonso se debíó, en parte, a que desde un principio desempeñó un papel activo en el gobierno y en la política. La división de los partidos del “turno”, la lenta desaparición del caciquismo y la aparición de los partidos políticos no dinásticos no facilitaron el desarrollo de la política en este periodo.
Una serie de problemas hostigaron al país: los conflictos sociales y los “problemas militares”, la reaparición de la “cuestión religiosa”, la intensificación del movimiento nacionalista y el problema de Marruecos (desde la Conferencia de Algeciras en 1906 España y Francia se reparten el protectorado del Rif y desde en 1909 se convierte en un conflicto que se prolonga más de quince años).
En 1905 tuvo lugar una crisis que se centró principalmente en Cataluña, entorno a la Lliga Regionalista (Cambó y Prat de la Riba). La victoria de este partido en 1905 alertó al ejército (lo consideraban el triunfo del separatismo), críticas burlescas en la prensa provocaron que el ejército asaltase dos imprentas.
Se aprobó la Ley de Jurisdicciones (1906); nacionalistas, republicanos y obreros reivindicaron la derogación de dicha ley y esto favorecíó que en 1907 Solidaritat Catalana (nacionalistas) obtuviese una victoria electoral.
En 1907 se inició el “gobierno largo de Maura” (conservador). Reformas políticas basadas en su proyecto de “revolución desde arriba” y evitar una “revolución desde abajo” que acabase con el stm. Liberal-parlamentario.
Se aprobó la Ley Electoral (limpieza electoral), la Ley de Admin. Local, posibilidad de crear mancomunidades con mayor autonomía local y descentralizando el país (no se aprobó). Económicamente se fomentó el proteccionismo y se creó un plan de reconstrucción naval. Se tomaron medidas sociales: creación del Instituto Nacional de Previsión, el descanso dominical y la legalización de la huelga. Fracasó la Ley de Represión del Terrorismo. En política exterior se aseguró el territorio de Melilla.
En 1909 se produjo una fuerte crisis. El incremento de la movilización social (obrera, anticlerical, y antimilitar) favorecíó la aparición del Partido Republicano Radical de Lerroux; el desencadenante fue que miembros de cabilas próximas a Melilla atacasen minas españolas y como respuesta, el gobierno envió tropas de refuerzo movilizando a los reservistas. Esto provocó protestas y manifestaciones, que junto al desastre del Barranco del Lobo desataron la crisis. La huelga general en Barcelona convocada por la Solidaridad Obrera y UGT generó la Semana
Trágica de Barcelona, se decretó el estado de guerra e intervino el ejército.
El balance fue más de un centenar de muertos, numerosos heridos, más de mil detenidos y la destrucción de edificios. Se acusó a los republicanos radicales y a los anarquistas. Aplicando la Ley de Jurisdicción de 1906 se ejecutaron cinco condenas de muerte; Francisco Ferrer y Guardia (fundador de la Escuela Moderna); posteriormente quedó demostrada su inocencia. Su fusilamiento produjo una conmoción en la opinión pública.
La Semana Trágica supuso que Alfonso XIII cesase a Maura, se propició la alianza electoral socio-republicana que en 1910 consiguió un gran éxito, otorgando el primer escaño en las Cortes a Pablo Iglesias y se extendíó la crítica contra el sistema de la Restauración.
Entre 1910 y 1912 Canalejas dirigíó el gobierno (liberal). En política interior defendíó la separación de la Iglesia y del Estado con la libertad religiosa, el control de la Iglesia y la enseñanza laica; se aprobó la Ley de Candado y se aplicaron reformas sociales (Ley de reclutamiento y supresión de los consumos). Se promovíó la Ley de Mancomunidades (base de las futuras CCAA).
En política exterior ante la iniciativa francesa de expansión en Marruecos, España adoptó una posición militar y diplomática firme y 1912 se firmó un tratado con Francia, fue la base del Protectorado Franco-español.
En Noviembre de 1912 Canalejas fue asesinado por un anarquista y lo sustituyó Romanones (liberal) quien consiguió aprobar la Ley de Mancomunidades; en 1913 dimite y dio paso al gobierno conservador de Dato.
Simultáneamente a todo lo anterior, los partidos antidinásticos cobraron protagonismo. El partido republicano se bifurcó en el Partido Radical (Lerroux) y el Partido Reformista (Melquíades). La Lliga Regionalista (Cambó) y el Centre Nacionalista
Republicá dominaron el nacionalismo catalán, y terminaron formando la Solidaridad Catalana tras la aprobación de la Ley de Jurisdicciones. El nacionalismo vasco se dividíó, tras la muerte de Arana, en el sector radical y el moderado (PNV).
Con la entrada del Siglo XX los sindicatos sustituyeron a las sociedades de socorro mutuo, oficios y resistencia.
El movimiento obrero se dividía en dos corrientes: la anarquista y la socialista. El anarquismo (terrorista y sindicalismo) rechazaba la reforma social y participar en política, arraigó en la Cataluña urbana y en el campesinado extremeño y andaluz (Solidaridad Obrera, CNT). El socialismo era minoritario, pero crecíó en Asturias y Vizcaya, su estrategia fue colaborar con los republicanos en la democratización del régimen, dando lugar a la Conjunción Republicana Socialista, lo que favorecíó la llegada de Pablo Iglesias a las Cortes y que la UGT incorporase a obreros industriales. (Besteiro)
PRIMERA CRISIS DEL PARLAMENTARISMO Y LA PRIMERA Guerra Mundial
Consolidado el sistema liberal y estando en marcha el sistema de la Restauración da comienzo el Siglo XX, esta centuria se inaugura con el reinado de Alfonso XIII.
En Noviembre de 1912 Canalejas fue asesinado por un anarquista. Lo sustituyó Romanones (liberal) quien consiguió aprobar la Ley de Mancomunidades, pero en 1913 dimite y dio paso al gobierno conservador de Dato.
El 28 de Julio de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. España se declaró neutral, decisión respaldada por todos los partidos debido a la debilidad diplomática, económica y militar del momento.
A pesar de la neutralidad del país la sociedad adoptó su posición; aliadófilos (liberales e intelectuales) y Germánófilos (conservadores, oficiales, clero). Los anarquistas y una minoría socialista consideraron la guerra un enfrentamiento entre imperialismos.
España suministró a los países en guerra, lo que favorecíó su expansión económica; la burguésía financiera e industrial se enriquecíó, pero los trabajadores sufrieron las consecuencias de un proceso inflacionario que provocó una agitación social.
En 1917 tuvo lugar una profunda crisis política, social y militar; el gobierno de Romanones suspendíó las Cortes, detuvo a los líderes de la UGT y restringíó los derechos civiles.
El ejército sufría un atraso técnico, bajos salarios y un sistema de ascenso que beneficiaba a los “africanistas” frente a los peninsulares por lo que exigieron un sistema de “escala cerrada”. Esto favorecíó la formación de Juntas de Defensa (inicialmente ilegales) que, el gobierno al intentar disolverlas, publicaron el Manifiesto de las Juntas dando un ultimátum al gobierno. El gobierno dimitíó y Dato asumíó la presidencia, aceptó las exigencias militares, reconocíó a las Juntas y suspendíó las garantías constitucionales.
Cambó, en Julio de 1917, ante las reivindicaciones de las Juntas, convocó a senadores y diputados a una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona con la pretensión de reformar la vida política. Únicamente acudieron alrededor del 10%, lo que facilitó su disolución.
Sin embargo, el principal acontecimiento de la crisis fue la huelga general. En Marzo la UGT y CNT convocaron una huelga general que serviría para derrocar al régimen e implantar una república democrática. La huelga ferroviaria de Julio en Valencia precipitó los acontecimientos, finalmente en agostó estalló la huelga general que afectó con mayor intensidad a Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias; en lo rural fue muy débil. El gobierno respondíó sacando a las tropas y enfrentándolas a los piquetes.
Como consecuencia hubo 71 muertos y 2000 detenidos. Los miembros del comité de huelga fueron condenados a cadena perpetua, pero sin consecuencias dado que al año siguiente fueron elegidos diputados. Se demostró la fuerza sindical y de las Juntas de Defensa y la debilidad del gobierno. En Octubre Dato dimitíó y se formó un gobierno de coalición.
Tras la crisis de 1917 hay una gran inestabilidad política, avivada por el fin de la guerra. La revolución bolchevique y la III Internacional favorecieron la escisión del Partido Socialista (radicales fundaron el PCE); los republicanos evolucionaron haca un conservadurismo político; el nacionalismo catalán se dividíó en los partidarios de la autodeterminación y los partidarios del independentismo (Macià y Companys) y el nacionalismo vasco obtuvo en 1918 representación parlamentaria y en 1921 sufríó una crisis entre los radicales y los moderados del PNV. Socialmente fue un periodo violento protagonizado por los sindicatos. En las zonas urbanas y obreras la CNT se hizo fuerte manteniendo dos posturas: la moderada de Ángel Pestaña y la radical de Durruti, ambos partidarios de la acción directa. Por otro lado, estaba la patronal que se organizó en el Sindicato Libre. El enfrentamiento de ambos en la calle da lugar al pistolerismo. En el campo, concretamente en Andalucía, el anarquismo se enfrenta a los latifundistas, movimiento fuertemente reprimido por el gobierno.
Destaca la huelga de la Canadiense, una victoria sindical que mejoró la situación de los obreros: limite a 8 horas de trabajo, un mayor sueldo y readmisión de los despedidos.
La violencia en las calles es reprimida por el ejército aplicando la Ley de Fugas y entre el 1919 y el 1921 se produce una espiral de violencia conocida como el bienio negro que culmina con el asesinato de Eduardo Dato en 1921.
Paralelamente a todo lo anterior se hizo frente al problema de Marruecos. Tras la Semana Trágica, el nuevo pacto de división del protectorado de 1912 y finalizada la I Guerra Mundial, España reanudó una política de expansión, bajo las órdenes del general Berenguer.
En 1921 una errónea estrategia de la comandancia de Melilla permitíó al líder guerrillero del Rif (Abd-al-Krim) atacar las posiciones españolas. Las tropas mal preparadas, agrupadas y pertrechadas huyeron precipitadamente. La huida supuso la pérdida de 13.000 vidas: el desastre de Annual. La opinión pública lo declaró como una sangría inútil exigiendo responsabilidades. El gobierno se vio obligado a nombrar una comisión presidida por el general Picasso. Se demostró que hubo negligencia militar; los socialistas y la izquierda republicana denunciaron el régimen y acusaron al rey, a los políticos de los partidos dinásticos y a los militares. Pero antes de que el informe Picasso llegase a las Cortes, el general Primo de Rivera dio un Golpe de Estado.
DICTADURA DE Primo de Rivera, LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA. PROBLEMAS ECONÓMICOS.
Consolidado el sistema liberal y estando en marcha el sistema de la Restauración da comienzo el Siglo XX, esta centuria se inaugura con el reinado de Alfonso XIII.
El desastre de Annual y la elaboración del informe Picasso provocaron el descontento de los militares. El auge del nacionalismo catalán y vasco, la división de los partidos del turno, la fundación en 1921 del PCE y las luchas sociales llevaron a valorar que solo un gobierno autoritario podría poner freno a la crisis social.
Finalmente, el 12 de Septiembre de 1923 el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera se sublevó dando un Golpe de Estado (apenas obtuvo oposición).
Primo de Rivera publicó un manifiesto en el que anunciaba sus objetivos: proyecto de regeneracionismo político, resolver los diversos problemas, acabar con el caciquismo y poner fin al separatismo catalán y vasco.
Al capitán general le apoyó la opinión pública, la burguésía urbana, los bancos, la Iglesia e intelectuales. Los republicanos, el PSOE y la UGT también le apoyaron. Solo anarquistas y comunistas se opusieron.
El 15 de Septiembre, el monarca Alfonso XIII encargó a Primo de Rivera la formación del gobierno y le otorgó el cargo de presidente y ministro único. Comenzó el Directorio Militar.
Las primeras medidas que se tomaron fueron declarar el estado de guerra en todo el país y los mandos militares asumieron los cargos civiles. Se suspendíó la Constitución de 1876 y las garantías constitucionales. Se disolvieron las Cortes, se implantó la censura de la prensa, se prohibieron los partidos políticos y los sindicatos. La CNT y el PCE se declararon ilegales. Se reprimíó el nacionalismo imponiendo el castellano y se prohibíó la crítica a la Dictadura y cualquier información sobre la guerra de Marruecos.
Administrativamente los gobernantes militares asumieron el poder y se crearon los delegados gubernamentales. Se aprobó el Estatuto Municipal y se disolvíó la mancomunidad de Cataluña con el Estatuto Provincial. Se creó un partido único que apoyaba el régimen: la Uníón Patriótica.
Mientras tanto en Marruecos se negoció la paz, pero fracasó. Abd-el-Krim invadíó la zona francesa. En 1925 Francia y España acordaron una ofensiva militar conjunta, que desencadenó el Desembarco de Alhucemas. Fue un éxito que le dio a Primo de Rivera una gran popularidad.
Primo de Rivera con el fin de permanecer en el poder sustituyó, en 1925, el Directorio Militar por un gobierno civil. Su aspiración fue construir un régimen dictatorial autoritario, sin embargo, fracasó. Se impulsó la Uníón Patriótica pero solo fue un instrumento propagandístico. Con el fin de consolidar la dictadura y elaborar una Constitución se convocó la Asamblea Nacional Consultiva, que sustituiría a las Corte, mayoritariamente formada por afiliados de la Uníón Patriótica elegidos por sufragio restringido.
En el contexto de los felices años 20 se tomaron medias económicas y sociales; se crearon monopolios estatales (CAMPSA, Telefónica). También se abordaron proyectos hidrográficos siguiendo la línea de Joaquín Costa, y se comenzó la electrificación pública en ciudades y un amplio programa de carreteras. Desde el punto de vista social se caracterizó por un periodo sin conflictos, la patronal y obreros estaban obligados a entenderse en el Comité Paritarios controlado por el Estado.
A partir de 1926 la Dictadura perdíó apoyos y crecíó la oposición al régimen. Intelectuales y periodistas (Unamuno, Ortega y Gasset) se enfrentaron al dictador, los partidos del turno y republicanos comienzan conspiraciones y apoyan pronunciamientos militares (Sanjuanada) y el movimiento nacionalista se reactiva en Cataluña (ERC) y Galicia (ORGA). Comienza el conflicto social en las calles y se devalúa la peseta en 1929.
Finalmente, Primo de Rivera presentó su dimisión en Enero de 1930 y el monarca mandó al general Berenguer formar gobierno para retomar la normalidad constitucional. El gobierno de Berenguer se calificó como inactivo pues no tomó medidas eficaces.
Paralelamente se firmó el Pacto de San Sebastián (republicanos, PSOE, UGT, CNT) con el objetivo de establecer la II República. Se organizó un comité revolucionario (Alcalá Zamora) apoyados por jóvenes militares del cuerpo de aviación y artillería.
Mientras tanto el gobierno intentó definir formas de actuación con los partidos constitucionales, pero paralelamente se estaba preparando un golpe militar que acabase con el régimen (a favor de la República) que se precipita siendo reprimido duramente por el gobierno que detiene y manda fusilar a los líderes.
Berenguer propuso convocar elecciones y promover un partido monárquico que no obtuvo apoyos. Presentó su dimisión el 14 de Febrero.
El almirante Aznar, como nuevo jefe de gobierno, convocó elecciones municipales para el 12 de Abril. El triunfo de los republicanos y socialistas en las grandes ciudades se interpretó como un rechazo a la monarquía por lo que, en pocas horas, se desencadenó la abdicación del rey y se proclamó la Segunda República.