LA QUIEBRA DEL SISTEMA: CONFLICTIVIDAD SOCIAL Y CRISIS DE 1909, 1917 Y 1921. CONFLICTIVIDAD SOCIAL. Tras el
triunfo de la revolución bolchevique y el Estado Soviético en Rusia, en España se desarrolló el movimiento obrero y el sindicalismo
. Barcelona se convirtió en el epicentro, como la huelga en la industria de electricidad “La Canadiense”, que supuso la paralización
de la industria. Con una dura represión se finalizó este conflicto. En Andalucía hubo una revuelta campesina por la situación de
hambre en el trienio bolchevique (1918-1921). Se queman cosechas, 30.000 trabajadores protestan… Las posiciones se radicalizan.
Los patronos constituyeron una Federación Patronal con pistoleros a sueldo que mataban a líderes sindicales. Los empresarios
crearon el sindicalismo libre para que actuara a su favor. Los grupos de la CNT reaccionaron violentamente con Buenaventura Durruti
o Juan García Oliver. Los políticos apoyaron a los patronos, defendiendo a los pistoleros, y pusieron en marcha la Ley de Fugas. Fue
la época del pistolerismo (1916-1923). CRISIS DE 1909. La Semana Trágica de Barcelona (1909) fue la primera crisis que sufrió la
Restauración tras la Guerra de Cuba (1898). Fue una explosión de descontento popular por el paro en el sector textil y el embarque
de soldados destinados a Marruecos en Barcelona. Anarquistas, republicanos y catalanistas tomaron las calles de la ciudad. Se desarrolló
violencia contra la iglesia; las clases bajas urbanas identificaban a la Iglesia con los intereses de las clases dominantes. La quema de
conventos fue vista como una barbarie y desorden público. Maura respondió con el uso de la fuerza y una represión exagerada
(como la ejecución de Ferrer Guardia), y perdió el poder. En la Semana Trágica de Barcelona estallaron los conflictos de la Restauración
y comenzó su ruina. El asesinato de Canalejas y la Semana Trágica de Barcelona pusieron fin al Revisionismo Político y abrieron un
nuevo período (1912-1923) en el que se manifestó la crisis del Turno de Partidos. Se produjeron luchas internas en conservadores y
liberales porque dependían del liderazgo de Cánovas, Sagasta o Canalejas. CRISIS DE 1917. En la Primera Guerra Mundial (1914-1918)
España se mantuvo neutral, aunque la opinión pública se dividió, y la guerra tuvo efectos económicos y sociales. España suministró
materias primas y alimentos, lo que aumentó las exportaciones. Esto expandió la economía y mejoró la balanza comercial, pero provocó
un ascenso de los precios. Los beneficios no se repartieron ni se produjo un ascenso de los salarios, por lo que aumentó el descontento
y la conflictividad social. Estos problemas, junto con el político y el descontento en el ejército, produjeron la crisis de 1917. Desde 1916 se
crean las Juntas Militares de Defensa, y se sublevaron en 1917 por el descontento con la política de Romanones (liberal): pérdida del
poder adquisitivo, favoritismo en Marruecos, exámenes de aptitud. El Manifiesto de las Juntas de Defensa supone la reaparición del ejército
en la política (unidad nacional, orden público,…).
Alfonso XIII lo apoyó, contra la oposición política a la Restauración y frente a su crisis.
La Asamblea de Parlamentarios, un “parlamento alternativo” a las Cortes reunido en Barcelona por Cambó y la Lliga Regionalista, pretendía
unir a toda la oposición política de la Restauración (republicanos, nacionalistas y socialistas) en una asamblea constituyente que modificara
el sistema de Cánovas. Pero fracasó por las diferencias entre sus componentes, la oposición del rey y del ejército, el miedo de los burgueses
a la Huelga General y que los catalanistas participaran en gobiernos de concentración. La Huelga General, promovida por socialistas y
anarquistas, protestaba contra la pérdida de poder adquisitivo de los obreros y reivindicaba un cambio en el sistema político
(Huelga Revolucionaria). La huelga sólo tuvo éxito en zonas urbanas (Barcelona, Madrid, Vizcaya, Asturias, Zaragoza). El gobierno se
negó a negociar y utilizó el ejército como una fuerza de orden público. La huelga contribuyó al fracaso de la Junta de Parlamentarios y
al acercamiento entre las Juntas de Defensa y el rey. CRISIS DE 1921. La Guerra de Marruecos (1906-1927) se originó en la Conferencia de
Algeciras (1906), en la que las grandes potencias, debido a sus disputas, concedieron la parte norte del Protectorado de Marruecos a España.
El Rif era una zona pobre con tribus belicosas (kabilas), que amenazaban los puertos de Ceuta y Melilla. El gobierno de Maura y el ejército
español querían conquistar el Rif para olvidar el desastre del 98, aumentando el prestigio nacional. Además había minas de hierro. Pero la
cuestión de Marruecos se convirtió en un problema por la resistencia de los rifeños, dirigidos por: Abd-el-Krim. La Guerra de Marruecos
dividió a la sociedad española y los políticos entre los que la apoyaban y los que preferían su abandono. Los militares se dividieron entre
africanistas (favorecidos por los méritos de guerra en Marruecos) y juntistas (marginados en la Península y sometidos al ascenso por riguroso
escalafón). Se agrava el problema de los soldados de cuota (esto provocó la Semana Trágica de Barcelona). En 1921 el General Fernández
Silvestre fue derrotado en Annual. Se perdieron más de 13.000 hombres y Melilla estuvo a punto de caer en manos de Abd-el-Krim. La
oposición acusó al gobierno y al rey de ineptitud. El desastre de Annual acabó provocando el golpe de estado del General Primo de Rivera (1923)