1.1 Relaciones internacionales
La primera consecuencia del acceso de Hitler al poder fue el abandono de Alemania de la Sociedad de Naciones (SDN) en 1933. Seguiría los pasos dados anteriormente por Japón, que, a raíz de su ataque a China (1931), fue objeto de condena por parte de la SDN. En 1935, le seguiría Italia tras ser condenada por la invasión de Abisinia (actual Etiopía) con el fin de crear un imperio colonial en África oriental. Emergía una actitud de desafío a la SDN, y una defensa de la fuerza como instrumento de la acción exterior.
1.2 Guerra Civil Española
La Guerra Civil Española (1936-1939) facilitó, por una parte, la aproximación entre Hitler y Mussolini, ya que ambos apoyaron a los militares sublevados contra la Segunda República, ayudó decisivamente a forjar la alianza política e ideológica del bloque fascista.
1.3 Ocupaciones de Austria y Checoslovaquia
En marzo de 1938, las tropas alemanas ocuparon Austria, y tras una intensa campaña de propaganda, Hitler forzó un referéndum que permitió la incorporación de Austria al Reich (Anschluss). Semanas después, procedió a la ocupación de los Sudetes, en Checoslovaquia, con el pretexto de que en esta región vivían unos tres millones de alemanes.
1.4 Acercamiento táctico a la URSS
El siguiente horizonte del expansionismo nazi fue Polonia, pero Hitler era consciente de que la invasión de esta nación podía provocar la reacción occidental a causa de las alianzas de Polonia con Francia y Gran Bretaña. Por eso, convencido de que no era posible mantener una guerra en dos frentes, Hitler llevó a cabo un acercamiento táctico a la URSS con el fin de conseguir su neutralidad militar en caso de producirse un conflicto occidental.
1.5 Emergencia de Japón como potencia imperialista
La emergencia de Japón como la gran potencia imperialista de Extremo Oriente se basó en una práctica militarista y en una política expansionista en Asia. Ante los efectos de la crisis económica de la década de 1930, Japón se planteó disponer de un «espacio vital» propio que le permitiese el dominio del Asia oriental, con el fin de extraer materias primas y exportar sus productos.
2.1 Invasión de Polonia
La invasión de Polonia significó la aparición de la «guerra relámpago» o Blitzkrieg, un nuevo tipo de guerra basada en la sorpresa y la rapidez de movimientos del ejército alemán, la Wehrmacht, con sus divisiones acorazadas y sus carros de combate (Panzer), combinada con la acción de la aviación. Perseguía la destrucción del enemigo y la devastación de sus infraestructuras, y respondía a las previsiones del alto mando alemán de llevar a cabo una campaña corta. Así fue: en tres semanas llegaron a Varsovia.
2.2 Frente occidental
La invasión de Polonia significó el inicio de la Segunda Guerra Mundial, provocada tras la invasión de Polonia por los alemanes. Además, en el mapa vemos una serie de signos convencionales. Con una línea roja se representan los frentes; con flechas azules se representan las ofensivas alemanas. Como vemos, los alemanes crearon una especie de bolsa en cuyo interior estaban los franceses. Además, sus ofensivas se dirigían hacia Dunkerque donde huyeron los británicos de los alemanes. También observamos la línea Maginot, donde los franceses crearon trincheras inútiles, esta Guerra era relámpago, diferente a la guerra de trincheras de la I Gran Guerra.
2.3 Frente oriental
Desde el verano de 1940, Hitler preparaba la operación Barbarroja para invadir la URSS. Pero la fracasada ocupación de Grecia (octubre de 1940) por parte de Mussolini ante la fuerte resistencia helénica, desplazó hacia el Este y los Balcanes la atención de Hitler, que transformó Hungría, Rumanía y Eslovaquia en Estados satélites a finales de 1940. Bulgaria siguió el mismo camino en marzo de 1941.
2.4 Frente africano
Al mismo tiempo, en el norte de África se abrió un nuevo frente de guerra. Las tropas italianas atacaron Egipto (de septiembre de 1940 a febrero de 1941), entonces protectorado británico, con el fin de controlar el canal de Suez, vital para el transporte de petróleo. Su fracaso comportó la intervención del recién creado Afrikakorps alemán, dirigido por el mariscal Rommel, que penetró en Egipto (1941) y consiguió doblegar a las tropas británicas en la llamada guerra del Desierto.
2.5 Frente del Pacífico
En la primavera de 1943, el curso de la guerra había cambiado definitivamente de rumbo. Por un lado, el potencial económico, bélico y humano de los aliados (Gran Bretaña, EE.UU. y la URSS) se mostraba con claridad, mientras las dificultades del Eje (Alemania, Italia, Japón) se hacían cada vez más perceptibles. Las ofensivas de los aliados obligaron a los alemanes a replegarse.
3.1 Consecuencias de la guerra
La Segunda Guerra Mundial dejó tras de sí un rastro de devastación como ningún otro conflicto del siglo XX. Más de 55 millones de seres humanos murieron a lo largo de la confrontación, de los cuales la mitad correspondió a la URSS. Le seguirían Alemania y Polonia, pero fue esta última nación la que en términos relativos experimentó las mayores pérdidas (un 22 % de la población) y en la que se produjo el mayor número de víctimas civiles: el 95% del total.
4.1 Tribunal de Nuremberg
La brutalidad de las acciones bélicas cuestionó los valores morales y políticos sobre los que había reposado buena parte de la civilización europea anterior. Los derechos humanos habían sido vulnerados sistemáticamente y se había impuesto a lo largo de seis años una cultura de violencia, terror y crueldad. El conocimiento de los campos de concentración y exterminio puso en evidencia las dimensiones del horror nazi.
4.2 Organización de la paz
La organización de la paz se abordó en una serie de conferencias entre los aliados a partir de 1941. Las más importantes fueron las impulsadas por los tres grandes (EE.UU., la URSS y Gran Bretaña) desde 1943 en Teherán hasta la de Yalta (Crimea), en febrero de 1945. Yalta marcó el momento de mayor colaboración entre los aliados; Roosevelt, Stalin y Churchill decidieron la desnazificación y partición de Alemania, e incorporaron a Francia en el reparto.
4.3 Creación de la ONU
La necesidad de un organismo que sustituyese la desprestigiada Sociedad de Naciones se planteó entre los aliados ya en 1941. Fue en la Conferencia de San Francisco (abril-junio de 1945) donde se aprobó la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a la que se adhirieron los 46 Estados fundacionales.