Consecuencias y Fases Clave de la Guerra Civil Española: Un Resumen Detallado

La Guerra Civil Española fue un conflicto devastador que dejó una profunda huella en la sociedad, la economía y la política del país. A continuación, se detallan las consecuencias y las fases más importantes de este conflicto.

Consecuencias de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil dejó aproximadamente 450.000 muertos, incluyendo víctimas de la guerra y de la represión en ambos bandos. En la zona republicana, la represión fue más selectiva y se concentró en los primeros meses, con entre 50.000 y 55.000 muertes. En la zona sublevada, la represión fue más masiva y sistemática, con entre 90.000 y 100.000 muertos, y buscaba eliminar al adversario político.

Al finalizar la guerra, más de 250.000 personas fueron encarceladas. En febrero de 1939 se promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas, que sirvió como base de la represión en la posguerra.

El Exilio Republicano

El exilio republicano afectó a unas 400.000 personas que huyeron a Francia, donde muchas fueron internadas en campos de concentración. Muchos emigraron después a América Latina, especialmente a México. Más de 10.000 españoles murieron en campos de concentración nazis. El pintor Timoteo Pérez Rubio tuvo un papel importante en salvar obras del Museo del Prado, llevándolas a Suiza.

Consecuencias Económicas

Las consecuencias económicas fueron desastrosas: pérdida de las reservas de oro del Banco de España, endeudamiento, destrucción de infraestructuras, campos y viviendas, disminución de la renta y pobreza generalizada. La población sufrió racionamiento y escasez hasta bien entrados los años cincuenta.

Consecuencias Sociales

Socialmente, la guerra causó una fractura profunda entre vencedores y vencidos. Los trabajadores perdieron derechos, los sindicatos fueron eliminados y sustituidos por el sindicato vertical. La oligarquía recuperó el control económico y social. Muchos intelectuales, científicos y artistas se exiliaron, como Luis Cernuda, Pedro Salinas, Buñuel, Antonio Machado, Rafael Alberti, Severo Ochoa y Carrasco Garrorena. Otros, como García Lorca o Muñoz Seca, fueron fusilados.

Consecuencias Políticas

Políticamente, la guerra supuso el fin de la Segunda República y el inicio de una dictadura militar bajo Franco, que eliminó las libertades y derechos logrados anteriormente. España vivió un largo periodo de aislamiento internacional, que solo empezó a cambiar en 1955, cuando fue reconocida por la ONU y firmó tratados con Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría.

Fases de la Guerra Civil Española

Primera fase: La lucha por Madrid

El objetivo inicial de los sublevados era tomar Madrid, pero las tropas enviadas por Mola fueron detenidas por los republicanos en Somosierra. La intervención de Alemania e Italia fue decisiva, ya que permitieron el traslado del ejército de Marruecos a la Península, evitando el bloqueo del Estrecho. Esto permitió a Franco avanzar rápidamente por el sur. Queipo de Llano consolidó el control en Andalucía, y Franco logró enlazar con el norte tras conquistar Badajoz, donde tuvo lugar una fuerte represión.

Franco se desvió hacia Toledo para liberar el Alcázar, lo que supuso un gran triunfo simbólico. Luego reanudó el avance hacia Madrid, pero la capital resistió gracias a la llegada de ayuda soviética, las Brigadas Internacionales y la reorganización defensiva. El gobierno se trasladó a Valencia. A pesar de los intensos ataques y bombardeos.

Segunda fase: Campaña del Norte y primeras ofensivas republicanas (abril-octubre 1937)

Franco cambió de estrategia y dirigió sus esfuerzos al norte republicano, rico en recursos industriales y aislado geográficamente. La ofensiva comenzó en Guipúzcoa y Vizcaya. La Legión Cóndor alemana bombardeó Guernica, un hecho que quedó plasmado por Picasso en su famosa pintura. Bilbao cayó en junio y Gijón en octubre, poniendo fin a la resistencia en el norte.

Mientras tanto, los republicanos reorganizaron su ejército, unificando las milicias bajo un mando común. Esto permitió lanzar ofensivas como la de Brunete, en Madrid, y la de Belchite, en Aragón, aunque con resultados limitados.

Tercera fase: Frente este, Batalla del Ebro y caída de Cataluña (octubre 1937-febrero 1939)

En enero de 1938, los republicanos tomaron Teruel, única capital provincial conquistada por ellos durante la guerra. Sin embargo, los nacionales contraatacaron y recuperaron la ciudad. Luego continuaron su avance por Aragón, tomaron Lérida y en marzo alcanzaron el Mediterráneo, dividiendo en dos el territorio republicano.

En un intento por reconectar las zonas y frenar el avance franquista, los republicanos lanzaron la ofensiva del Ebro en julio de 1938. Fue la batalla más larga y sangrienta de la guerra. Aunque inicialmente avanzaron, los republicanos acabaron siendo derrotados. En enero de 1939 comenzó la ofensiva final sobre Cataluña, provocando un éxodo masivo hacia Francia. En febrero, los nacionales llegaron a la frontera francesa, completando la ocupación catalana.

Cuarta fase: Final de la guerra (marzo de 1939)

En la zona centro y Levante aún bajo control republicano, surgieron divisiones internas. El coronel Casado se sublevó contra el gobierno republicano y creó un Comité de Defensa para negociar con Franco. Esto provocó enfrentamientos entre los partidarios de Casado y los leales al gobierno. Franco rechazó cualquier rendición pactada y exigió la rendición incondicional. El 28 de marzo, los nacionales entraron en Madrid, y poco después en Valencia y Alicante. El 1 de abril de 1939, Franco dio por terminada oficialmente la guerra.

Balance final

La victoria de los sublevados se explica por dos factores principales. En lo militar, el ejército republicano carecía de unidad, disciplina y preparación, ya que al comienzo de la guerra el esfuerzo recayó en milicias sin formación ni coordinación. En lo internacional, Franco recibió apoyo constante y organizado de Alemania e Italia, tanto en armamento como en tropas. En cambio, la República solo contó con la ayuda limitada de la Unión Soviética y las Brigadas Internacionales, sin respaldo efectivo de otras democracias occidentales.

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