La consolidación de un mundo bipolar
La división del mundo entre un bloque occidental, controlado por EE. UU., y otro oriental, bajo el dominio de la URSS, se puso de manifiesto en dos acontecimientos: el Plan Marshall y el bloqueo de Berlín.
El Plan Marshall
A partir de 1947, EE. UU. dispuso una importante ayuda económica que pretendía facilitar la recuperación de Europa y frenar la expansión soviética. Este programa se concentró en el Plan Marshall, cuyos efectos fueron muy beneficiosos para la reconstrucción económica de la Europa Occidental. La ayuda estadounidense tenía el objetivo de alejar la amenaza del comunismo del continente europeo.
Con el fin de cooperar en la reconstrucción económica de Europa occidental, los 17 países beneficiarios del Plan Marshall constituyeron la Organización Europea de Cooperación Económica, germen de la futura Comunidad Económica Europea.
La URSS y sus aliados respondieron al Plan Marshall con la creación del Comecon o CAME. Este consejo de Asistencia Mutua Económica era un sistema de colaboración y coordinación de los mercados y de las políticas económicas, y estaba integrado por la URSS, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumanía, Albania y la República Democrática Alemana.
La división de Alemania
El bloqueo de Berlín fue el segundo conflicto que selló la división del mundo en dos bloques opuestos. En 1945, Alemania y Berlín quedaron divididas en 4 zonas que administraban estadounidenses, rusos, franceses y británicos. Berlín quedó dentro de la zona soviética y a 160 km de la zona americana.
El distanciamiento entre soviéticos y alemanes llevó a estos a anunciar la unificación de sus tres zonas en un solo Estado alemán, a lo que se opuso la URSS y, como forma de presión, cerró las comunicaciones terrestres entre la zona occidental de Alemania y el sector occidental de Berlín. El bloqueo duró casi un año y esa parte de la ciudad sobrevivió gracias al puente aéreo permanente realizado por los estadounidenses. La crisis de Berlín marcó la separación entre EE. UU. y la URSS.
En 1949 se crearon dos estados alemanes: la República Federal Alemana (EE. UU., Reino Unido, Francia) con capital en Bonn, y la zona soviética, que se convirtió en la República Democrática Alemana, con capital en la parte oriental de Berlín.
La militarización de los bloques
El bloque occidental fundó en 1949 una alianza militar, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Su objetivo era organizar la defensa de los países firmantes, a los que posteriormente se unieron Grecia, Turquía y España.
El bloque oriental constituyó en 1955 el Pacto de Varsovia, alianza militar integrada por la URSS y por todos los países de Europa Oriental.
En 1961, Berlín volvió a ser escenario de confrontación. En la década de los años 50, 4 millones de alemanes habían abandonado la República Democrática Alemana, atraídos por las condiciones de vida en Berlín oeste.
El gobierno comunista de la República Democrática Alemana ordenó construir un muro que atravesara la ciudad de norte a sur e incomunicara los dos sectores. El muro de Berlín, sembrado de torres de vigilancia y de alambradas electrificadas, se convertiría en símbolo del “telón de acero” que separó el mundo comunista y capitalista hasta su caída en 1989.
Los conflictos bélicos
La guerra de Corea
La guerra de Corea fue el primer conflicto bélico entre los bloques. La península de Corea, que había pertenecido al imperio japonés, fue invadida por los aliados al final de la guerra; las tropas soviéticas entraron por el norte, mientras que el ejército estadounidense lo hacía por el sur y por la capital, Seúl. En 1945, Corea fue dividida en dos partes por el paralelo 38.
Corea del Norte, con un gobierno comunista, y Corea del Sur, con uno prooccidental.
Meses después de la victoria de los comunistas de Mao Zedong en China, Corea del Norte invadió el Sur. Los estadounidenses reaccionaron enviando tropas al sur de Corea, y lograron que la intervención fuera aprobada por la ONU.
La mundialización de la guerra fría se reflejaba en que la coalición militar liderada por EE. UU. contaba con tropas de Reino Unido, Australia, Canadá, Francia, etc.
En 1953 se firmó la paz que consagró la división del país.
La guerra de Vietnam
La guerra de Vietnam se inició como un conflicto de descolonización y pasó a ser, desde 1950, uno de los más graves episodios de la guerra fría. Indochina, constituida por Vietnam, Laos y Camboya, formaba parte del imperio francés y sufrió una larga guerra de liberación. Al acabar la guerra, el dirigente comunista Ho Chi Minh proclamó la independencia de Vietnam. Francia no la aceptó y comenzó una guerra contra la guerrilla comunista, el Vietminh (que recibía ayuda de la URSS y de la China comunista, mientras que Francia contaba con el apoyo estadounidense).
En 1945, el ejército francés fue derrotado en la batalla de Dien Bien Phu, lo que obligó a los franceses a abandonar Vietnam. El territorio quedó dividido en dos partes por el paralelo 17. En el sur se creó una república nacionalista apoyada por EE. UU. y en el norte, otra comunista.
Toda Indochina quedaba liberada del colonialismo europeo.
El gobierno de Vietnam del Sur, una dictadura militar, contó con la decidida ayuda de EE. UU. para hacer frente a la guerrilla comunista, apoyada por la república popular de Vietnam del Norte, la URSS y China. Cuando esta ayuda se mostró insuficiente para frenar el avance guerrillero, EE. UU. intervino directamente, enviando tropas y bombardeando las zonas estratégicas del norte. En 1968 había más de medio millón de soldados estadounidenses en Vietnam.
En 1975, los estadounidenses abandonaron Vietnam del Sur, aceptando la reunificación del país bajo un gobierno comunista.