La Constitución de 1812: Un Hito del Constitucionalismo
La Constitución de 1812, promulgada por las Cortes de Cádiz, es considerada uno de los mejores ejemplos de constitucionalismo occidental. Resultado del compromiso entre liberales y absolutistas, representó el primer intento de racionalizar el poder bajo los principios del liberalismo.
Características de la Constitución de 1812
- Forma de gobierno: Monarquía limitada, con competencias del rey restringidas.
- Soberanía nacional.
- Poder ejecutivo: Residía en el rey y sus secretarios. El rey sancionaba las leyes y tenía veto suspensivo por dos años, pero no podía disolver las Cortes.
- Poder legislativo: Residía en el rey y en las Cortes, que eran unicamerales. Existía la Diputación Permanente de las Cortes para cuando estas se disolvían.
- Poder judicial: Residía en los tribunales. Se establecía la unidad de códigos, excepto en materia religiosa y militar.
- Derechos individuales: Libertad de imprenta (excepto en materia religiosa), derecho a la propiedad e inviolabilidad de domicilio.
- Estado confesional: La religión oficial era el catolicismo.
- Igualdad de los ciudadanos ante la ley.
- Sufragio universal masculino e indirecto.
- Administración centralizada.
- Ejército permanente al servicio de las Cortes y creación de la Milicia Nacional.
Esta constitución estuvo en vigor en tres ocasiones: 1812-1814, 1820-1823 y 1836-1837. Sirvió de modelo para otras constituciones españolas y americanas.
Otras Medidas de las Cortes de Cádiz
- Supresión de los señoríos jurisdiccionales.
- Supresión de la Mesta y la Inquisición.
- Desaparición de los gremios, libertad de trabajo y comercio.
- Fin de los mayorazgos.
Estas medidas, aunque no se implementaron completamente, marcaron el inicio del liberalismo en España.
Los Decretos de Nueva Planta y las Reformas Borbónicas
El ascenso de los Borbones al trono español tras la Guerra de Sucesión trajo consigo una serie de reformas, entre las que destacan los Decretos de Nueva Planta. Promulgados por Felipe V entre 1707 y 1716 en la Corona de Aragón, como consecuencia del apoyo de esta al archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión. Estos decretos suprimieron los fueros e instituciones particulares de Aragón, con el objetivo de unificar el estado. No afectaron al País Vasco ni a Navarra, debido a su apoyo a Felipe V durante la guerra. Se introdujeron las leyes, instituciones y cargos castellanos; el castellano se convirtió en el idioma oficial, desaparecieron las fronteras con Castilla, se implementó un impuesto único y una nueva división territorial en provincias.
Reformas Administrativas y Centralizadoras
- Reformas de la administración territorial: Los reinos de la Corona de Aragón se convirtieron en provincias gobernadas por un capitán general. España se dividió en capitanías generales. La administración territorial quedó en manos de:
- Intendentes: Con poderes judiciales, administrativos, fiscales y militares. Eran nombrados por el monarca o el Secretario de Estado.
- Capitanes generales: Con funciones militares y judiciales. Sustituyeron a los virreyes, excepto en América.
- Reformas centralizadoras:
- Creación de una nueva administración central.
- Supresión de los Consejos y creación de las Secretarías de Estado y Despacho.
- Las Cortes de Castilla se convirtieron en las Cortes de España, aunque con funciones limitadas.
- Reformas en el Ejército:
- Sustitución de los tercios por regimientos.
- Creación de un ejército profesional.
- Profesionalización de la Marina.
- Reformas administrativas en América:
- El Consejo de Indias limitó sus funciones.
- La Casa de Contratación se trasladó a Cádiz y luego se suprimió (1790).
- Introducción de la figura del intendente.
- Creación de dos nuevos virreinatos: Nueva Granada y Río de la Plata.
- Creación de un Ejército Regular Americano.
- Sustitución de criollos por funcionarios españoles.
- Introducción de nuevos impuestos.
Estas reformas, aunque con resultados mixtos, buscaron modernizar y centralizar el estado, y son una de las causas de la posterior independencia de las colonias españolas en América.
La Crisis del Siglo XVII en España
El siglo XVII fue un periodo de crisis en Europa, especialmente en España, que afectó a varios ámbitos:
Crisis Demográfica
Se produjo un estancamiento demográfico debido a:
- Emigración a América.
- Malas cosechas y hambrunas.
- Guerras (Guerra de los Treinta Años, guerras contra los Países Bajos, rebeliones internas en Portugal y Cataluña).
- Expulsión de los moriscos.
- Epidemias, especialmente la Peste Negra.
La población se redistribuyó, abandonando el interior (Castilla y Aragón) y concentrándose en la periferia, especialmente en la costa mediterránea.
Crisis Económica
- Agricultura: Perjudicada por la disminución de la mano de obra, el aumento de impuestos, las malas cosechas, la reducción de la demanda y el agotamiento de las tierras. Esto provocó la subida de precios, el abandono de tierras y la concentración de la propiedad (latifundios).
- Ganadería: Afectada por el exceso de roturaciones y la competencia extranjera.
- Producción textil: Disminuyó debido a la menor demanda, el aumento de impuestos, la rigidez de los gremios y la competencia extranjera.
- Producción naval: Decayó por la falta de desarrollo, la competencia extranjera y los precios poco competitivos.
- Comercio: Perjudicado por la disminución de la llegada de plata americana, la competencia extranjera, la emergencia de la economía criolla, el alto coste de los fletes y el fracaso de las compañías comerciales.
- Hacienda: La bancarrota del Estado debido al aumento de gastos y la disminución de ingresos llevó a la emisión de moneda de vellón, aumentando la inflación.
Consecuencias: Empobrecimiento del pueblo llano, aumento de la marginación social y aparición de figuras como el pícaro. Surgieron los arbitristas, intelectuales que criticaron la situación y propusieron soluciones mercantilistas (proteccionismo, reducción de importaciones). Durante el reinado de Carlos II se implementaron algunas medidas mercantilistas (devaluación de la moneda, limitación de gastos, fomento de la industria).
La crisis no se superó hasta finales de siglo, siendo más acentuada en Cataluña y Valencia.
La Guerra de Independencia Española (1808-1814)
Entre 1788 y 1833, España se debatió entre la implantación de una revolución liberal y la resistencia de la monarquía absoluta. La Guerra de Independencia fue un conflicto clave en este periodo.
Causas
- Alianza entre España y Francia (Tratado de Fontainebleau, 1807), que permitía el paso de tropas francesas por España para conquistar Portugal.
- Inestabilidad política: Enfrentamiento entre Carlos IV y Fernando VII.
- Crisis de gobierno, de estado y nacional en 1808.
- Motín de Aranjuez: Carlos IV destituye a Godoy y abdica en favor de Fernando VII.
- Abdicaciones de Bayona: Napoleón nombra rey a su hermano José Bonaparte.
Bandos
- Afrancesados: Partidarios de José Bonaparte, buscaban una modernización gradual de España.
- Partidarios de Fernando VII: Defendían la resistencia y la insurrección. Divididos en:
- Liberales: Buscaban una monarquía liberal.
- Absolutistas: Defendían la monarquía absoluta.
Fases de la Guerra
- Hasta finales de 1808: Resistencia española (victoria en Bailén).
- Finales de 1808 – principios de 1812: Importancia de la participación británica y la guerrilla popular. Las tropas napoleónicas controlan las principales ciudades.
- 1812 – fin de la guerra: El ejército británico vence a los franceses (Arapiles).
Tratado de Valençay (diciembre de 1813): Fin del conflicto y reconocimiento de Fernando VII como rey de España (aunque la guerra continuó en Cataluña hasta 1814). La Guerra de Independencia fue un conflicto caótico, pero a su vez, supuso el desarrollo de la revolución liberal en España.