La Constitución de 1812: Contexto Histórico y Relevancia
Antecedentes: La Crisis del Antiguo Régimen
Nos encontramos ante un texto de fuente primaria, de tema político y naturaleza jurídico-constitucional. Fue redactado por las Cortes de Cádiz el 19 de marzo de 1812. Se sitúa dentro de la revolución política que acompaña a la crisis del Antiguo Régimen.
Para intentar comprender estos artículos hay que saber cuáles son sus antecedentes, y qué mejor que empezar por la crisis del Antiguo Régimen. Antes que nada, hay que saber diferenciar el Antiguo Régimen del liberalismo, dos oponentes muy importantes. El Antiguo Régimen es la estructura política y económica de los siglos XVI, XVII y XVIII, en donde destaca el absolutismo, la división de estamentos y el intervencionismo económico. El liberalismo, por el contrario, fue una propuesta alternativa que defiende la división de poderes, la igualdad ante la ley, la división de clases y el liberalismo económico.
Con esto ya podemos arrancar.
Podríamos preguntarnos por qué se usa la expresión “crisis del Antiguo Régimen”. Pues bien, es lógico, la humanidad avanza, y no podemos quedarnos estancados en un sistema “antiguo”. Entonces, poco a poco hay que ir sustituyendo este sistema por uno que se adapte a nuestro avance, y este nuevo sistema es el liberalismo. ¿Cómo se hace? ¿De qué modo? Como a España le gusta, manifestándose, con una revolución, usando las palabras exactas, con la Revolución Francesa. Pero parece que a España le gusta “quedarse estancada” y toma la vía difícil, usando un modelo más largo.
El Reinado de Carlos IV y la Guerra de Independencia
Ahora es cuando empieza la nueva batallita de España. Entra en el reinado Carlos IV, y para celebrarlo le declara la guerra a Francia y más tarde la batalla de Trafalgar, y para no cambiar de costumbre, fracasamos en ambas. Y como toda batalla perdida tuvo unas consecuencias, en nuestro caso, empeoró la crisis. Y con ello la población se sintió traicionada. Al ser incapaces de resolver la situación surgieron los motines y revueltas. El más destacado fue el Motín de Aranjuez (marzo 1808), que provocó la caída del rey y su sustitución por su hijo, Fernando VII.
En 1808, se escuchó que Napoleón había secuestrado a Fernando VII. La población se alzó en contra de los franceses y surgieron las Juntas. Estas declararon la guerra a Napoleón y buscaron el apoyo de Gran Bretaña. Explota la Guerra de Independencia, cuando los españoles asumen la soberanía y redactan la primera constitución, la de Cádiz de 1812.
Adelantando sucesos, cabe decir que seguíamos queriendo tener el Antiguo Régimen y provocó grandes retrocesos. ¿Qué fue esa Guerra de Independencia? Pues bien, fue una guerra contra la invasión francesa, entre 1808 y 1814, en Madrid. Pero, realmente se inicia con el Tratado de Fontainebleau, que fue firmado durante el Motín de Aranjuez, donde Napoleón autorizó a los ejércitos napoleónicos a entrar en España para atacar a Portugal.
A parte de todo esto, la Guerra de Independencia fue una guerra civil, un conflicto internacional y una revolución política. Tuvo varias etapas:
- De mayo a octubre de 1808, el ejército francés no puede dominar la península ibérica y se van hacia el País Vasco.
- De octubre de 1808 a julio de 1812, el ejército español no es capaz de oponerse a los franceses y por ello la resistencia se hizo mediante las guerrillas.
- De julio de 1812 a 1814, los aliados se vieron ofendidos y los franceses no tuvieron otra que asumir la derrota. Se firmó el Tratado de Valençay, en donde Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España.
La guerra tuvo graves consecuencias sobre la población, la economía y el patrimonio.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Como ya sabemos había dos modelos políticos enfrentados, y Carlos IV junto a su hijo Fernando VII, abdicaron en Napoleón en Bayona, el cual nombró rey a su hermano José Bonaparte, el cual fue inteligente, intentó quitar el Antiguo Régimen.
El pueblo español no aceptaba a José I, y este como hemos dicho antes, creó las Juntas, que en un principio fueron locales, después provinciales y finalmente se creó la Junta Suprema Central. Hubo un hecho que revolucionó a los españoles y que veremos más adelante: se proponía la soberanía nacional.
Las Juntas no eran capaces de manejar esta guerra, y decidieron disolverse, pero antes de ello le quedaban cabos por atar. Tenían que convocar a Cortes para saber a dónde iban a ir a parar y cómo se organizarían. En ese trayecto, España se encontraba en una regencia.
Tras una difícil elección de diputados para las Cortes, ya que estábamos en guerra, se optó por elegir unos sustitutos. Las Cortes por fin se abrieron en septiembre de 1810 y formaron una cámara única. En la primera reunión, aprobaron la soberanía nacional, el poder estaba en los españoles y estos estaban representado por las Cortes. Aquí empieza nuestro deseado liberalismo, por fin tenemos derecho de elegir a nuestro gobernante, pero como bien dice la primera ley de Chisolm: “cuando las cosas vayan bien, algo habrá que haga que vayan mal.”
Los objetivos principales de las Cortes de Cádiz eran desmantelar el Antiguo Régimen, con la supresión del régimen señorial, la desamortización, la supresión de la Inquisición, la supresión de las aduanas interiores y la supresión de los gremios.
El otro objetivo era construir un estado liberal, para ello se creó la Constitución de 1812, y aquí es donde se redacta nuestro texto.
Principios y Consecuencias de la Constitución
La Constitución de 1812 fue la primera que se redactó en España. Se redactó el día 19 de marzo de 1812, compuesta por 384 artículos. Contiene la declaración de derechos del ciudadano: la libertad de pensamiento y opinión, la igualdad de los españoles ante la ley, la libertad civil y el derecho de propiedad.
El estado estaba basado en la división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. La administración de justicia era competencia exclusiva de los tribunales y se establecían los principios básicos de un estado. El territorio estaba dividido en provincias y se creó la milicia nacional. Este texto, además, afirmaba la confesionalidad católica del estado.
Empezábamos a dar pinceladas de lo que podría haber sido y no fue la modernización de España. ¿Por qué no fue? Las legislaciones de Cádiz elaboraron un marco legislativo más avanzado de lo que nos podíamos permitir, y su consecuencia fue evidente, no se pudo poner totalmente en práctica. Además, esta incapacidad estaba ligada a una guerra, lo que claramente impidió su efectiva aplicación.
Al finalizar la guerra, llegamos a lo que habíamos supuesto para España, “algo habrá que haga que vayan mal”, y eso fue debido a la vuelta de Fernando VII al poder, que retornó al absolutismo, dándole una patada al liberalismo. Pero, quien la sigue la consigue, y el liberalismo cayó, pero se levantó, y sirvió como base de nuestro estado liberal, donde se vio claramente en la Constitución de 1837.