Contexto y Relevancia de la Constitución Española de 1869
Clasificación y Tipología del Texto
El presente documento es una selección de artículos de la Constitución de 1869, promulgada por las Cortes Constituyentes tras la revolución democrática de 1868, conocida como «La Gloriosa». Se trata de un texto jurídico de naturaleza política. Constituye una fuente directa y primaria para el conocimiento de la evolución política de España en ese período y de los principios políticos de las corrientes democráticas españolas. Fue redactado en Madrid en 1869, y su destinatario es el pueblo español. Es un texto objetivo, ya que no incluye interpretaciones personales.
Contexto Histórico
Tras la revolución «La Gloriosa», iniciada con el pronunciamiento del almirante Topete en septiembre de 1868 en Cádiz y el triunfo del general Serrano en Alcolea sobre las tropas isabelinas, se instauró un gobierno provisional presidido por Serrano, con la participación de figuras como Prim, Sagasta y Topete. La primera tarea de este gobierno fue convocar elecciones a Cortes Constituyentes y desarmar a las Juntas Revolucionarias, lideradas por los demócratas.
La nueva normativa para las elecciones a Cortes Constituyentes, publicada el 9 de noviembre de 1868, estableció el sufragio universal masculino para mayores de 25 años, con el requisito de acreditar la vecindad. Este cambio fue sustancial respecto a elecciones anteriores, elevando el censo electoral a casi cuatro millones de electores, aproximadamente un cuarto de la población total. Se mantuvo un representante por cada 45.000 habitantes, con un total de 352 escaños.
Durante 1869, el nuevo régimen enfrentó varios desafíos: la guerra de Cuba, iniciada tras el «Grito de Yara»; la reorganización de los carlistas, que apoyaban a su pretendiente Don Carlos VII; y los levantamientos republicanos en gran parte del país.
Principios Fundamentales y Reformas
Las ideas principales de esta selección de artículos reflejan los principios demócratas:
- Derecho de todos los españoles a participar en la vida política mediante el sufragio universal masculino para mayores de 25 años.
- Garantía de una serie de derechos individuales y colectivos, como la libertad de expresión, el derecho de reunión y asociación (artículo 17), y la libertad religiosa, aunque se mantiene la obligación, ya presente en el Concordato de 1851, de que el Estado subvencione los gastos de «culto y clero».
- Soberanía Nacional y división efectiva de poderes (artículos 32, 33 y 34).
- Implementación del juicio por jurados.
- Reforma del gobierno de las provincias de Ultramar (Cuba y Puerto Rico), con especial atención a la situación en Cuba, donde los criollos reclamaban mayor autonomía o incluso la soberanía.
Esta Constitución buscaba implantar un Estado democrático en España, siguiendo el ejemplo de la revolución de 1848 en Francia y otras partes de Europa. Resume el consenso sobre los principios de libertades políticas democráticas, desde la izquierda progresista hasta el incipiente movimiento obrero.
Ampliación de los Principios
- Declaración de Derechos: La Constitución de 1869 proclamó con gran detalle una amplia gama de derechos, incluyendo la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia, los derechos de reunión y asociación, circulación, enseñanza, industria y expresión del pensamiento. Esta declaración de derechos tan democrática se explica por la fuerza de los republicanos, demócratas y parte de los progresistas en las Cortes, así como por la conquista previa de derechos como el sufragio universal en las jornadas revolucionarias del 68.
- Cuestión Religiosa: Los republicanos se opusieron al principio monárquico y los librepensadores al mantenimiento del culto. La libertad de cultos, establecida por primera vez en la ley fundamental, generó un fuerte rechazo por parte de las fuerzas católicas.
- Monarquía: En la Constitución de 1869, la monarquía se define como «la forma de gobierno de la nación española». La monarquía no establece la Constitución, sino que es establecida por ella.
- Las Cortes: El centro del poder reside en las Cortes, formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, ambos electivos. El Senado tenía un carácter de representación territorial y una naturaleza conservadora. El rey reina, pero no gobierna, y tiene la obligación de sancionar y promulgar las leyes.
El principal objetivo de los revolucionarios fue elaborar una nueva Constitución, con el precedente de la Constitución non nata de 1856, que estableciera la democracia como sistema político por primera vez en España. La nueva burguesía buscaba una efectiva división de poderes, con el fortalecimiento de las Cortes y la independencia del poder judicial. El Rey actuaría como un poder ejecutivo con función de equilibrio y moderación entre las fuerzas políticas.
La Constitución, tras un debate de casi cinco meses, fue promulgada en junio de 1869. Establecía un Parlamento bicameral, consagraba las libertades democráticas básicas (asociación, reunión, expresión), el sufragio universal masculino y, por primera vez, reconocía la libertad religiosa y la institución del jurado. En cuanto a la forma de régimen, se optó por una «monarquía democrática», aunque la opción republicana era muy popular entre los diputados.
Conclusión y Legado
Tras la promulgación de la Constitución, España se convirtió en una monarquía sin rey. Se instauró una regencia presidida por el general Serrano, mientras que Juan Prim fue nombrado jefe de Gobierno. Aunque se descartó la vuelta de los Borbones, Cánovas del Castillo comenzó a formar un partido «alfonsino» para defender los derechos del hijo de Isabel II. A finales de octubre de 1870, se eligió a Amadeo, duque de Aosta, como rey, con el consentimiento de las potencias europeas. Sin embargo, su reinado fue breve debido a varios factores, incluyendo el asesinato de su valedor, el general Prim, días antes de su llegada a España. Amadeo abdicó en febrero de 1873.
Los demócratas, inicialmente unidos a progresistas y unionistas en torno a la monarquía, se inclinaron posteriormente hacia la república, liderados por figuras como Castelar, Pi y Margall, y Fernando Garrido. Esta Constitución es un producto de las clases medias burguesas, impulsadas hacia un liberalismo más democrático por los grupos republicanos, que contaban con el apoyo de las masas populares. Es fundamental para comprender uno de los periodos más dinámicos de la historia de España, donde se ensayó la monarquía democrática y dos tipos de república: la unitaria y la federal.
Tras la aprobación de la Constitución, las Cortes aprobaron una amplia legislación para adaptar las instituciones a la misma. Sin embargo, la consolidación del sistema se vio obstaculizada por la desunión de las fuerzas políticas. Esta Constitución marcó el llamado Sexenio Revolucionario, hasta la proclamación de la Primera República en febrero de 1873.