LEY DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS
Clasificación
Se trata de un fragmento de la Ley de Responsabilidades Políticas publicado en el Boletín Oficial del Estado el 13 de febrero de 1939. Es un texto histórico, una fuente primaria de naturaleza política y jurídica. El contexto en el que se publicó es el de los últimos meses de la guerra y el de los primeros momentos de construcción de lo que sería el nuevo Estado franquista. La ley está promulgada por Franco que en estos momentos ocupa la jefatura del estado y la de gobierno. Al tratarse de una ley tiene carácter público.
Análisis
El texto recoge los tres primeros artículos de la Ley en ellos se declaran culpables a todos los que desde la revolución de octubre de 1934 hasta el 18 de julio de 1936 contribuyeran a la subversión y a los que desde esta fecha se hayan opuesto, al Movimiento Nacional Por esta ley quedan declarados ilegales todos los partidos políticos y organizaciones que hubieran integrado el Frente Popular y los que se hubieran opuesto al Movimiento Nacional ,especificándose que al estar fuera de la ley perderán sus derechos y sus bienes pasaran al EstadoComentarioLa Ley fue publicada poco antes de terminarse el conflicto, tras la derrota de la Batalla del Ebro y la ocupación de Cataluña y cuando la capacidad del ejército republicano era prácticamente nula, aunque el gobierno de Negrín intentara resistir ante la posibilidad de un inminente conflicto internacional que pudiera cambiar el curso de guerra y ante las repetidas negativas de Franco a un intento de negociación propuesto tanto por parte de Negrín como de Azaña.
Se trata de la primera ley represiva de carácter general, con la que se pretendía la depuración total de las personas que habían colaborado de una u otra forma con la República. La Ley tenía carácter retroactivo y ordenaba la constitución de Tribunales integrados por falangistas, militares y juristas. Declaraba culpables a todos cuantos se hubieran opuesto al Movimiento y apoyado por acción u omisión, a la “subversión roja”. Su objetivo era la aniquilación de cualquier tipo de oposición. Los que se habían levantado contra la legalidad republicanaacusaban a su vez de sediciosos a quienes permanecieron fieles a la república. El carácter retroactivo referente al periodo en donde no había guerra (1934-1936) se opone a cualquier normativa legal, sin duda detrás del primer artículo de la Ley subyacía la idea de criminalizar al gobierno legítimo de la República y justificar el levantamiento de Franco y otros militares en 1936.
El número de presos como consecuencia de la Ley fue muy elevado. Muchos de ellos fueron víctimas de la venganza y de la delación interesada. Se habilitaron cárceles especiales: campos de concentración, plazas de toros, escuelas y conventos para acoger a los presos en condiciones humillantes y míseras. Durante la década de 1940 hubo una media anual de casi 100000 presos. A los que lograron sobrevivir en las cárceles se les aplicó la ley de la redención de penas y realizaron trabajos forzosos como mano de obra barata en obras públicas (carreteras, edificios, canteras minas etc.)
De entre los prisioneros, más de 30000 fueron ejecutados. Entre ellos el presidente de la Generalitat Lluís Companys, otros como Miguel Hernández o Julián Besteiro murieron por las pésimas condiciones carcelarias.
La represión no fue sólo política y actuó contra todos los acusados de no defender la ideología totalitaria. Intelectuales, artistas, escritores, maestros, notarios y todo tipo de funcionarios fueron depurados.
En los últimos meses de la guerra, casi medio millón de personas huyeron de España temporal o definitivamente, debido al temor a la represión. Los exiliados se encaminaron a Francia y México y en menor medida a la URSS (militantes del PCE y niños enviados allí durante la guerra) .Las peripecias del exilio fueron en muchas ocasiones trágicas, ya que el estallido de la Segunda Guerra Mundial complicó más su situación y numerosos españoles acabaron en campos de concentración alemanes. El fenómeno del exilio afectó a una parte importante de población activa, y a numerosos españoles con inquietudes intelectuales, políticas y sociales. De los aproximadamente 500000 españoles que se refugiaron en Francia la mitad aproximadamente regresaron a lo largo de 1939 y tras ser internados en campos de concentración fueron sometidas a juicio.
Algunos antifranquistas, para evitar la represión, constituyeron, al finalizar la guerra, una guerrilla conocida como maquis que se refugió en los montes y otras personas permanecieron escondidas durante años, son los llamados topos.
Además de los aspectos represivos comentados con anterioridad, la Ley de Responsabilidades Políticas ilegalizaba los partidos, organizaciones o agrupaciones de carácter político o social declarando la guerra al liberalismo, al sindicalismo de clase y al comunismo.
España quedaba unida moral, ideológica y espiritualmente bajo la atenta mirada del caudillo y de quienes le apoyaban: ejército, Iglesia, y Falange, es decir que quedó unida bajo la imposición de una escala de valores unilateral, la de los vencedores.