Cortes de Cádiz, Constitución de 1812 y Reinado de Fernando VII: Claves del Liberalismo Español

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812: Orígenes del Liberalismo Español

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 nacen durante la Guerra de Independencia contra Francia (1808-1813). Esta guerra comenzó tras el Motín de Aranjuez, donde el pueblo español se levantó contra el primer ministro Manuel Godoy, quien había permitido la entrada del ejército francés en España. Esto llevó a la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII, pero Napoleón aprovechó la situación y obligó a ambos a renunciar al trono en favor de su hermano, José Bonaparte, quien gobernó España con el apoyo de las tropas francesas.

José I, con el Estatuto de Bayona, ofreció algunas reformas, como la libertad de imprenta y comercio, pero solo fue apoyado por un grupo pequeño de españoles «afrancesados» que veían en él una oportunidad de reforma. La mayoría de los españoles, sin embargo, lo consideraban un gobernante ilegítimo, lo que dio lugar a un fuerte rechazo de la presencia francesa.

A lo largo de la guerra, surgieron diferentes grupos dentro del bando patriota. Algunos eran absolutistas, que querían restaurar el Antiguo Régimen, otros eran liberales, que buscaban reformas basadas en la revolución francesa, y finalmente estaban las masas populares y campesinas, apoyadas por un clero que se oponía a los franceses.

El 2 de mayo de 1808, comenzaron los levantamientos en Madrid contra los franceses, lo que dio inicio a la Guerra de la Independencia. En 1813, con la firma del Tratado de Valençay, Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España, lo que marcó el inicio de un proceso que transformaría el modelo político del país en el siglo XIX.

Simultáneamente, las Cortes de Cádiz se reunieron a partir de 1810 para elaborar la Constitución de 1812, que representó el inicio de la revolución liberal en España y buscó acabar con el Antiguo Régimen, modernizando social y económicamente el país. Este hecho marcó el comienzo de la Historia Contemporánea de España.


La Constitución de 1812: «La Pepa» y sus Principios Fundamentales

La Constitución de 1812, conocida como «La Pepa», fue elaborada por una comisión presidida por Muñoz Torrero y promulgada el 19 de marzo de 1812, en pleno contexto de la Guerra de Independencia contra Francia. Esta constitución tenía 384 artículos y fue influenciada por la Revolución Francesa, aunque también contenía elementos propios que la hicieron única. A pesar de las dificultades y la oposición de los absolutistas, logró mantenerse y se considera una constitución liberal.

Entre sus puntos clave:

  1. Soberanía Nacional: Se establece que la soberanía reside en la nación, entendida como todos los españoles de ambos hemisferios, y no en una familia o persona.

  2. Monarquía Parlamentaria: Define una monarquía constitucional, donde el monarca pierde la soberanía y tiene un poder limitado por la constitución. Además, el rey tiene un derecho de veto suspensivo sobre las leyes.

  3. División de Poderes: El poder ejecutivo recae en el rey, el legislativo se comparte entre el rey y las Cortes, y el judicial está en manos de los tribunales.

  4. Cortes Unicamerales: La nación está representada por una única cámara de Cortes, elegida por sufragio universal masculino indirecto (todos los hombres mayores de 25 años podían votar).

  5. Derechos y Libertades: Se reconoce la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, de prensa, la libertad personal, y el derecho a la educación. No obstante, el catolicismo se impone como la única religión oficial.

  6. Fin del Antiguo Régimen: La Constitución pone fin al sistema político, social y económico del Antiguo Régimen y establece un régimen liberal que favorece a la burguesía.

A pesar de su carácter moderno, su aplicación fue breve, pues Fernando VII la abolió en 1814 tras su regreso. Sin embargo, tuvo una breve vigencia durante el Trienio Liberal (1820-1823) y en 1836-1837.


El Reinado de Fernando VII: Absolutismo, Liberalismo y Conflictos Sucesorios

Resumen del reinado de Fernando VII:

Contexto y primeras etapas del reinado (1814-1823): Tras la firma del Tratado de Valençay en 1813, Fernando VII regresa a España después de la ocupación francesa. Su reinado comienza en un momento de gran división política, con los liberales que apoyan las reformas y el absolutismo defendido por el rey, quien siempre se inclinó hacia el sistema del Antiguo Régimen.

Sexenio absolutista (1814-1820): Fernando VII regresa tras la guerra de independencia como un monarca constitucional, pero decide rechazar la Constitución de 1812 y restaurar el absolutismo, apoyado por sectores conservadores. Con el Real Decreto de 4 de mayo de 1814, anula las reformas liberales y restablece instituciones tradicionales como la Inquisición. A pesar de la represión, el liberalismo sigue creciendo debido a las difíciles condiciones económicas y sociales que enfrenta España tras la guerra. La monarquía no puede resolver los problemas del país, y surgen pronunciamientos militares liberales.

Trienio Liberal (1820-1823): En 1820, tras el pronunciamiento de Rafael del Riego, Fernando VII se ve obligado a jurar la Constitución de 1812, dando paso a un gobierno liberal que promueve reformas como la abolición de los gremios y la desamortización de tierras eclesiásticas. La división entre moderados (que defendían reformas moderadas sin enemistarse con el rey) y exaltados (que buscaban reformas más radicales) debilita a los liberales. La oposición al régimen liberal, apoyada por sectores realistas y la Santa Alianza, culmina con la intervención militar de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823, que restauran el absolutismo.

Década Ominosa (1823-1833): Tras la restauración del absolutismo, el reinado de Fernando VII se caracteriza por una represión brutal contra los liberales, que se exilian o son perseguidos. Se intenta mantener el Antiguo Régimen, pero con ciertas reformas para aliviar la crisis económica, como la creación de un Consejo de Ministros en 1823 y medidas para reorganizar la Hacienda. Sin embargo, la situación sigue siendo difícil debido a la pérdida de las colonias americanas y la falta de recursos.


El rey enfrenta la doble oposición de los realistas (quienes querían mantener el absolutismo puro) y los liberales. También surge una fuerte oposición interna en la corte, entre los realistas y los sectores más moderados de la burguesía. Además, la cuestión sucesoria se complica con el nacimiento de Isabel II en 1830, ya que la Ley Sálica impedía que las mujeres accedieran al trono. Fernando VII deroga esta ley para asegurar la sucesión de su hija, lo que provoca la oposición de su hermano Carlos María Isidro, líder de los carlistas.

Últimos años y muerte de Fernando VII: En 1832, tras varios conflictos sobre la sucesión, Fernando VII reafirma los derechos de Isabel y forma un nuevo gobierno, buscando apoyo en los liberales moderados. Sin embargo, tras su muerte en 1833, se desata la Primera Guerra Carlista entre los carlistas (seguidores de Carlos) y los isabelinos (partidarios de Isabel). Así comienza una nueva etapa de conflicto en la historia de España.

El Carlismo y la Guerra Civil: Un Conflicto por la Sucesión y la Ideología

Carlismo y Guerra Civil (1833-1839) El carlismo es un movimiento contra el liberalismo y defiende un sistema absolutista y tradicional. La Primera Guerra Carlista (1833-1840) estalla debido a la disputa por la sucesión al trono entre Isabel II y su tío, Carlos María Isidro. Los carlistas, con su lema “Dios, Patria y Fueros”, se oponen al liberalismo y buscan preservar las tradiciones rurales y religiosas. Su apoyo proviene principalmente del clero y del campesinado.

La guerra carlista tiene consecuencias significativas, incluyendo el impulso hacia el liberalismo moderado y el protagonismo de los militares.

Construcción y Evolución del Estado Liberal

Construcción y Evolución del Estado Liberal La guerra carlista acelera la revolución liberal. Entre 1833 y 1843 se lleva a cabo el desmantelamiento jurídico del Antiguo Régimen. Durante las regencias, se implementan varias reformas clave, aunque la división entre liberales moderados y progresistas sigue siendo un tema crucial.


El Reinado de Isabel II: Regencias, Década Moderada y Bienio Progresista

Etapas del Reinado de Isabel II

La Minoría de Edad de Isabel II: Las Regencias

Regencia de María Cristina (1833-1840): Se inicia con reformas políticas como la división provincial y la publicación del Estatuto Real (1834), que no es una Constitución, sino una Carta Otorgada. En 1836, la disputa entre liberales moderados y progresistas se intensifica.

Regencia de Espartero (1840-1843): Tras la renuncia de María Cristina, Espartero asume la regencia, pero su estilo autoritario genera oposición. En 1843, Isabel II alcanza la mayoría de edad.

Mayoría de Edad de Isabel II

La Década Moderada (1844-1854): Tras las elecciones de 1844, los moderados monopolizan el poder. Se aprueba la Constitución de 1845, que establece una monarquía conservadora, limita las libertades y refuerza el control central del Estado.

El Bienio Progresista (1854-1856): Un levantamiento popular lleva a los progresistas al poder, pero no logran establecer una nueva Constitución. Las reformas como la desamortización municipal y la Ley de ferrocarriles se implementan con cierto éxito, pero no resuelven la crisis.

Última etapa del reinado (1856-1868):

El gobierno de la Unión Liberal (1856-1863) con O’Donnell y el regreso al conservadurismo marcan esta etapa. A pesar de intentar reformas exteriores y políticas represivas, la inestabilidad interna persiste.

En 1866, la situación empeora debido a una sublevación y a la crisis de subsistencia, lo que lleva a un pacto entre progresistas y demócratas conocido como el Pacto de Ostende (1867), con el objetivo de acabar con la monarquía de Isabel II.


El Sexenio Democrático: Un Intento Fallido de Modernización Política

SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)

El Sexenio Democrático o Revolucionario (1868-1874) fue una etapa de inestabilidad política en España donde se intentó instaurar un sistema democrático, pero debido a conflictos internos y externos, se sucedieron varias formas de gobierno, desde la monarquía democrática hasta la república y la dictadura. El periodo comenzó y terminó con pronunciamientos y culminó con la restauración borbónica.


1. La Revolución de 1868: La Gloriosa

  • Causas: Crisis económica, industrial y política durante el reinado de Isabel II (1833-1868).

    • Crisis económica: Desajustes en el sistema ferroviario y caída de la Bolsa.
    • Crisis industrial: Crisis en Cataluña por la subida de precios del algodón debido a la guerra de Secesión en EE.UU.
    • Crisis de subsistencias: Malas cosechas y aumento del precio del trigo (1866-68).
    • Crisis política: Gobierno de los Moderados (O’Donnell, Narváez y González Bravo) que no atendía los problemas del país.
  • Pacto de Ostende (1866): Los progresistas, demócratas y republicanos firman el pacto para acabar con el gobierno de Isabel II.

  • Revolución de 1868 («La Gloriosa»): Comienza con el pronunciamiento de la escuadra de Topete en Cádiz, apoyado por Juntas revolucionarias en varias regiones. La victoria se consigue tras la derrota de las tropas leales a Isabel II y su exilio.



2. El Gobierno Provisional (1868-1869)

Dirigentes: Serrano y Prim.

Medidas:

Programa de reformas: Reconocimiento de libertades y reanudación de la desamortización.

Elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal.

Política económica librecambista: El arancel Figuerola de 1869 liberaliza los intercambios exteriores, enfrentando oposición de la burguesía textil catalana.

Constitución de 1869: Establece la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, y una amplia declaración de derechos (incluye la libertad de cultos, pero mantiene el clero católico).

La Constitución frustró las expectativas republicanas y no produjo cambios económicos significativos para las clases populares.


3. La Monarquía (1871-1873)

Rey: Amadeo de Saboya (1870-1873).

Selección de un rey liberal no borbónico, aceptado por las potencias europeas.

Problemas durante el reinado:

Asesinato de Prim (principal valedor de Amadeo), inestabilidad política con múltiples elecciones y gobiernos.

Oposición de los carlistas, los republicanos y las élites económicas.

Guerra carlista (1872-1876), Guerra de Cuba (comenzó en 1868), y motines populares.

Renuncia de Amadeo: En febrero de 1873, tras la creciente inestabilidad, Amadeo renuncia al trono.



4. La I República (1873-1874)

Proclamación: Las Cortes proclaman la Primera República el 11 de febrero de 1873.

División republicana: Entre republicanos unitarios (Emilio Castelar) y republicanos federales (Pí y Margall).

Los federales se dividieron entre los intransigentes (defensores de un Estado federal de «abajo hacia arriba») y los benévolos (defensores de un Estado federal de «arriba hacia abajo»).

Conflictos: Guerra carlista, Guerra de Cuba, insurrecciones cantonalistas, huelgas y disturbios.

Presidencias:

Estanislao Figueras (febrero-junio 1873): Trató de mantener el orden frente a las revueltas y los problemas sociales.

Pi y Margall (junio 1873): Intentó crear una República Federal, pero enfrentó grandes dificultades.

Nicolás Salmerón (julio 1873): Utilizó la fuerza militar para sofocar la insurrección cantonal, pero dimitió por presiones morales.

Emilio Castelar (septiembre 1873): Adoptó medidas autoritarias, suspendiendo libertades y restableciendo las quintas, lo que intensificó la crisis política.


5. La Dictadura de Serrano (1874)

Golpe de Estado: El 3 de enero de 1874, el general Manuel Pavía da un golpe de Estado, disolviendo las Cortes republicanas y dando el poder al general Serrano.

Intento de estabilización: Serrano intenta instaurar una República conservadora, pero la situación sigue siendo inestable.

Restauración Borbónica: En diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclama rey a Alfonso XII de Borbón, restaurando la monarquía en España y poniendo fin al Sexenio Democrático.

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