Crisis Colonial y Fin del Imperio Español: Causas y Consecuencias

Guerra Colonial y Crisis de 1898

Durante el reinado de Fernando VII, la práctica totalidad del imperio español alcanzó la independencia. Solo Cuba y Puerto Rico en América, y las islas Filipinas, en el Pacífico, se mantuvieron bajo la soberanía española. Los problemas coloniales arrancaban de la etapa del Sexenio, pero en el siglo XIX se agudizaron por el contexto internacional: el auge del imperialismo europeo y el creciente expansionismo de EEUU.

En este contexto, la política de los gobiernos españoles ante las demandas de los independentistas fue insuficiente y su balance, un fracaso.

Puerto Rico

Puerto Rico no planteaba serios problemas, pues en 1872 había conseguido su autonomía, la esclavitud había sido abolida y tenía una economía saneada.

Cuba

Cuba basaba su economía en la agricultura de exportación, esencialmente basada en el azúcar de caña y el tabaco. Eran unas colonias que alcanzaron un importante desarrollo y que eran muy lucrativas para la metrópoli. Las duras leyes arancelarias impuestas por el gobierno de Madrid perjudicaban el comercio con USA. En 1893, Maura propuso un proyecto de reforma autonómica que fue rechazado y criticado en las Cortes. Ideológicamente, la población estaba dividida en españolistas e independentistas (Partido Revolucionario Cubano de José Martí).

Filipinas

En Filipinas, el caso era diferente. La población española era escasa y había muy pocos capitales invertidos. El dominio español se sustentaba en una pequeña presencia militar y, sobre todo, en el poder de las órdenes religiosas.

La Guerra de Cuba (1895-98)

Dio inicio con el Grito de Baire el 24 de febrero de 1895 y se extendió rápidamente. El gobierno español envió tropas a cargo del General Martínez Campos, que se encargó de la negociación y de la guerra. No tuvo éxitos y los guerrilleros separatistas incendiaron las plantaciones españolas, interrumpiendo las comunicaciones en la isla. También se utilizó la guerra de guerrillas mediante las emboscadas. Se enviaron más de 200.000 soldados novatos y se produjo una política de represión. Los cubanos estaban adaptados al terreno y utilizaron material de guerra estadounidense, mientras que la opinión pública española, inicialmente favorable a la guerra, incrementó el malestar debido al elevado número de muertos y el asesinato de Cánovas. Sagasta intentó aprobar la Ley de Autonomía, aunque ya tarde, sustituyó a Weyler por Blanco. La intervención de USA fue rápida y su objetivo era el dominio sobre Cuba. En 1850, ofrecieron a España la compra por 100 millones de dólares, debido a motivos económicos y estratégicos considerables. En febrero de 1898, la explosión del acorazado estadounidense Maine, anclado en el puerto de La Habana, en la que hubo 229 víctimas, fue el pretexto para la declaración de guerra. En medio de una fuerte campaña de presión contra el gobierno español, el embajador de EEUU presentó un plan de compra de la isla, que España rechazó. La presión de la prensa y la diplomacia estadounidenses, que acusaban a los españoles de haber provocado el hundimiento, exaltó el fervor patriótico de los españoles y encendió aún más los ánimos. EEUU declaró la guerra a España el 25 de abril de 1898. Aun consciente de la inferioridad militar, la flota española se enfrentó a la poderosa armada estadounidense, siendo el resultado dos derrotas estrepitosas, una en Cavite y otra en Santiago de Cuba, favorables para USA. Las negociaciones de paz se plasmaron en el Tratado de París (1898), por el que España reconocía la independencia de Cuba y cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a EEUU.

La Guerra de Filipinas (1896-1898)

En 1896, José Rizal encabezó la insurrección mediante la expulsión de españoles y órdenes religiosas. Propugnaron una confiscación de latifundios y el General Polavieja ejecutó a Rizal, que fue sustituido por F. Primo de Rivera, quien firmó acuerdos con los filipinos y en 1898 se produjo un cambio debido a la entrada de USA.

Consecuencias

Económicamente, las textiles catalanas e importaciones de materias primas baratas causaron un déficit de la balanza de pagos y un incremento del proteccionismo comercial. No se puede hablar de desastre debido a las reformas en impuestos y en emisión de deuda que supusieron un saneamiento de la Hacienda, creando superávit a principios del siglo XX. Una repatriación de capitales invertidos en la península hizo que no se perdiera la escasa presencia en los mercados Latinoamericanos.

Políticamente, no hubo grandes consecuencias y la Restauración y el turnismo sobreviven. La derrota no produjo ningún cambio de gobierno ni hizo peligrar la monarquía, pero sí generó un nuevo espíritu: el regeneracionismo, que fue una corriente de pensamiento entre intelectuales sobre las necesidades de la España de la época y que había que impulsarlo siguiendo un rumbo nuevo. La España de aquel entonces tenía la necesidad de modernizarse y sustituir la política del régimen de la Restauración, que favorecía a la oligarquía, por otro que lo hiciera a las clases medias y proponía un colectivismo agrario, la construcción de obras hidráulicas y un programa educativo que llevaba consigo la construcción de escuelas que sacara a las masas de la tradicional ignorancia. Todo esto fue de la mano de Joaquín Costa. Así se creó una corriente literaria influenciada por el desastre del 98, el regeneracionismo y Joaquín Costa, denominada como Generación del 98, en donde destacan las figuras de Unamuno, Machado, Azorín o Baroja y que tenían como preocupación el Problema de España y las causas de su atraso con relación a Europa. Cuando Alfonso XIII subió al trono, ya habían desaparecido Cánovas, Castelar y Pi y Margall, y poco después fallecía Sagasta. Se cerraba así una etapa de la vida política española que dejaba abiertos.

Panorama General del Reinado de Alfonso XIII. Intentos de Modernización. El Regeneracionismo. Crisis y Quiebra del Sistema de la Restauración. La Guerra de Marruecos

La vida política se caracteriza por su permanente inestabilidad y por una crisis política (1902-23) causada por el intervencionismo político de Alfonso XIII, que apoyó la Dictadura de Primo de Rivera, la división de los partidos del turno, el debilitamiento del caciquismo y por el desarrollo de la oposición al régimen de la Restauración. También se dieron problemas, ya que las luchas sociales se agudizaron, al igual que las protestas en contra del poder de la Iglesia, y destaca la Guerra de Marruecos.

1. Proyectos de Regeneracionismo Político (1902-14)

A principios del siglo XX, se mantuvo el turno con una gran debilidad de los partidos, ya que el regeneracionismo había denunciado la manipulación electoral y quería modernizar España, aparte de las divisiones internas por el deseo de liderazgo. De 1902-05, se dieron 5 gobiernos de los conservadores y otros 5 de los liberales en los 2 años siguientes. En 1905, se produjo una crisis en Cataluña que se inició con la victoria de la Lliga Regionalista en elecciones locales.

Los 2 Intentos de Regeneracionismo Político:

  1. El regeneracionismo conservador: Antonio Maura (1907-09) puso en marcha su proyecto de revolución desde arriba, que pretendía dar autenticidad al sistema liberal-parlamentario. Modificó la Ley Electoral con el objetivo de una limpieza electoral, pero los resultados fueron decepcionantes, ya que agravó el caciquismo y estableció el Instituto Nacional de Previsión, que ofreció pensiones obreras, reconoció derechos por maternidad… y su proyecto reformista se derrumbó en 1909. En ese mismo año, tuvo lugar la Semana Trágica de Barcelona. Tras la crisis de 1898, España se centró en el Norte de África con el objetivo de aumentar su prestigio internacional, pero esta expansión colonial tuvo que ser negociada y en la Conferencia de Algeciras en 1906, Francia y España fijaron sus respectivas zonas en Marruecos, correspondiéndole a nuestro país el Rif e Ifni en el Atlántico. La presencia española en estos territorios hizo que se produjeran ataques a nuestros militares por parte de las tribus bereberes. Debido a ello, el gobierno envió tropas peninsulares y movilizó a los reservistas de Cataluña. Este hecho desencadenó un movimiento de protesta contra la impopular Guerra de Marruecos. El Desastre del Barranco del Lobo, donde murieron numerosos españoles, desató la violencia y el 26 de julio hubo una huelga general en Barcelona que finalizó el 1 de agosto y tuvo una durísima represión. Alfonso XIII, por temor a la oposición, forzó la dimisión de Maura.
  2. El regeneracionismo liberal: gobierno de Canalejas (1910-02). Incorpora a España el intervencionismo del Estado en materia social y laboral, iniciándose un Estado de bienestar (seguridad social, control del trabajo de mujeres y niños…) y lleva a cabo la separación de Iglesia-Estado. Aprueba la Ley del candado, que limita la presencia de órdenes religiosas, la Ley de Reclutamiento, por la que se estableció el servicio militar obligatorio sin distinciones en caso de guerra, y la Ley de Mancomunidades (posibilidad de unir diputaciones). Canalejas fue asesinado por un anarquista en 1912.

3. Política fuera de turno

Al iniciarse el siglo, el sindicalismo y los partidos obreros experimentaron un crecimiento hasta convertirse en un movimiento de masas. Los REPUBLICANOS obtienen minorías parlamentarias y se dividían en el P. Radical, liderado por Lerroux y que se oponía al catalanismo, y por el P. Reformista, liderado por Álvarez y Azcárate, que colaboró con el régimen y conectó con individuales. Los SOCIALISTAS se alían con los republicanos y en 1910 tienen el primer escaño para Pablo Iglesias. Los CARLISTAS, en su tendencia política, se crea el Partido Tradicionalista con Ramón Nocedal y en su tendencia armada aparece el Requeté. Los NACIONALISTAS catalanes piden autonomía catalana y Madrid les cede la Mancomunidad en 1914: federación de 4 provincias, Asamblea, Presidente, obras públicas… y el Nacionalismo Vasco (PNV) no tiene representación en el Parlamento hasta 1917. El SINDICALISMO: la UGT contaba con muchos afiliados, destaca Julián Basteiro y Largo Caballero. Llevan a cabo muchas huelgas y tienen presencia en instituciones oficiales. En las Casas del Pueblo realizaban una labor social y se implanta en Madrid, Vizcaya y Asturias. La CNT deriva de la Solidaridad Obrera en 1910, se implanta en Cataluña, Andalucía y Valencia, y destaca Seguí y Ángel Pestaña. Realizan huelgas, boicots, pero también forman a los obreros en los ateneos populares.

2. La Crisis del Parlamentarismo (1914-23)

En 1914, al comenzar la I Guerra Mundial, España se declara neutral, lo que provocó la expansión de la economía y un aumento de precios, y la población se divide en aliadófilos y germanófilos. El reparto de los beneficios económicos fue desigual y provocó una tensión social. En 1917, se produjo una crisis militar, social y política.

  • La crisis militar originó la formación de las Juntas de Defensa, que era una asociación de militares que exigen cambios en la organización militar, como la negación de ascensos militares por méritos de guerra. Cuando llega el turno del conservador Eduardo Dato, establece la imposición de los militares y acepta las Juntas de Defensa y el poder militar se impone al civil.
  • Debido a la crisis parlamentaria, se exigen unas Cortes Constituyentes y un gobierno provisional para elaborar una Constitución.
  • Crisis social: la huelga general de 1917, convocada en agosto por CNT y UGT, tuvo un amplio seguimiento en las ciudades y se saldó con un centenar de muertos y miles de detenidos, entre ellos el Comité de Huelga (Largo Caballero, Julián Besteiro…) condenados a cadena perpetua (no la cumplen). Ante la amenaza de revolución obrera, las Juntas de Defensa abandonaron sus peticiones y apoyaron la represión contra los huelguistas. Por otro lado, la dimisión de Eduardo Dato y la formación de un gobierno de coalición con la participación de la Lliga Regionalista trajo la inmediata desactivación de la Asamblea de Parlamentarios.

3. La Descomposición del Sistema (1917-23)

La crisis de 1917 culminó con la descomposición de los partidos dinásticos y acabó con el turno. En esta etapa, hubo 13 crisis de gobierno totales y algunas parciales y se crean gobiernos de concentración, fracción y coalición. El régimen sobrevivía entre suspensiones de Cortes y declaración del estado de excepción.

Conflictividad Obrera, Pistolerismo y Trienio Bolchevique.

El fin de la I Guerra Mundial provocó una crisis económica y social que desencadenó una conflictividad social en Barcelona: el pistolerismo. Se producen numerosas huelgas y protestas anarquistas que son duramente reprimidas con el apoyo de la burguesía catalana y se crea el Sindicato Libre (pistoleros que actúan en contra de los anarquistas con apoyo policial). La Ley de fugas exacerbó el conflicto y Dato, presidente, es asesinado y Seguí 2 años después. El trienio bolchevique (1818-21) fue una agitación campesina a nivel nacional. Los movimientos anarquistas ocupan tierras y ayuntamientos y las consecuencias eran que se declaraba el estado de guerra, se clausuraban a las organizaciones obreras y se detenía a sus líderes.

Desastre de Annual y sus Consecuencias.

Con el fin de la I Guerra Mundial, se reiniciaron las operaciones contra los rebeldes marroquíes dirigidos por Abd-el-Krim. Berenguer inició la ocupación del sector occidental con un ejército mal preparado, formado por tropas indígenas y La Legión. En el verano de 1921, una acción mal planificada, dirigida por Silvestre, provoca la huida desordenada y una masacre de las tropas españolas en Annual, entre ellos Silvestre. En España, hubo grandes protestas y los militares, los partidos democráticos y el rey se vieron envueltos en los debates sobre las responsabilidades. El expediente Picasso mostraba irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército militar español. No supuso responsabilidades políticas ni criminales y el 13 de septiembre, Miguel Primo de Rivera dio un golpe de estado y DICTADURA DE P. DE RIVERA.

El golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, fue favorecido a nivel internacional por el temor de la Revolución Soviética, los fascismos y el crack del 29, y a nivel nacional por el agotamiento de la Restauración, el protagonismo militar, los desórdenes públicos y los nacionalismos periféricos. El 13 de Septiembre de 1923, Primo de Rivera acaudilló un pronunciamiento militar contra el gobierno constitucional. El golpe contó inmediatamente con el apoyo del rey Alfonso XIII, debido a su falta de confianza en el sistema de la Restauración. Presentó una dictadura como un régimen autoritario y militar transitorio, y afirmó que una vez extirpados los males del país, se retornaría a la normalidad constitucional. Influido por el regeneracionismo, en una versión simplista y manipulada de la teoría de Joaquín Costa del cirujano de hierro, anunció su propósito de resolver los graves problemas que padecía la sociedad española (caciquismo, desgobierno…). Suspendió la Constitución, disolvió las Cortes, prohibió partidos políticos y sindicatos y declaró el estado de guerra. Había una gran indiferencia popular; los ciudadanos aceptaron estos cambios sin resistencia y el movimiento obrero colaboró al prescindir de conciencia política (PSOE y UGT), al mismo tiempo que la burguesía apoyaba a la dictadura. Alfonso XIII encargó a Primo de Rivera formar gobierno.

El Directorio Militar (1923-25)

Se formó un órgano asesor constituido por ocho generales y un almirante. Primo de Rivera concentraba en su persona el poder ejecutivo y la relación con el monarca. Actuó como un dictador, suspendiendo la Constitución, disolviendo las Cortes, prohibiendo los partidos políticos y sindicatos… Nombró subsecretarios entre altos funcionarios, militares o a técnicos mauristas o regionalistas. Su programa político era similar a la revolución desde arriba de Maura: realizó un desguace del caciquismo en el ámbito local mediante la reforma de la administración local, sustituyendo a los gobernadores civiles por militares, las diputaciones y ayuntamientos fueron disueltos, y en su lugar se crearon Juntas Municipales, fue elaborado un Estatuto municipal y provincial por Calvo Sotelo y se solucionaron los problemas de orden público en Cataluña (se tomaron medidas represivas contra organizaciones obreras como la CNT y promovió la extensión en toda España del modelo del somatén catalán como instrumento de control social). Surgió un nuevo partido conocido como la Unión Patriótica. Era un partido diferente, puesto que se trataba de una agrupación ciudadana constituida por hombres de buena voluntad; se formó en Valladolid en 1924 y se extendió por todo el país (gobernadores civiles), concibiéndose como partido único. Frente a los nacionalismos periféricos, nació el de Estado, que proponía una política de administración local, suprimiendo la Mancomunidad de Cataluña en 1925, y una política restrictiva en el empleo de las lenguas propias y en el uso de símbolos de identidad, tomándose el nacionalismo como una manifestación folclórica. Se produjo la separación entre los nacionalismos periféricos y la Dictadura y adhesión de los nacionalistas al republicanismo. Se dio una solución al problema de Marruecos mediante la amnistía de las responsabilidades. La posición española en Marruecos adoptó dos posturas: por una parte, se encontraban los africanistas, que defendían la presencia española en África, y por otro estaban los abandonistas, partidarios del abandono de Marruecos. Abd el Krim se expandió por todo el Rif, enfrentándose a España y Francia, pero ambos países se aliaron posibilitando el desembarco en Alhucemas (septiembre 1925), en el que se consiguió derrotar al rebelde árabe, que se entregó a los franceses en 1936.

El Directorio Civil (1925-1930)

Se puso en vigor un Estado corporativo, en el que la vida económica y política se basaba en las corporaciones mercantiles y profesionales, y no en unidades territoriales. Los diputados serían elegidos por esas corporaciones profesionales. El corporativismo mantenía que la sociedad funcionaba mejor si existían agrupaciones o cuerpos intermedios, que regulaban las relaciones sociales y ordenaban todos los ámbitos de la sociedad. La obra fundamental del directorio civil fue que convivían ministros militares con ministros civiles. Las bases políticas de este régimen tenían como objetivo la lucha contra la vieja política; para ello, existía la Asamblea Nacional Consultiva, que era totalmente corporativa, sólo consultiva y su principal obra fue un proyecto de constitución. Se renovó la élite política, incorporándose grupos sociales y profesionales nuevos, habiendo un importante protagonismo militar y entre la burocracia administrativa del Estado (profesionalizada), reclutándose personal político entre los jóvenes mauristas y los católicos sociales e incorporándose sectores agrarios o industriales. Surgió un nacionalismo económico cuyas ideas básicas eran el intervencionismo del Estado y el nacionalismo económico. Se reguló todo el funcionamiento del mercado nacional y los precios y ordenación de los sectores productivos (Consejo de Economía Nacional), se fomentó la producción interior y se iniciaron una política de obras públicas (modernización de la red de ferrocarriles, construcción de carreteras a través del Circuito Nacional de Firmes Especiales) y una política hidráulica cuyo principal resultado fue la creación de las Confederaciones Hidrográficas. Además, se crearon monopolios mediante la explotación de ciertos productos considerados exóticos y susceptibles de lograr una importante recaudación fiscal. Respecto a la política social corporativa, cada uno de los sectores productivos debía organizarse en una corporación que integrase a patronos y obreros con el Estado como garante. El objetivo final de esto era evitar la conflictividad obrera. Esta política fue diseñada por Aunós,

Caída de la Dictadura

La oposición a la dictadura comenzó en 1928. Este movimiento contrario al régimen nació en los antiguos partidos de turno. En el ejército, se encontraba una fuerte división entre africanistas y peninsulares, lo que llevó a conflictos que desprestigiaron al monarca y orientaron hacia el republicanismo a parte del ejército. Dentro del nacionalismo catalán, se produjo el enfrentamiento de nuevas figuras como Macià. En el mundo intelectual, los estudiantes protestaron debido a que se favoreció la educación privada, lo que supuso el cierre de las universidades de Madrid y Barcelona. Se comenzó a identificar el republicanismo con la democracia, y hubo problemas económicos tales como el crack del 29 en Nueva York. Dada esta situación, el 30 de enero de 1930, Primo de Rivera dimitió.

Caída de la Monarquía

Tras la dimisión de Primo de Rivera, el general Berenguer tomó las riendas del país con la denominada dictablanda; esta restablecía la constitución de 1876, con lo que pretendía normalizar la vida política. Convocó elecciones, pero fue bloqueado por partidos monárquicos que pretendían emplear los métodos caciquiles. Ante este panorama, Berenguer dimitió en febrero 1931. Tras esto, comenzó el proceso de preparación de la República, creándose nuevos partidos políticos republicanos, como Derecha Republicana (Maura y Alcalá-Zamora), Esquerra Republicana (Macià y Companys) y Orga (Casares Quiroga). En Agosto de 1930, se acordó el Pacto de San Sebastián, que se oponía al régimen monárquico. Los firmantes se constituyeron en Comité Revolucionario, y lograron la adhesión de otras fuerzas políticas y de parte del ejército. Organizaron un movimiento revolucionario para derribar la monarquía, planificado para el 15 de Diciembre, pero el capitán Gala y García Hernández se adelantaron en Jaca con catastróficas consecuencias: la ejecución de ambos, el juicio contra el Comité Revolucionario y huelgas estudiantiles y obreras. Fue durante este período cuando se produjo la caída de Berenguer. El almirante Aznar convocó elecciones municipales en abril de 1931, cuyo resultado fue que la mayoría de los concejales electos eran republicanos. Así, el gobierno de Aznar abrió una fase de negociación con los líderes republicanos y Alfonso XIII se vio obligado a renunciar y abandonar el país. El poder fue tomado por el gobierno provisional de la República.

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