3 – Crisis de 1917:
En el verano de 1917 estalla en Barcelona una nueva crisis que tiene un triple carácter: militar, político y obrero.
1 – Desde un punto de vista militar, en Barcelona en 1916 se han creado unas juntas militares de defensa que expresan el descontento de la clase militar ante la subida de precios originada por la Primera Guerra Mundial, ante la división interna que sufren los militares, ante la pasividad del parlamento y la permanente intervención del rey en la política y, por último, el descontento del ejército también puede justificarse por el problema de Marruecos y los polémicos ascensos que ha firmado el monarca en ese año de 1916. Este movimiento de protesta se extiende por toda España, en todas las ciudades se crean juntas militares de defensa como medida de presión al gobierno presidido por el liberal García Prieto.
2 – La asamblea de parlamentarios es la vertiente política de la crisis de 1917: la burguesía catalana, dirigida por Cambó, exige del gobierno la convocatoria de cortes. La respuesta del presidente del gobierno, Eduardo Dato, fue contundente: la convocatoria de cortes corresponde al rey y al gobierno. El rey vuelve a negarse y en la asamblea se habla incluso de la formación de un gobierno nacional. Sin embargo, los parlamentarios ceden y se disuelven ante el estallido de la huelga general obrera.
3 – La huelga general revolucionaria es el tercer aspecto que tenemos que analizar en la crisis de 1917, es decir, la UGT y la CNT convocan una jornada de huelga general. La jornada se salda con choques sangrientos entre los huelguistas y el ejército en Madrid, Barcelona, Bilbao y otras ciudades. El movimiento obrero fracasa porque no fue apoyado por el campesinado ni por los republicanos. Su balance fue dramático: 70 muertos y 2000 detenidos. La crisis de 1917 ha sido la más grave de cuantas estallaron en el primer tercio del siglo XX porque la propia monarquía se veía atacada por tres fuerzas distintas: la burguesía catalana, el ejército y el proletariado. En septiembre de 1917, pacificando el país, el rey ordena la formación de un gobierno de concentración presidido por García Prieto. A partir de la crisis de 1917, el reinado de Alfonso XIII se encuentra en una situación de crisis continua. La unión de cinco elementos provocó el mantenimiento de dicha crisis hasta la llegada de la dictadura de Primo de Rivera: esos cinco elementos son:
1 – Crisis económica que se produce en España cuando finaliza la Primera Guerra Mundial. Los países beligerantes vuelven a recuperar sus anteriores mercados y a ejercer como auténticas potencias industriales. Los empresarios industriales españoles no invirtieron los cuantiosos beneficios que obtuvieron durante la guerra en mejorar la tecnología de sus fábricas y empresas, con lo que fueron incapaces de competir con los empresarios europeos para mantener los mercados que habían acaparado durante la guerra.
2 – El problema social viene determinado por un doble enfrentamiento: el de los terratenientes y jornaleros en Andalucía y el de los empresarios y obreros en Cataluña. El campo andaluz vive una trágica crisis de subsistencia a partir de 1918 y hasta 1920. El ejército, para garantizar la alimentación de las ciudades, tuvo que trabajar en labores del campo. En Cataluña, la CNT en sus dos vertientes, la sindicalista moderada y la anarquista revolucionaria, llevó a cabo una labor muy activa. Los sindicalistas moderados dieron muestra de la fuerza del sindicato con la huelga de la compañía eléctrica La Canadiense, que entre los meses de enero y abril de 1919 dejó a Barcelona sin luz ni gas y a la industria catalana paralizada en un 70%. El éxito de la huelga de La Canadiense radicalizó la actitud de un grupo de empresarios industriales que formaron la Federación Patronal en 1919 para enfrentarse y acabar con la CNT. Este grupo de empresarios contó con el apoyo del gobierno y del gobernador civil de Barcelona, el general Martínez Anido. Entre los años 1917 y 1922 hubo en Barcelona más de 800 atentados con el resultado de 400 fallecidos.
3 – La radicalización de los nacionalismos: en enero de 1919, la Liga Regionalista presentó en las Cortes un proyecto de autonomía denominado «Bases para la Autonomía de Cataluña». Pero el estallido de la huelga de La Canadiense, que obligó a decretar el estado de emergencia en Cataluña, hizo dar marcha atrás a la Liga en su política nacionalista y su líder Cambó volvió a colaborar con Madrid formando parte de un gobierno de concentración presidido por Antonio Maura. En el País Vasco se produjo la misma radicalización nacionalista, hasta el extremo de que se convocó una asamblea de municipios vascos el 15 de diciembre de 1918 en la que empezaron a escucharse los primeros gritos de «Euskadi libre».
4 – La intensidad de los gobiernos: entre 1917 y 1923 hubo trece crisis totales de gobierno y más de veinte parciales. En estos años, Alfonso XIII formó tanto gobiernos de concentración como de fracción. En ambos casos predominan siempre los políticos conservadores al frente del ejecutivo, como Romanones.
5 – El desastre de Annual ocurrido en plena guerra de Marruecos en 1921 produjo en España una auténtica conmoción nacional. Las responsabilidades de los más de 12000 muertos ocurridos en Annual se repartieron entre los militares. Muchos españoles empiezan a desconfiar de la monarquía y vuelven a sonar voces a favor de la república y de la democracia como única solución para los problemas del país. Asustados, el gobierno y el rey buscaron la salvación en el ejército.